4.3 CAMBIO CLIMATICO

Un aspecto importante del clima es la temperatura. Todos sabemos bien que el tiempo cambia de un día a otro. El clima es la media y la gama de las condiciones meteorológicas observadas en un lugar a lo largo de varios años. Las condiciones climáticas varían en todo el mundo, dependiendo de la cantidad e intensidad de la luz solar recibida sobre la superficie de la tierra, de las corrientes eólicas, la nubosidad, pluviosidad, proximidad al agua, en suma, de la capacidad de la atmósfera para reducir las pérdidas térmicas superficiales, mediante lo que se denomina comúnmente efecto invernadero. Si la tierra careciera de atmósfera, la temperatura sería unos 33º centígrados más baja y la vida, tal como lo conocemos hasta ahora, resultaría imposible, ya que el planeta se hallaría totalmente cubierto de hielo.

Vista desde el espacio, la atmósfera de la Tierra es una capa de aire delgada y aparentemente frágil que protege al planeta contra las severidades del espacio. Desde las superficie terrestre, esa perspectiva es más difícil de apreciar. Asumimos que la atmósfera nos defenderá de los rayos más dañinos del Sol, proveerá un clima moderado y estable, y se renovará y limpiará por sí sola para suministrarnos aire puro. No obstante, la persistencia de la contaminación del aire ilustra como las actividades y prácticas humanas han transformado a ése y otros recursos naturales. Asimismo, el agujero en la capa de ozono de la Antártida y la nueva evidencia sobre el aceleramiento de la degradación del ozono estratosférico protector de la Tierra, demuestran que la contaminación del aire puede ejercer efectos negativos globales.

El efecto más amenazador de la contaminación mundial del aire es la alteración del clima de la Tierra. El mundo contemporáneo ha experimentado climas moderados y estables, pero en tiempos remotos se padeció un periodo glacial o edad del hielo que se extendió hasta hace unos 10 mil años. En épocas aún más lejanas, el planeta estaba libre de hielo y era mucho más cálido que hoy día. Esas variaciones de clima fueron naturales y graduales, pero la actividad humana está alterando de tal manera la composición de la atmósfera que podría causar cambios rápidos en el clima.

Aún resulta incierto cuándo y en qué medida estas alteraciones atmosféricas se traducirán en temperaturas mundiales más cálidas. No obstante, la preocupación sobre la posibilidad de que ocurra el calentamiento mundial ha estimulado a esfuerzos dirigidos a fijar límites internacionales con respecto a las emisiones de gases de invernadero. Un intento en tal sentido se realizó en 1992 durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, pero la oposición de los principales países industrializados pospuso un posible acuerdo.

Una consecuencia global del calentamiento del clima será la elevación del nivel de los mares y la fusión del hielo terrestre. La reacción esperada de los ecosistemas naturales, la silvicultura, la agricultura será bastante compleja, dependiendo de los cambios climáticos locales reales y del sistema en cuestión.

Las diversas amenazas mayores para la calidad de la atmósfera, producto de las continuas y crecientes emisiones, incluyen, lluvia ácida, agotamiento del ozono y efecto invernadero, las cuales no son inmediatamente obvias a los sentidos como lo son la mezcla de humos y niebla, son internacionales en sus causas y efectos y requieren una respuesta y cooperación internacional para hacerles frente. Además son sutiles y complejas, se necesitan notables investigaciones científicas para poder ensayar soluciones con la correcta escala de tiempo.