4.6 DESARROLLO SUSTENTABLE

A través de los procesos de transformación se producen cambios ambientales los cuales no sólo reducen la existencia de ciertos materiales naturales sino que también retornan contaminantes en forma de desechos y subproductos a los ecosistemas. Al intentar satisfacer sus deseos y necesidades, los seres humanos dan lugar a una cadena de impactos y retroalimentación que afectan las características del ambiente.

Uno de los rasgos más notables de casi todo ecosistema, visto este como fuente de oferta, es la diversidad de cosas que provee. Para los seres humanos esta diversidad significa que los ambientes naturales son de múltiples usos, capaces de proveer una amplía gama de productos (p.e. alimentos, madera, agua y pieles), servicios (hidráulica fluvial, hábitad y purificación de contaminantes) y experiencias (recreación y placer estético).

Para el ecosistema como un todo, esta diversidad juega un papel importante: todos los elementos del ecosistema son interdependientes. Las especies individuales dependen de otros componentes vivientes y no vivientes para alimentarse, resguardarse e inclusive reproducirse. Es una estructura compleja y balanceada de este tipo, la remoción o alteración tan sólo de una parte pequeña puede tener serias repercusiones para el sistema entero.

El Impacto de nuestras tecnologías. La tecnología es la clave de los procesos de transformación por lo tanto, la base de nuestra capacidad para alterar el medio ambiente. Una variedad de tecnologías hacen posible la extracción de recursos tales como minerales de hierro y convertirlos en hierro y acero. Estos pueden ser procesados para bloques de motor, ejes y partes de automóviles y, con otros componentes, ensamblarlos en productos complejos y acabados. Estos procesos están enlazados con otras tecnologías que hacen posible transportar materias primas a las refinerías e industrias y los productos terminados a los mercados.

El uso de los recursos naturales renovables de una manera que nos elimine o degrade, o de un modo que no disminuya su utilidad «renovable» para las generaciones futuras y manteniendo constantes o sin declinación las existencias de recursos naturales, el uso actual de los recursos no debería reducir los ingresos reales del futuro, es decir, que las decisiones actuales no perjudiquen las perspectivas de mantener o mejorar los niveles de vida futuros.

Para muchos el crecimiento económico no sólo es compatible con el desarrollo sustentable, sino que también en realidad es necesario para mitigar la pobreza, generar los recursos para el desarrollo y, en consecuencia, prevenir la degradación ambiental; el desarrollo sustentable permite la mejora en la atención de la salud, la educación y el bienestar social. Actualmente, se admite que este desarrollo humano es decisivo para el desarrollo económico y para la rápida estabilización de la población. El desarrollo sustentable acentúa cada vez más que el desarrollo debe ser participativo e implicar a los habitantes locales en las decisiones que afecten sus vidas.

El Desarrollo sustentable abarca varios aspectos o dimensiones, Cuidar la Tierra, la nueva estrategia trazada por la Unión Mundial para la conservación, define el desarrollo sustentable como «mejorar la calidad de la vida humana sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que la sustentan». Este informe enfoca el desarrollo sustentable como un proceso que requiere un progreso simultáneo global en diversas dimensiones que interactúan: económica, humana, ambiental y tecnológica.

Los países industrializados tienen una responsabilidad específica" debido a su consumo acumulativo de recursos naturales, y al uso intensivo de combustibles fósiles, su contribución a los problemas de contaminación mundial son desproporcionadamente altos. Al mismo tiempo, los países ricos tienen los recursos financieros, técnicos y humanos para estar a la cabeza en el desarrollo de tecnologías menos intensivas en recursos y más limpias.

En los países pobres, el desarrollo sustentable significaría comprometer sus recursos para un mejoramiento continuo en los niveles de vida. La mitigación de la pobreza absoluta tiene, asimismo, consecuencias prácticas importantes para el desarrollo sustentable, ya que hay vínculos estrechos entre pobreza, deterioro ambiental y rápido crecimiento de la población. Un medio de mitigar la pobreza y mejorar los niveles de vida, aplicable tanto a los países ricos como a los pobres, es también un fin en sí mismo: ofrecer a todos los miembros de la sociedad un acceso más igualitario a los recursos. Las carencias, manifestadas en él, acceso desigual a la educación, a los servicios sociales, a la tierra y otros recursos naturales, así como a los derechos políticos, constituyen una barrera importante para el desarrollo, y va más lejos que el acceso a recursos económicos.

Las altas tasas de crecimiento poblacional plantea tensiones extremas sobre los recursos naturales y la capacidad de los gobiernos para proporcionar servicios. En un país o región determinados, el crecimiento acelerado de la población socava el desarrollo y debilita la base de recursos naturales disponible para mantener a cada habitante.

La distribución de la población es también un factor importante pues las tendencias actuales hacia una urbanización creciente, especialmente el desarrollo de megalópolis, tienen implicaciones ambientales masivas. Con las tecnologías que se emplean en la actualidad, las grandes ciudades concentran desperdicios y contaminantes, propiciando así condiciones peligrosas para la población y dañan los sistemas naturales circundantes. Por ende, el desarrollo sustentable debería intentar un desarrollo rural vigoroso para contrarrestar la migración a las ciudades y adoptar medidas políticas y tecnológicas a fin de reducir al mínimo las consecuencias ambientales de la urbanización.

El desarrollo humano influye fuertemente en otras dimensiones del desarrollo sustentable. Así, una población sana y bien alimentada para trabajar, y una fuerza de trabajo mejor educada, ayudan al desarrollo económico. La educación puede auxiliar a los agricultores ya a otros habitantes rurales a proteger mejor los bosques, los recursos del suelo y la biodiversidad.

En muchos países en desarrollo, el papel desempeñado por las mujeres es particularmente decisivo, ya que, junto con los niños, realizan los cultivos de subsistencia, apacentan animales, recogen leña y agua, y utilizan la mayor parte de la energía familiar en cocinar y cuidar el ambiente inmediato de la casa. En otras palabras, la mujer es el agente primario y la administradora ambiental del hogar, así como impartidora de atención primaria a los niños. Empero, su salud y educación son con frecuencia descuidadas en comparación con los hombres. La inversión en salud y educación hacia las mujeres puede tener múltiples beneficios para un desarrollo duradero.

El desarrollo sustentable requiere una participación activa de los afectados por las decisiones, debido a una razón práctica: cualquier esfuerzo para el desarrollo fracasará si no incorpora a los sectores sociales directamente involucrados.

El desarrollo sustentable necesita proteger los recursos naturales requeridos para la producción alimentaria y combustibles para cocinar, así como los suelos y las áreas de recolección de leña y pesquerías, sin dejar de expandir la producción para satisfacer a poblaciones en aumento. Aunque estas metas son opuestas en potencia, un eventual fracaso en la conservación de los recursos naturales, derivaría en escasez de alimentos para el futuro. El desarrollo sustentable significa un mejor aprovechamiento de las tierras cultivables, de los suministros de agua, así como desarrollo y adopción de prácticas y tecnologías agrícolas que incrementen los rendimientos; requiere evitar el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas químicos, a fin de no degradar ríos y lagos, y amenazar la vida agreste, contaminar la alimentación humana y los abastecimientos de agua. Implica una utilización cuidadosa del riego para prevenir la salinidad o la inundación de las tierras de cultivo, y evitar la expansión de la agricultura en las laderas escarpadas o en los suelos marginales, que se erosionan rápidamente.

En algunas regiones los ríos sufren extracciones que amenazan con agotar el abastecimiento disponible y el agua subterránea es bombeada en proporciones que no pueden sostenerse. Los desperdicios industriales, agrícolas y humanos contaminan el agua superficial y subterránea, poniendo en peligro lagos y estuarios. El desarrollo sustentable significa conservación del agua, eliminando su uso irracional y mejorando el rendimiento de los sistemas acuíferos; así como mejoras en la calidad del agua y restricción a las extracciones de aguas superficiales a un porcentaje que no altere los ecosistemas que dependen de las mismas, y restricción a las extracciones de aguas subterráneas en proporción a su regeneración.

El desarrollo sustentable también significa impedir la desestabilización del clima o de otros sistemas biogeofísicos globales o la destrucción de la capa protectora de ozono de la Tierra por acciones humanas.

El control de los flujos de materiales de desperdicio y la eliminación de la contaminación implican enormes costos. En muchos países en desarrollo, los efluentes y residuos se encuentran en general fuera de control. Sin embargo, la contaminación no es una consecuencia inevitable de la actividad industrial sino que puede reflejar el uso de tecnologías ineficientes o de procesos antieconómicos, así como negligencia y falta de sanciones económicas. El desarrollo sustentable debe propugnar tecnologías más limpias y eficientes, cercanas a «cero emisiones» y que reduzcan el consumo de energía y otros recursos naturales al mínimo. Se trata de contar con procesos o sistemas tecnológicos que generan pocos desperdicios o contaminantes' que reciclen desechos en forma interna y que funcionen preservando los sistemas naturales. En algunos casos, las tecnologías tradicionales satisfacen bien estos criterios y deberían preservarse.

Existen y comienzan a explotarse los prototipos y posibilidades para muchas de estas tecnologías modernas desde el punto de vista ecológico. El sector privado desempeña un papel decisivo en el desarrollo sustentable por ser agente primario en la aplicación de tecnologías. Muchas de las industrias más importantes disminuyen flujos de desperdicios y emisiones al reducir empaques innecesarios o reciclar materiales después del uso por el consumidor.

En los países de desarrollo, las tecnologías actuales son en general menos eficaces y mucho más contaminantes que las de los países industrializados. El desarrollo sustentable quiere decir introducción de tecnologías perfeccionadas así como una mejor reglamentación y ejecución gubernamentales. La cooperación tecnológica entre los países en desarrollo y los industrializados elevaría la productividad económica e impediría un mayor deterioro ambiental. Estos esfuerzos, para que sean exitosos, requieren también inversiones importantes en educación y desarrollo humano.

El uso de combustibles fósiles, en los procesos industriales es de particular preocupación porque tales insumos son extraídos, quemados y sus desperdicios desechados al ambiente. Como resultado, son una de las principales fuentes de contaminación del aire urbano, de la lluvia ácida que afecta a grandes regiones y de los vestigios de gases que producen el efecto de invernadero, que amenazan con alterar el clima local. Los niveles actuales de las emisiones de gases de invernadero provenientes de actividades humanas exceden la capacidad de la Tierra para absorberlos; sus efectos a corto plazo son inciertos, pero la mayoría de los científicos está de acuerdo en que tales emisiones no pueden continuar de manera indefinida en los niveles actuales sin provocar un calentamiento del planeta. Los cambios resultantes en temperaturas, patrones de lluvias y en los niveles del mar tendrían efectos devastadores en los ecosistemas y en el bienestar y medios de vida de la gente, especialmente de aquella que depende en forma directa de los sistemas naturales.

El desarrollo sustentable significa limitar la tasa ,mundial de aumento de gases de invernadero y, con el tiempo, estabilizar las concentraciones atmosféricas de estos gases. El bióxido de carbono (gas de invernadero más importante originado por la actividad humana), responde en casi la mitad del calentamiento potencial atmosférico provocado

por las emisiones actuales de dichos gases. La ignición de combustibles fósiles es responsable de cerca de tres cuartos de las emisiones de bióxido de carbono. Así, el desarrollo sustentable tiene consecuencias profundas para los suministros de energía del mundo: con el transcurso del tiempo, deberá reducirse el uso de combustibles fósiles y encontrarse otras fuentes de energía.