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5.1 INTERRELACIONES ENTRE MEDIO AMBIENTE Y ECONOMIA
A lo largo de las últimas décadas, la interacción del medio ambiente con la
economía se ha convertido en una preocupación importante y creciente de los Gobiernos; por
ello un número cada vez mayor de países dedica importantes esfuerzos para
desarrollar áreas interrelacionadas y complementarias, tales como, las estadísticas del
medio ambiente, los indicadores de desempeño ambiental, la contabilidad de los
recursos naturales y el medio ambiente, así como la contabilidad nacional tradicional.
En este contexto, el desarrollo del Sistema de Cuentas Nacionales 1993, representa
un gran avance de la contabilidad nacional por la amplitud de su cobertura y el alcance
de su aplicabilidad. Uno de sus logros más importantes consiste en que ha abierto
la puerta a la contabilidad del medio ambiente. En el se realiza el análisis
medioambiental en el contexto de un marco ampliado que modifica varios conceptos del SCN,
para responder a la preocupación creciente por la aplicación de criterios sobre el
tratamiento e incorporación de los recursos naturales y el ambiente al análisis económico,
haciendo operativos los conceptos de crecimiento y desarrollo sostenible. Las explicaciones
se basan en gran medida en el Sistema de Contabilidad Económica y Ambiental
Integrada elaborado por la División de Estadística de las Naciones Unidas.
La contabilidad del medio ambiente es, hasta ahora la propuesta mas avanzada
para vincular en un esquema cuantitativo coherente, los hechos económicos con el
medio ambiente y los recursos naturales, haciendo explícitas las interrelaciones entre
ambas esferas.
Desde un punto de vista ecológico, la contabilidad ambiental y económica no
debe consistir en una contabilidad económica del medio ambiente; la economía debe
más bien tratarse como parte del sistema de contabilidad ambiental. La
contabilidad económica y ambiental integrada debe contribuir a definir posibles
equilibrios ecológicamente adecuados entre la naturaleza y el ser humano.
Desde una óptica antropocéntrica, el medio natural existe para ser explotado por
los seres humanos, especialmente en el contexto de las actividades económicas del hombre.
El medio ambiente tiene que apoyar la actividad humana proporcionando
recursos naturales para uso económico y eliminando los residuos no deseados de los
procesos económicos. El medio natural desempeña ciertas funciones con respecto a los
seres humanos y un sistema contable tiene el cometido de supervisar el cumplimiento de
esas funciones.
En los últimos años, la explotación excesiva de ciertas funciones ambientales ha pasado
a ser contraproducente porque los beneficios de algunos tipos de utilización del
medio ambiente han producido desventajas con respecto a otros usos competitivos.
La explotación de la naturaleza ha alcanzado un punto en el que los seres humanos
están deteriorando sus propias condiciones de vida.
En este contexto, el concepto de sostenibilidad ha alcanzado una reciente
importancia, la explotación a corto plazo de los recursos del medio ambiente debe ser sustituida
por un concepto a largo plazo de preservación del medio con miras a la satisfacción de
las necesidades humanas y naturales. El concepto de sostenibilidad no debe
circunscribirse a abarcar la utilización sostenible del medio natural para fines humanos, sino que
debe asimismo incluir una perspectiva más amplia de los equilibrios naturales.
Estas concepciones repercuten en la concepción de un sistema integrado de
contabilidad ambiental y económica. Un marco integrado debe reflejar una síntesis de los puntos
de vista ecológico y económico.
Las cuentas nacionales contemplan la relación entre el medio ambiente y la
economía únicamente desde una perspectiva económica. La valoración normalmente se limita
a valores de mercado. La utilización del medio ambiente natural para fines económicos
no se tiene en cuenta en el cálculo de los costos en el Sistema de Cuentas Nacionales
(SCN) y no se refleja, por tanto, en las cifras globales importantes de las
cuentas nacionales, por ejemplo en el Producto Bruto Interno.
Algunas utilizaciones pueden registrarse no a precio de costo, sino como "otros
cambios en el activo", que reflejan variaciones en el valor de mercado del activo natural de que
se trate. El costo de la disminución de los recursos naturales incluye solamente los
gastos de extracción, mientras que las pérdidas de capacidad de generación de ingresos
para períodos de producción y generaciones futuras, causadas por una disminución de
la riqueza natural no se toma en consideración en las cuentas de producción del
SCN, sino que se registran como "otros cambios de activo" que no producen efectos sobre
los gastos o sobre el PBI.
Por ejemplo, si la tierra se usa como relleno sanitario de desechos, en el SCN sólo
se registran como costos los gastos de transporte de los desechos hacia el sumidero.
La pérdida de calidad de la tierra sólo se puede reflejar si el precio de mercado de la
tierras reflejan esas variaciones; sin embargo, esos usos del medio ambiente se
consideran como parte del costo en el Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica
Integrada (SCAEI). Por otro lado, los efectos sobre la salud humana pueden registrarse
asimismo en el SCN, si se efectúan gastos efectivos para restablecer la salud, pero éstos
tampoco se consideran como costos.
La mayor parte de los métodos de valoración de los beneficios y desventajas
no económicos del uso del medio natural se han establecido independientemente de
las cuentas nacionales, debido a que no se tienen en cuenta en las valoraciones
de mercado.
Así el activo tangible incluye partes del medio natural como la tierra y los bienes del
subsuelo en cuanto producen beneficios económicos a un propietario,
manifestándose la característica de proporcionar esos beneficios mediante el control de los activos
por una institución. Esto a menudo significa una propiedad explícita, sometida a
una legislación estatal en el caso de los bosques naturales y/o la existencia de un precio
de mercado. A esos activos se les designa como activos económicos. Desde un punto
de vista ecológico, ese campo de aplicación puede ser incompleto: los bosques
tropicales, por ejemplo, podrían tener un valor de mercado porque su producción de
maderas tropicales se vende a precios elevados de mercado, mientras que otras funciones
de esos bosques que podrían tener un valor no comercial desde un punto de vista
ecológico no se registran. Entre otras funciones de esos bosques cabe mencionar el
equilibrio climático mundial y su utilidad cultural y espiritual para las poblaciones indígenas.
Desde un punto de vista ecológico, los bosques tropicales son uno de los hábitats
más importantes para una gran variedad de animales y plantas. Además la valoración
de mercado de los activos no es la única forma de evaluación posible. Los activos
naturales pueden tener un valor de mercado que difiere sustancialmente de un valor
conjunto económico-ecológico, que no sólo refleja los usos económicos de esos bienes, sino
que abarca igualmente un campo más amplio de funciones ecológicas adicionales.
Un sistema contable ambiental y económico integrado debe, por
consiguiente, comprender no sólo los aspectos de mercado de las cuentas nacionales, sino
también aplicarse a un concepto más amplio de valoración económica-ecológica.
Desde un punto de vista ecológico, una tarea importante de cualquier política
ambiental consiste en equilibrar las necesidades de los seres humanos con los otros
organismos vivos (animales o plantas). Las actividades económicas no deben por lo menos a
largo plazo, dañar el medio ambiente. Por ejemplo, los servicios de eliminación de
desechos de la naturaleza deben utilizarse sólo en la medida en que las corrientes de
desechos pueden transformarse por procedimientos naturales en materiales que no son
peligrosos para el ser humano, los animales y las plantas. La utilización de la tierra para actividades
recreativas y otras actividades económicas no debe estar relacionada con una
mayor destrucción de ecosistemas.
En los últimos veinte años, se han hecho propuestas para modificar el Sistema de
Cuentas Nacionales con respecto a los factores ambientales. No obstante, la mayoría de
los expertos en cuentas nacionales rechazan esta posibilidad ya que las cuentas
nacionales se utilizan para muchos otros tipos de análisis. En consecuencia, se prefirió
establecer un sistema especial satélite fuera del marco tradicional de las cuentas nacionales
para describir las relaciones entre el medio ambiente y la economía.
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