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5.2 Concentración de contaminantes
Se entiende como contaminación a la acción y efecto de corromper, viciar o alterar algo. Al mismo tiempo, ambiente es lo que nos rodea, incluyendo elementos y seres vivientes. También es un conjunto, conformado por medios ecológicos denominado ecosistema. Por lo tanto, contaminación ambiental es corromper, viciar o alterar un ecosistema.
En 1979, Olguey definía la contaminación ambiental como la producida por la energía o por los materiales de desechos descargados al medio ambiente, que puedan dañar la salud humana y el mismo medio ambiente natural. En el caso de la salud humana los contaminantes pueden llegar al hombre por diferentes vías: el agua, el aire, el suelo, los alimentos o los productos de consumo. 5.2.1 Concentración vehicular
Existe improvisación en el sistema de transporte: número excesivo de vehículos públicos, un parque automotor elevado, las condiciones de tránsito, gran congestión debido también a las calles estrechas, calidad de los combustibles y falta de zonas o playas de estacionamiento.
Este problema también se enmarca en el contexto del desarrollo sostenible, en el cual la protección de la salud y del medio ambiente constituyen preocupaciones prioritarias.
Los vehículos son la principal fuente de algunos contaminantes que afectan la salud de las poblaciones, como el monóxido de carbono (CO), el dióxido de nitrógeno (NO2 ), los hidrocarburos que reaccionan fotoquímicamente en presencia de NO2 para formar ozono (O3) y las partículas en suspensión que contienen plomo (Pb).
El dióxido de nitrógeno, es un gas de color parduzco responsable del típico velo de "smog" en las ciudades contaminadas, puede producir transtornos respiratorios en las personas sensibles, por ejemplo los asmáticos y los niños de corta edad. El riesgo de enfermedades respiratorias aumenta aproximadamente el 20% en los niños expuestos a un incremento de 30 µg/m3 (microgramo por metro cúbico) durante varias semanas (por ejemplo en los hogares que para cocinar usan gas natural en vez de electricidad).
El ozono es un producto de las reacciones fotoquímicas que tienen lugar entre los hidrocarburos y los óxidos de nitrógeno, cuya presencia en la atmósfera de las ciudades se debe esencialmente a los vehículos automotores (60-80%). Las personas expuestas a concentraciones de ozono de 200-400 µg/m3 (superior a los valores admitidos por la OMS). O bien 150-200 µg/m3 (microgramo por metro cúbico) durante una hora como promedio, padecen inflamación pulmonar, disminución de la capacidad respiratoria y menor resistencia a las afecciones pulmonares.
La exposición a altas concentraciones de contaminantes de origen automotor tiene lugar en tres situaciones:
El monóxido de carbono (CO) en las ciudades afecta a las personas con lesiones cardiacas y proviene casi totalmente del tráfico vehicular. El dióxido de nitrógeno (NO2 ) tiñe la atmósfera y es un irritante respiratorio.
Aunque los factores de emisión se establecen en condiciones estandarizadas, la emisión efectiva de los vehículos en circulación aumenta significativamente con la edad de estos, las malas condiciones de mantenimiento y el desgaste del vehículo. 5.2.2 Concentración de partículas suspendidas en el aire y gases
La mayor parte de la población mundial está expuesta a una mezcla de contaminantes atmosféricos, peligrando la salud de miles de millones de personas en todo el mundo.
Este tipo de contaminación encuentra su causa más recargada en el sector minero. Los concentrados de cobre, plomo y zinc contienen de 30 a 35% de azufre, que se convierte en gases residuales sulfurosos calculados entre 530 mil a 580 mil toneladas por año, los cuales son liberados a la atmósfera.
En la ciudad de Chimbotedonde opera la única siderúrgica del país; es impresionante la estela de partículas de óxido de fierro que cubre la ciudad, casi permanentemente.
El ozono estratosférico que absorbe la parte nociva de los rayos ultravioletas procedentes del sol, juega un papel muy importante debido a su constante disminución.
Una de las mayores amenazas que se ciernen sobre nuestro planeta es el cambio climático provocado por el efecto invernadero, que se produce, fundamentalmente, por el incremento del dióxido de carbono CO2 en la atmósfera. La quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) emite grandes cantidades de CO2.
El cambio climático y la destrucción de la capa de ozono son las mayores amenazas al futuro de la vida en el planeta Tierra. Son dos problemas físicos diferentes, con causas concretas distintas e impactos específicos diferenciados. Sin embargo, existen vínculos entre ambos problemas, pues en los dos casos se deben a la acumulación en la atmósfera de gases producidos por la actividad industrial humana, en ambos casos las consecuencias son de ámbito planetario (evidentes ya hoy, y de largo alcance), y las soluciones parten de la necesidad de compromisos políticos desde el nivel internacional, hasta el local.
El calentamiento global del planeta por el efecto invernadero ha sido calificado como la mayor amenaza que afronta la vida en la tierra. El planeta está sufriendo un proceso acelerado de calentamiento global, debido a la acumulación en la atmósfera de una serie de gases que, procedentes de actividades humanas, retienen el calor que emana del sol, actuando como un abrigo o un invernadero. El principal responsable del incremento del efecto invernadero es el CO2 (dióxido de carbono), que se produce fundamentalmente en la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) para obtener energía.
La destrucción del ozono de las capas altas de la atmósfera está provocando un incremento de la radiación ultravioleta del sol que llega a la tierra. Las consecuencias son un aumento de los casos de cáncer de piel y de enfermedades oculares, así como daños sobre los ecosistemas marinos y terrestres.
La aparición sobre la Antártida, cada primavera, de un agujero o disminución de esta importantísima pantalla protectora de ozono, fue detectada por primera vez en 1981 por un científico del equipo antártico británico, y desde entonces se ha visto confirmada por las observaciones de los satélites. Desde la primera observación el «agujero» ha aumentado constantemente de tamaño, y en 1987 la capa de ozono era la mitad de espesa que en 1970.
Todos coinciden en que el ritmo natural de descomposición del ozono se ha acelerado considerablemente a causa de la presencia de átomos libres de cloro, desprendidos durante la descomposición de los clorofluorcarbonos (CFC) por encima de la capa de ozono.
La destrucción del ozono debido a las actividades humanas ha llegado ya al punto en que los dañinos rayos solares, los ultravioleta B (UV-B), llegan, en grandes zonas de la superficie terrestre, a niveles capaces de causar extensos daños a la vida.
Los impactos del daño provocado por los UV-B se han propagado por la tierra desde los mares polares a los prados alpinos, desde las más pequeñas bacterias a las grandes ballenas, desde los suministros de alimentos humanos a la incidencia de cánceres de piel y ceguera. Como las mediciones de la capa de ozono han mostrado una tendencia a la disminución continuada en la última década, hay una evidencia cada vez mayor de daño a la biósfera, lo que indica que el problema está extendiéndose y haciéndose más grave cada día.
Las dosis cada vez mayores de UV-B amenazan la salud y el bienestar humano, las cosechas, los bosques, las plantas, la vida salvaje y marina. Ya se conoce los impactos negativos del incremento de la radiación UV-B. 5.2.3 Sonora
En el Perú, la falta de una norma nacional, la carencia de una cultura del respeto al ambiente y a los derechos de los demás, así como el desconocimiento de los daños a corto y largo plazoque puede ocasionar el ruido, así como la alteración del sistema vascular y nervioso, y la capacidad auditiva generando casos de astenia (debilitamiento) y estados neuróticos, depende además del tiempo de exposición en el cual se encuentre. A mayor tiempo de exposición, mayor peligro, otros peligros que influyen son el tipo de ruido (continuo, impulsivo, etc.) la distancia de acuerdo a la sensibilidad, auditiva de cada persona, es decir la resistencia del organismo frente al ruido.
Esto lleva a que muchas veces no se tomen medidas efectivas, los cuales son muy necesarias para la salud, como el de incentivar la educación en los colegios, promover a la comunidad en general cultura ambiental y que cada persona sea consciente del derecho que tienen todos a la paz, tranquilidad y al silencio, fomentando de esta forma el cuidado y el respeto por el medio en que vivimos.
El ruido es otro problema y es la forma de contaminación más frecuente y subestimada, y se puede observar en el transito vehícular por los motores de los vehículos, claxon y la presión causada por las llantas con el suelo cuando van con mucha velocidad (más de 60 km/h). Asimismo, el transito aéreo y ferroviario, el movimiento de las hélices de los motores a reacción, los sistemas de escape, los vagones y rieles, las construcciones de inmuebles obras públicas y también dentro de la casa, factor informal, vendedor ambulante de cassettes, y en la formal la discoteca, salsódromos, locales de espectáculos, también son formas de contaminación.
El ruido es un sonido que a determinada intensidad y tiempo de exposición, produce daños (en algunos casos irreparables) en la capacidad de audición, además de otras reacciones psicológicas y fisiológicas en el organismo. La intensidad del ruido se mide en decibeles (dB). Una conversación normal se desarrolla por debajo de los 60 (dB).
Muchas personas, pero especialmente los animales, se alejan de zonas donde los ruidos son molestos o extraños, provocando en algunos casos la extinción de algunas especies porque abandonan su hábitat y no pueden resistir el cambio.
La contaminación sonora tiene como causas el ruido provocado, por el transito vehicular, aéreo y ferroviario, ruido de motores y maquinaria (al interior de las industrias), construcciones arquitectónicas y reparaciones de carreteras (taladros, neumáticos, grúas, mezcladoras, etc), música estrepitosa (discotecas, fiestas, vendedores ambulantes, etc.), aparatos electrodomésticos, explosiones en minería, petróleo, construcción civil, etc.
Esta contaminación afecta la salud humana con cansancio físico, irritación, dolores de cabeza, tensión muscular, mareos y náuseas, sordera temporal y permanente.
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