Los programas educativos
aplicados en nuestro país no contemplan la pluralidad cultural
de los grupos étnicos. Así de acuerdo a algunos
analistas "lo que la escuela ofrece no corresponde a las
necesidades y los referentes culturales y socio-económicos
de los educandos" (Barclay, 1991) colocando en situación
de desventaja a determinados grupos de nuestra población.
A pesar del evidente avance en la cobertura y el acceso a la educación logrados, debido a los esfuerzos del Estado para incorporar al conjunto de la población al sistema educativo, estos no presentan niveles uniformes. El nivel educativo de la población se define a partir de los años de estudio que ha logrado aprobar la población de 15 y más años. |
Así, el promedio nacional refleja que el 56% de la población de 15 y más años tiene algún nivel de educación secundaria y/o superior, el 31% cuenta con algún grado de primaria y el 13% no tiene ninguno o tiene preescolar. Esta situación comparada con décadas anteriores presenta un saldo positivo. Sin embargo, estas proporciones varían según área de residencia. Así, el incremento de los porcentajes de población sin nivel de instrucción y preescolar (29%) en el área rural es altamente significativo. El departamento de Loreto, cuya área rural concentra un importante porcentaje de población indígena, refleja las características señaladas. El 62% de su población tiene algún grado de primaria y presenta proporciones similares a las de las comunidades indígenas en los niveles superiores. | A pesar del evidente avance de la cobertura y acceso a la educación logrados, estos no presentan niveles uniformes. |
La marcada desigualdad étnica
existente en el área rural, y particularmente en la región
amazónica, incide en la profundización de la brecha
educativa.
En las comunidades indígenas el porcentaje de población sin nivel educativo y pre-escolar llega a 32%, superior al indicado para el área rural del país, diferenciándose aún más del señalado para el área rural del departamento. El 49% de la población indígena se concentra en el nivel primario, el 16% se encuentra en algún año de secundaria y sólo el 2.5% tiene algún año de educación superior. |
Si consideramos que la educación
constituye una inversión imprescindible para la construcción
de la ciudadanía, la integración social y la reducción
de la pobreza, los bajos niveles de educación en las comunidades
indígenas muestran las grandes desventajas de dichas poblaciones
en relación al resto del país.
Más aún al desagregar la información por sexo, ésta indica que la marginación de las mujeres es mayor. Así en la medida en que las poblaciones indígenas alcanzan mayores niveles educativos, las diferencias por sexo se incrementan. En los niveles de educación secundaria y superior la población masculina representa 21% y 4% respectivamente, mientras que en los mismos niveles la población femenina es sólo 10% y 2%. | La marcada desigualdad étnica existente en el área rural, y particularmente en la región amazónica, incide en la profundización de la brecha educativa. |