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MORTALIDAD INICIAL Para determinar los niveles de mortalidad de cada uno de los departamentos, se consideró como dato inicial, el nivel de mortalidad infantil obtenida del Censo de Población de 1993. Este nivel de mortalidad infantil resulta de aplicar el método indirecto, en el análisis de las preguntas sobre el número de hijos nacidos vivos y sobrevivientes por edad de la madre. (8) Establecidas las tasas de mortalidad infantil por sexo, se procedió a obtener las esperanzas de vida por sexo. Para determinar este indicador se trabajó con los modelos de tabla de vida de Coale Demeny, familias Sur y Oeste, y con el modelo de Naciones Unidas, del patrón Latinoamericano y General. Después de la evaluación a las esperanzas de vida obtenidas, se determinó que para el quinquenio base, 1990-1995, dichas tasas se ajustaban mejor con el modelo de Naciones Unidas, patrón General. Además se logró establecer que las esperanzas de vida calculadas eran coherentes con los niveles de mortalidad de la proyección nacional. En el Gráfico Nº 4.3, se aprecia que las mayores diferencias de las esperanzas de vida departamentales para el quinquenio 1990-1995, son muy significativas. Así, mientras Huancavelica, Cusco, Puno, Apurímac, y Ayacucho no alcanzan los 60 años de esperanza de vida al nacer, en el otro extremo, los departamentos de Ica, Arequipa, Moquegua, Tacna, Lima y Callao superan los 70 años. Más aán, se advierte que entre las tasas de esperanza de vida departamentales más contrastantes, se da una brecha de 23 años. Las brechas son más notorias en las tasas de mortalidad infantil, calculadas para el quinquenio 1990-1995. Así, mientras en Huancavelica dicha tasa es de 101 niños por mil y en Cusco, Apurímac y Ayacucho, algo más de 80 niños por mil, que mueren antes de cumplir el año de vida; en Lima es 27 y en el Callao 23, niños fallecidos por cada mil nacidos vivos. |