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3.1.- Consecuencias individuales
Durante los años de la adolescencia, los adolescentes enfrentan el reto de solidificar su identidad (Hauser & Bowlds, 1990; Hauser, 1991) y desarrollar autonomía e independencia. La maternidad, que significa mayor responsabilidad por parte de la adolescente supone mayores implicaciones para desarrollarse como sus pares en áreas de la educación, elección de una carrera, etc., lo que hace que el desarrollo de la adolescente pueda ser impedido por la maternidad precoz.
De esta manera, las adolescentes con edades comprendidas entre 15 y 19 años, que tienen hijos durante esta etapa de sus vidas, presentan mayores desventajas en todos los aspectos de su vida que sus pares, quienes postergan el embarazo para más adelante.
Investigaciones recientes indican que muchos de los resultados negativos del embarazo adolescente, tales como bajo nivel educativo y la pobreza, preceden ligeramente a la maternidad precoz. Estos resultados incluyen baja autoestima, bajos niveles de educación, bajos niveles de estabilidad conyugal de los padres y nacimientos en madres adolescentes solteras, inestabilidad laboral, altas tasas de pobreza y problemas de salud, tanto para la madre como para el niño, comparado a sus pares, quienes postergan el embarazo (Chase-Landsdale & Brooks-Gunn, 1994; Hayes, 1987).