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La presente investigación tiene
como fuente de información la Encuesta Nacional de Hogares
(ENAHO) 1997, realizada por el Instituto Nacional de Estadística
e Informática (INEI) en el cuarto trimestre de 1997. Los
resultados reflejan las características de las personas
entrevistadas que respondieron haber presentado alguna enfermedad
o accidente en los 6 meses previos a la ejecución de la
encuesta.
La población afectada se caracterizó
de acuerdo a variables demográficas, sociales y económicas.
Asimismo, se analizó el acceso a los servicios de salud
de la población enferma o accidentada, así como
la demanda insatisfecha y los motivos por el cual no accedieron
a estos servicios. También se investigó el gasto
por los hogares efectuado en materia de salud.
1. Del total de población entrevistada, el 23,8% declaró haber padecido de alguna enfermedad o accidente en los 6 meses previos a la ejecución de la encuesta. En cambio, el 76,2% no reportaron enfermedad o accidente. De la población afectada, el 22,8% manifestó haber sufrido de alguna enfermedad, mientras que el 1,0% expresaron haber padecido de algún tipo de accidente.
2. Las enfermedades o accidentes tienen
mayor incidencia en las mujeres que en los hombres. Así,
de cada 100 entrevistados hombres, 22 manifestaron haber padecido
de alguna enfermedad o accidente, mientras que 25 de cada 100
mujeres entrevistadas manifestaron lo mismo.
3. El riesgo de enfermarse o de accidentarse
en la población se presenta de manera diferenciada según
la edad. Los más afectados fueron los grupos de 0-5 años,
50-64 y 65 y más años, en 28,1%, 39,4% y 53,4% respectivamente,
expresando su mayor vulnerabilidad.
4. Las enfermedades o accidentes incidieron
en mayor proporción en la población, viuda, divorciada
o separada. Así, el 43,9% de estas personas estuvieron
afectados de alguna enfermedad o accidente, mientras las personas
casadas y los convivientes el 30,2% y el 25,1% respectivamente
habrían estado enfermas o accidentadas. Por otra parte,
los solteros fueron los menos afectados, alcanzando al 15,3% del
total.
5. Las enfermedades tendrían
mayor incidencia en la población que reside en hogares
de mayor tamaño. Así, el 62,3% de los entrevistados
que manifestaron haber padecido de alguna enfermedad o accidente
pertenecían a hogares conformados con más de 5 miembros.
6. La mayor proporción de población
enferma o accidentada, reside en hogares cuyos miembros integrantes
son niños y jóvenes. Así, el 66,4% de los
afectados residían en hogares cuyos miembros eran menores
de 30 años.
7. 6 de cada 10 personas enfermas o
accidentadas pertenecen a hogares donde por cada perceptor de
ingresos dependen entre 1 a 3 personas.
Capítulo II: Incidencia de enfermedades o accidentes, según características sociales y económicas.
8. Se presenta una relación
inversa entre el nivel educativo de la población y la incidencia
de enfermedades o accidentes. A mayor nivel educativo menor serían
son las probabilidades de presentar enfermedad o accidente.
9. Las enfermedades incidieron más
en la población analfabeta que en la alfabeta. Este problema
se presenta por área de residencia y en todos los ámbitos
geográficos estudiados.
10.Las enfermedades incidieron en el
24,1% de las personas entrevistadas que tenían cubiertas
sus necesidades básicas. En cambio, en la población
con al menos una necesidad básica insatisfecha el 23,3%
de la población padeció de alguna enfermedad o accidente.
11.La población desocupada (no
trabaja ni busca trabajo), es la que presenta la mayor proporción
de personas enfermas o accidentadas. Así, de cada 100 desocupados
29 respondieron haber sufrido de alguna enfermedad o accidente,
mientras 23 de los que trabajan padecieron de alguna enfermedad
o accidente.
12.Las enfermedades incidieron en el
28,7% de los empleadores o patronos, en el 26,5% de los trabajadores
familiares no remunerados y en el 25,8% de los trabajadores independientes.
13.En el área rural del país,
en la región de la Sierra y la Selva, se observa una mayor
incidencia de las enfermedades en la población de menores
recursos económicos. Así, del total de población
afectada de estos ámbitos el 44,9%, el 36,9% y el 29,7%
respectivamente pertenecían al estrato social de menores
ingresos (primer quintil).
14.La gran mayoría (84,5%) de
la población entrevistada que manifestó haber padecido
de alguna enfermedad o accidente reside en viviendas independientes,
el 4,2% en casa de vecindad, el 3,3% en departamento en edificio,
2,8% en choza o cabaña y el 2,8% en vivienda improvisada
15.Al indagarse acerca del material
predominante del piso de la vivienda, se encontró que
el 42,6% residía en viviendas con piso de tierra, el 35,1%
con piso de cemento, el 6,2% losetas, terrazos o similares,
el 5,9% de madera o entablados, 5,9% de parquet o madera pulida,
el 2,5% con piso de láminas asfálticas o similares
y el 1,8% con otro tipo de material.
16.El 64,3% de la población afectada
reside en hogares que se abastecen de agua mediante red pública.
De ellos el 56,1% tienen instalaciones de red pública
dentro de la vivienda, el 4,6% de pilón de uso público,
el 3,6% de red pública dentro del edificio pero fuera de
la vivienda. Mientras el 35,7% de los entrevistados que manifestaron
haber padecido de alguna enfermedad o accidente se abastecían
de agua mediante río, acequia, manantial (22,8%), pozo
(3,9%), camión cisterna (2,9%) y de otras fuentes (6,1%).
17.El 50,5% de la población enferma
o accidentada reside en viviendas que tienen instalaciones higiénicas
por sistema de alcantarillado, de ellos el 46,6% tiene dentro
de la vivienda y el 3,9% dentro del edificio pero fuera de la
vivienda. El 22,3% de la población enferma tiene en sus
viviendas como sistema de eliminación de excretas al pozo
ciego o negro y el 2,0% al río, acequia o canal. El 25,2%
de los entrevistados enfermos residen en viviendas que no cuentan
con ningún tipo de mecanismo eliminación de excretas.
Capítulo III: Cobertura en
atención de salud
18.La gran mayoría (84,2%) de
población entrevistada que manifestó haber padecido
de alguna enfermedad o accidente, recibieron atención
sea en establecimientos del sector público, privado, IPSS
o en establecimientos donde brindan atención no especializada
(botica, casa de curandero, etc).
19.La población enferma o accidentada
del área urbana accedió en mayor proporción
a los servicios de salud. Así, el 88,8% de los enfermos
recibieron atención en salud, mientras que los enfermos
o accidentados del área rural accedieron el 75,2%.
20.Por regiones naturales se observa
un acceso diferenciado a los servicios de salud, teniendo un
mayor acceso los enfermos o accidentados de la Costa y de Lima
Metropolitana. En cambio, los enfermos de la Sierra fueron los
que accedieron en menor proporción (75,6%).
21.Los niños menores de 5 años
y las personas de 65 y más años son los que accedieron
en mayor proporción a los servicios de salud. Así,
el 88,4% de los niños menores de 5 años y el 83,9%
de las personas enfermas de 65 y más años consultaron.
22.Existe una relación directa
y proporcional entre los niveles educativos y el acceso a los
servicios de salud. Así, cuanto mayor es el nivel educativo
mayor es el acceso a la atención y viceversa.
23.Se observa un mayor acceso a la consulta
por parte de la población de ingresos altos. Así,
el 90,1% y el 92,4% de la población perteneciente a los
estratos de ingresos altos (cuarto y quinto quintil) consultaron
para tratarse del mal que les aquejaba. Esta proporción
desciende en los estratos de ingresos bajos (primer y segundo
quintil) a 71,5% y 83,5% respectivamente. El mismo fenómeno
se observa en todos los ámbitos de estudio.
Capítulo IV: Acceso a servicios
de salud por tipo de establecimiento
24.Del total de población que
consultó, el 50,8% se llevó a cabo en establecimientos
del sector público (hospital, puesto o centro de salud
y URO comunal del MINSA y en hospital de las Fuerzas Armadas
o Fuerzas Policiales). El 22,6% de la demanda en salud fue cubierta
por los establecimientos del sector privado (clínicas,
consultorios particulares y domicilio del paciente). El 21,0%
de las consultas fueron absueltas por el Instituto Peruano de
seguridad Social (hospitales, postas y policlínicos). El
14,4% de las consultas se llevaron a cabo en el sector no especializado
(en farmacia o botica, en casa del curandero o con el huesero,
etc.).
25.Del total de consultas del sector
público, el 48,8% fue cubierto por el Ministerio de Salud.
De ellas el 28,8% se llevó a cabo en un centro o puesto
de salud, el 20,7% en hospitales y el 0,1% en UROs comunales.
26.Es de destacar el importante papel
que cumple el Ministerio de Salud, al brindar atención
en salud en los lugares más alejados y deprimidos del país.
Para ello, el MINSA ha expandido sus servicios beneficiando a
la población de menores recursos.
27.La población que accede a
los servicios del MINSA, mayormente tiene bajos niveles educativos.
Así, atendió al 56,5% de la población enferma
o accidentada que no tenía nivel educativo alguno o sólo
contaban con educación inicial. Al 50,9% con algún
año de educación primaria. En cambio, la población
enferma o accidentada con educación superior universitaria
el 24,6% consultó en establecimientos del MINSA.
28.La población que accede a
los servicios de salud del MINSA mayormente pertenece a hogares
pobres. Esta afirmación se comprueba al analizar el acceso
a estos establecimientos de acuerdo a la satisfacción de
necesidades básicas. Así, del total de personas
enfermas o accidentadas que pertenecen a hogares con necesidades
básicas insatisfechas, el 64,2% recibieron atención
en estos establecimientos. En cambio, del total de personas enfermas
o accidentadas con necesidades básicas satisfechas (no
pobres), el 38,4% consultaron en establecimientos del MINSA.
29.A los establecimientos de salud del
sector privado accedió en mayor proporción la población
no pobre, es decir los que tenían cubierta sus necesidades
básicas. Así, el 27,2% de los enfermos o accidentados
con necesidades básicas satisfechas consultaron en estos
establecimientos y principalmente en consultorios particulares
(17,6%). En cambio, la población enferma o accidentada
en situación de pobreza, es decir con necesidades básicas
insatisfechas el 15,8% fueron atendidos en estos establecimientos.
30.A los establecimientos de salud del
Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) accedió en
mayor medida la población afectada del área urbana,
donde de cada 100 consultas de este sector 27 se llevaron a cabo
en establecimientos del IPSS. Asimismo, el IPSS cubre mayormente
la demanda de la población de la Costa y de Lima Metropolitana.
31.Al analizar a la población
demandante del IPSS de acuerdo a la satisfacción de sus
necesidades básicas, se observa que accede mayormente la
población que tienen cubierta sus necesidades básicas.
Así, el IPSS atendió al 28,9% de la población
afectada con NBS y sólo al 9,4% de la población
afectada en situación de pobreza, es decir con necesidades
básicas insatisfechas.
32.Paralelo a los servicios que brindan
los establecimientos del sector salud (en los cuales atienden
profesionales de la salud), existe un sistema de cuidado, que
está integrado por las farmacias y boticas, casa de curandero
o huesero y otros lugares no especificados, estos establecimientos
absolvieron la demanda del 14,3% de la población afectada.
De este total el 7,8% cubrió las farmacias y boticas, el
3,0% la casa del curandero y el 3,5% otros establecimientos.
33.En este sector consultó mayormente la población analfabeta. Así del total de población afectada analfabeta, el 20,5% consultó en establecimientos de este sector, especialmente en casa del curandero.
Capítulo V: Demanda insatisfecha
de atención en salud
34.El 15,8% de los entrevistados que reportaron haber padecido de alguna enfermedad o accidente en los 6 meses previos a la ejecución de la encuesta manifestaron no haber recibido atención alguna para tratarse del mal que les aquejaba. La ENAHO de 1997, indagó acerca de las razones por las cuales no recibieron atención, llegando a determinar que el 62,2% de los que no consultaron fue por falta de recursos económicos, el 13,8% no desearon consultar, el 9,4% adujeron la falta de accesibilidad y el 5,0% a problemas de calidad en la atención.
35.Mayor proporción de mujeres
enfermas o accidentadas que hombres, no consultaron por problemas
económicos. Así, el 64,8% de las mujeres no habrían
consultado por falta de recursos económicos, mientras que
el 59,3% de los hombres no lo habrían hecho por este
motivo.
36.La población que no consultó
por razones económicas presenta bajos niveles educativos.
Así, el 68,2% sin nivel de educación o sólo
con inicial y el 68,9% con educación primaria indicaron
como motivo de no consulta la falta de recursos económicos.
La población con educación superior universitaria
que no consultó por este motivo desciende al 20,6%.
Capítulo VI: Gasto en salud
37.La gran mayoría (81,5%) de la población entrevistada que padeció de alguna enfermedad o accidente, gastó en materia de salud, sea en consultas, medicinas, rayos x, análisis, otro tipo de exámenes, etc. Sólo el 18,5% de la población entrevistada que padeció de alguna enfermedad o accidente no gastó en el tratamiento de la enfermedad.
38.La población enferma o accidentada
que reside en el área urbana, en la Costa y en Lima Metropolitana
gastaron en mayor proporción en materia de salud. Así,
el 85,9%, el 86,8% y el 88,6% de la población afectada
de dichos ámbitos respectivamente, realizaron gastos para
tratarse del mal que les aquejaba.
39.Del total de gasto efectuado en el
tratamiento de la enfermedad, el 69,6% fue destinado a la adquisición
de medicinas, el 14,6% para consulta, el 9,0% en análisis,
el 2,9% en rayos (x) y el 3,9% en exámenes diversos.
40. El gasto promedio efectuado por
la población enferma o accidentada para tratarse del mal
que le aquejaba es de 28,5 nuevos soles. Este gasto promedio incluye,
el monto que podría haber desembolsado en consulta, compra
de medicinas, rayos x, análisis y otro tipo de exámenes
requeridos.
41.En Lima Metropolitana el gasto promedio
en salud se ubica en 39 nuevos soles, 5,7 nuevos soles más
que el gasto realizado en las ciudades capitales de departamento,
14,4 nuevos soles más que el gasto en salud de las ciudades
menores.
Capítulo VII: Caracterización
de las enfermedades más comunes
42.Según los resultados de la
ENAHO 1997, el 25,4% de la población que manifestó
haber padecido de alguna enfermedad o accidente, estuvo afectado
de alguna enfermedad del sistema respiratorio.
43.Las enfermedades del sistema respiratorio
incidieron en mayor proporción en la población masculina
que en la femenina. De cada 100 hombres entrevistados enfermos
28 estuvieron afectados de enfermedades de este tipo, mientras
que de cada 100 mujeres enfermas 23 respondieron haber padecido
de alguna enfermedad del sistema respiratorio.
44.Las enfermedades del sistema respiratorio
incidieron más en el grupo de edad de 0 a 4 y de 5 a 14
años. De cada 100 enfermos menores de 5 años 46
fue por enfermedades del sistema respiratorio. Asimismo, de cada
100 enfermos de 5 a 14 años 44 fue por ésta enfermedad.
45.Las enfermedades del sistema respiratorio
incidieron en mayor medida en las personas que residen en viviendas
improvisadas y en quinta. Así, un poco más de la
tercera parte de las personas enfermas que residían en
este tipo de viviendas sufrieron de enfermedades del sistema
respiratorio.
46.Otra enfermedad que incidió
en 4,1% de las mujeres son las del sistema reproductivo y mamas.
Esta enfermedad afectó en mayor proporción en las
ciudades capitales de departamento (5,9%), en la Sierra (4,9%)
y en las ciudades menores (4,8%).
47.Las enfermedades del sistema reproductivo
y mamas incidió en mayor proporción en las mujeres
en edad fértil. El 84,4% de las mujeres afectadas con
ésta enfermedad tenían edades comprendidas entre
los 15 y 49 años.
48.El 67,5% de las mujeres afectadas
de enfermedades del sistema reproductivo y mamas tenían
pareja: casadas el 44,4% y convivientes 23,1%.