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³                       RESUMEN EJECUTIVO                              ³
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1.   El presente estudio tiene como prop¢sito generar estimaciones de la 
     Demanda  de  Planificaci¢n Familiar  y  sus componentes tales como: 
     Prevalencia  Anticonceptiva,  Demanda  No  Satisfecha y  Falla  del 
     M‚todo,  para los departamentos y provincias  del pa¡s.

2.   Para la  definici¢n  de la Demanda de Planificaci¢n  Familiar y sus  
     componentes se utiliza el m‚todo propuesto por Charles Westoff  que 
     se  aplica  £nicamente  a  las mujeres  casadas o  convivientes por 
     considerarlas  m s expuestas al riesgo de embarazo,  esto es que se 
     except£an a las mujeres que no est n en uni¢n conyugal.

3.   Seg£n el Censo de 1993,  en el pa¡s se  empadronaron 5 millones 630 
     mil 378  mujeres en edad f‚rtil,  el 56,1%  declararon estar unidas  
     maritalmente, el 75.6% de estas mujeres unidas, es decir 2 millones 
     388 mil 824 estar¡an demandando servicios de Planificaci¢n Familiar.

4.   Del total de mujeres en uni¢n conyugal 526 mil 640 (16.7%) estar¡an 
     con Demanda No Satisfecha de Planificaci¢n Familiar, es decir,  son 
     mujeres que pese a no desearlo quedaron embarazadas presumiblemente  
     por falta de informaci¢n y  acceso a los servicios de planificaci¢n 
     familiar.

5.   El grupo  de mujeres unidas,  que estar¡an  usando alg£n  m‚todo de 
     Planificaci¢n familiar es de un mill¢n 799 mil 290, un tanto m s de 
     la mitad del total  de casadas o convivientes y cerca de la tercera 
     parte de las mujeres entre 15 y 49 a¤os de edad.

6.   Un peque¤o n£mero de mujeres unidas 62 mil 898 quedaron embarazadas 
     pese a estar usando alg£n m‚todo de Planificaci¢n Familiar por ello 
     se las considera como demandantes de m‚todos m s seguros.

7.   La educaci¢n  es  un  factor  preponderante  en  el uso de  m‚todos 
     anticonceptivos. Esto se muestra claramente cuando la proporci¢n de  
     mujeres usuarias actuales  con estudios superiores  (72,5%) es algo 
     m s  del  doble de las mujeres sin nivel de instrucci¢n (34,1%).

8.   El  rea de residencia indica la accesibilidad de las usuarias a los 
     servicios de Planificaci¢n Familiar.  Las  residentes de  las  reas 
     urbanas que actualmente usan m‚todos anticonceptivos tienen mayores 
     facilidades,  son el 63.7%,  encuanto que  en el  rea rural solo el 
     39.8%.  Por  otro lado,  es importante  se¤alar  que la  Demanda no 
     satisfecha  de las mujeres residente en las  zonas rurales  (25.3%)  
     duplican cuantitativamente aquella de las zonas urbanas (13.2%). 

9.   La distribuci¢n  departamental de la Demanda Total de Planificaci¢n  
     Familiar se divide  en dos grandes grupos:  uno,  los departamentos  
     con m s de 100 mil mujeres demandantes y  otro con cantidades abajo 
     de este valor. En el primer grupo se encuentra el 70.8%  del  total 
     de poblaci¢n demandante y adem s cuenta con el departamento de Lima 
     donde se localiza la tercera parte de la demanda total nacional.

10.  El segundo grupo,  apesar de contar con menor cantidad de poblaci¢n 
     demandante,  debe  recibir  una  atenci¢n  especial  dado   que  en 
     departamentos  como  Loreto,  Ayacucho,  Huancavelica,   Apurimac y 
     Amazonas  presentan los mayores niveles de  fecundidad y mortalidad 
     infantil del pa¡s.
 
11.  En el  mbito Provincial, el nivel ®Muy Bajo¯ de la demanda total de 
     Planificaci¢n   Familiar  (70% menos),   est    compuesta  por   55 
     provincias  que  se  localizan en  la  sierra  y  selva  del pa¡s y 
     concentran 311 mil mujeres.

12.  A su  vez,  el  nivel  ®Bajo¯  (entre  70,1%  y  74,9"),  agrupa 64 
     provincias  que totalizan 497 mil mujeres.  A  pesar de contar  con  
     algunas provincias localizadas en al regi¢n coste¤a la gran mayor¡a 
     de ellas est n situadas en la sierra y selva.

13.  En t‚rminos cuantitativos,  el nivel  ®Medio¯ (entre  75%  y 78,9%)  
     dela demanda de Planificaci¢n Familiar se presenta bastante similar  
     al nivel anteriormente descrito. Est  compuesto por 495 mil mujeres 
     distribuidas en 53 provincias. Debe se¤alarse que en este  nivel se  
     encuentran  casi  todas las provincias de Puno,  sin embargo,  est  
     conformado por la mayor¡a por provincias coste¤as.

14.  Finalmente, el nivel ®Alto¯ (79% o m s) de la demanda cuenta con 16 
     provincias y aglomera la gran mayor¡a de la poblaci¢n, un mill¢n 86 
     mil  mujeres.  Obviamente  este  valor  incluye la poblaci¢n  de la 
     Provincia de Lima.        
    
15.  Para  lograr  las  estimaciones  se  combina  la informaci¢n de dos 
     fuentes de datos, la ENDES II y el Censo de Poblaci¢n y Vivienda de 
     1993. De la Endes se obtiene las tasas de demanda de  planificaci¢n  
     familiar a nivel regional;  del Censo la poblaci¢n femenina en edad 
     f‚rtil,  casada  o conviviente,  para cada una de las provincias.

16.  El m‚todo de estimaci¢n considera una variable dependiente quees la 
     demanda de planificaci¢n familiar o cualquiera de sus componentes y  
     variables  independientes o  explicativas que hayan sido estudiadas 
     tanto en la Endes como en el Censo. 

17.  Para la  selecci¢n  de las variables  independientes se  recurre en 
     primera  instancia  al conocimiento  pre  existente  y a evidencias 
     emp¡ricas sobre la relaci¢n entre el uso de m‚todos anticonceptivos  
     y  el contexto sociodemogr fico de forma que se obtiene un conjunto 
     de variables  consideradas como predictoras.  Luego se  recurre  al  
     An lisis   Discriminante  como un  instrumento  que  proporciona la  
     Estad¡stica para definir t‚cnicamente dos variables de mayor fuerza 
     predictora.

18.  Para facilitar un posterior proceso de evaluaci¢n de los resultados 
     del  trabajo,  se revisa  la  informaci¢n  base  utilizada  en  las  
     estimaciones provinciales. Para ellose estudian algunas estructuras 
     formadas con los datos de la Endes y del Censo primero por separado 
     y luego en conjunto.

19.  En relaci¢n a la informaci¢n que proporciona la Endes se aprecia en  
     primer t‚rmino, que el peque¤o n£mero de casos que interviene en el  
     c lculo  de  las tasas  de  demanda  en las  distintas  categor¡as, 
     introduce errores importantes igualmente se deduce que las tasas de 
     demanda est n afectadas por cierto sesgo hacia la parte urbana,  lo  
     que  produce una sobre estimaci¢n en el caso del uso actual, y sub-
     estimaci¢n en la demanda insatisfecha.

20.  La informaci¢n censal muestra solidez en el n£mero de casos, a£n en 
     las provinciasde menor poblaci¢n. Las categor¡as de No Especificado  
     requieren  de  un manejo  especial  para  que  no  influyan  en las 
     estructuras.

21.  Las  estructuras  de poblaci¢n  de  la  Endes y  del Censo muestran 
     bastante similitud, aspecto que lleva a pensar que las estimaciones  
     est n  m s  cerca de la fecha de la encuesta que  del censo.

22.  La  comparaci¢n  entre los   resultados  regionales  de  las  tasas 
     estimadas  y   calculadas con  la  Endes  muestran  una  coherencia 
     satisfactoria,  con discrepancias  m¡nimas  en  la  mayor¡a  de las
     regiones y a£n enel promedio nacional. Las mayores discrepancias se  
     observan  en  la regi¢n  Ucayali,  donde  en n£mero de casos en  la  
     encuesta es peque¤o, y la poblaci¢n de sus provincias es igualmente 
     peque¤a.