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     ³ 1.5. COMENTARIOS AL TEMA: POBLACION Y POBREZA EN EL MARCO DE LA ³
     ³              TRANSFORMACION PRODUCTIVA CON EQUIDAD              ³
     ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
                      COMENTARISTA N§ 1 : Samuel Morley
                   Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
                               Nueva York, USA 


        En relaci¢n con el tema de esta sesi¢n me gustar¡a comentar dos
        aspectos en particular:  primero,  lo  que  el  trabajo de Rosa
        Flores  dice  sobre  el  problema  de la pobreza en el Per£, y,
        segundo, la conexi¢n entre crecimiento de la poblaci¢n, pobreza
        y desigualdad, y sus implicaciones pol¡ticas.

        En lo que se refiere al problema de la pobreza, primero tenemos
        que reconocer el trabajo que Rosa Flores ha producido en cuanto
        a estad¡sticas  de pobreza en el Per£.  La pol¡tica depende del
        reconocimiento  de la realidad. El trabajo de Rosa Flores y del
        FONCODES  (Fondo  de  Compensaci¢n  y  Desarrollo  Social)  nos
        ayudaron mucho en ese aspecto y deseo llamar la atenci¢n  hacia
        la dimensi¢n regional de la pobreza en el Per£,  ya que en este
        pa¡s ‚sta tiene caracter¡sticas un poco diferentes a  las    de
        otros pa¡ses.

        Sabemos perfectamente que la Sierra y la Selva son las regiones
        m s pobres del Per£. Algo que en este informe de Rosa Flores no
        se  dice, pero  que s¡ se ha dicho en otros de sus trabajos, es
        que  la recuperaci¢n desde el a¤o 1991 tuvo un efecto mucho m s
        positivo en la Costa y en Lima que en la Sierra y la Selva.

        Tambi‚n  sabemos   que   el  crecimiento tiene impacto sobre la
        pobreza. En el Per£, la pobreza total cay¢ del 54   al   47%, y
        esto  con  relaci¢n  a un crecimiento del ingreso per c pita de
        aproximadamente 10%.  Esto  implica  una elasticidad de pobreza
        con  respecto  al  ingreso  de  aproximadamente 1.4, lo cual es
        bajo. La experiencia en los pa¡ses es que la pobreza baja un 2%
        por  cada 1% de crecimiento de la econom¡a. Medido como ingreso
        per c pita, en el Per£ el valor es menor, y creo  que  la raz¢n
        es el problema de la Sierra y la Selva, regiones  a  las cuales
        no  lleg¢ el crecimiento de los a¤os 1991 a 1994.  Por ejemplo,
        seg£n  los n£meros de un informe anterior de Rosa Flores, entre
        1991 y 1994 la pobreza total en Lima disminuy¢ de 49% a 33%. En
        la  Costa  urbana  la pobreza cay¢ del 55 al 44%.  En la Sierra
        urbana, la pobreza total baj¢ de 47 a 46%, o  sea,   casi nada,
        mientras  que  en  la   Sierra  rural    pas¢  de  58 a 66%. En
        conclusi¢n, el crecimiento en el Per£ parece darse en el sector
        moderno,  en  Lima  y  en  la Costa, y no en la Sierra ni en la
        Selva. Considero que esto es  un  problema  serio para el pa¡s,
        que se refleja en el consumo real per c pita  que  muestra   el
        informe de Rosa Flores.  En Lima, el consumo per c pita  creci¢
        un 13% entre 1991 y 1994.  En la  Costa urbana  aument¢ 17%, en
        la  Sierra  un  4%,  y  en  la  Sierra  rural un 1%. O sea que,
        realmente, el crecimiento no llega a esa gran  regi¢n del Per£.

        Ahora bien, eso crea un problema en cuanto a entender  c¢mo  es
        que  esas  dos  regiones  est n  desligadas  del    proceso  de
        crecimiento  del  sector  moderno.   Esto   representa  un gran
        obst culo para la lucha contra la pobreza, ya que mucho   de la
        pobreza en el Per£ est  exactamente en la Sierra y la Selva. La
        pol¡tica  tiene  que  encontrar  una  manera  de  aumentar  las
        relaciones entre el sector moderno de la Costa y  Lima  con  la
        zona de la Sierra y la Selva.

        La  segunda  realidad   que  llama  la  atenci¢n es que el gran
        porcentaje  de  pobreza  es  rural.  Es  un poco diferente a la
        realidad  del  resto  de  Am‚rica  Latina,  seg£n indica V¡ctor
        Tokman, ya que en otros pa¡ses la pobreza est  aumentando en el
        sector urbano. En el Per£, dos tercios de la pobreza extrema es
        rural.  Entonces,  en  cualquier  pol¡tica  de  pobreza se debe
        encontrar una manera de ayudar al sector rural,  y  tambi‚n hay
        que  investigar  si las pol¡ticas del gobierno ayudan, o por el
        contrario  crean obst culos, al sector rural.  Esto es algo que
        hay  que  investigar y entender mejor: ¨por qu‚ el sector rural
        no puede crecer? Obviamente,  es   importante, porque muchos de
        los pobres trabajan en este sector.

        Otra   situaci¢n   que llama la atenci¢n  es  la   cantidad  de
        necesidades  b sicas  insatisfechas    (como   se   ve  por  la
        desnutrici¢n,   analfabetismo  e   inasistencia escolar) en las
        zonas m s pobres, especialmente en  la Sierra y la Selva.  Esto
        refleja lo que Reynaldo Bajraj dijo: que eso va a significar la
        transmisi¢n de la pobreza de una generaci¢n a otra.  Esto    es
        algo muy serio: casi un 50% de las mujeres  de  las  zonas  m s
        pobres  son  analfabetas,  dos   de  cada  tres ni¤os sufren de
        desnutrici¢n, un 20% de los ni¤os no  asisten a la escuela.  Va
        a ser dif¡cil romper esta transmisi¢n  intergeneracional  de la
        pobreza.

        Pasando  ahora  al  documento  de Reynaldo Bajraj; este estudio
        presenta  una  elocuente  defensa  de  la  importancia  de   la
        educaci¢n para romper la transmisi¢n de la pobreza, con lo cual
        estoy totalmente de acuerdo.  Para los pa¡ses que todav¡a est n
        en  la  fase  de  crecimiento  r pido  de la poblaci¢n, eso nos
        presenta una gran oportunidad y un gran  riesgo.  Si invertimos
        en  educaci¢n podemos romper  este   c¡rculo vicioso de pobreza
        intergeneracional,  porque  tenemos  muchos  j¢venes  que est n
        entrando  a  la  fuerza  de  trabajo.  Entonces,  si    podemos
        educarlos, ellos mismos van a cambiar totalmente  la  capacidad
        de  esa fuerza de trabajo.  La situaci¢n es diferente en pa¡ses
        con  un  bajo  crecimiento  poblacional,  ya  que  es mucho m s
        dif¡cil  educar  a  un  adulto que a un ni¤o.  Si  no  logramos
        aumentar la educaci¢n en pa¡ses  como el Per£, el riesgo es que
        estemos  condenando a m s de una generaci¢n a vivir en una alta
        pobreza por m s de veinte a¤os.  Realmente  ser  dif¡cil evitar
        esto, y obviamente mi Banco est  totalmente convencido  de   la
        importancia de esta situaci¢n, por lo que estamos haciendo todo
        lo  posible para aumentar nuestros programas de apoyo al sector
        educaci¢n y, en especial, a la educaci¢n b sica.

        En  cuanto  a  la conexi¢n entre el tama¤o de las familias y la
        desigualdad,   es   evidente   que  un  factor importante es la
        diferencia en la tasa de dependencia  en  diferentes  tipos  de
        familias.  Por  ejemplo, comparando el estrato m s pobre con el
        estrato m s rico en el Per£, existe una diferencia de  4  veces
        en  la tasa  de dependencia entre ambos estratos, o sea que las
        familias m s pobres son las m s grandes, y esto es  igual    en
        todos  los  pa¡ses  de  Am‚rica Latina. Ahora bien, si se puede
        tener en el estrato m s  bajo la misma  tasa de dependencia que
        la media de la econom¡a, esto disminuir¡a la  diferencia  entre
        el  m s alto y el m s bajo en un 50%. Entonces, el tama¤o de la
        familia es un factor important¡simo  en  la  desigualdad. Pero,
        m s que eso, todas las investigaciones  actuales  indican   que
        existe  una  relaci¢n  positiva entre equidad y crecimiento. Yo
        creo que un factor que explica  esta  situaci¢n  es  que en los
        pa¡ses  en  que  los  pobres  ganan  m s, se tienen condiciones
        financieras para enviar y mantener a sus hijos  en  la escuela.

        En pa¡ses como el Per£,   en los que existe un grupo muy grande
        de  familias  numerosas pobres, es dif¡cil mandar a los hijos a
        la  escuela,  y  ‚ste  es  otro  factor  que  contribuye   a la
        continuidad   de   la   pobreza,   o   lo  que llamanos pobreza
        intergeneracional.

        Para  terminar,  estoy  de  acuerdo  con  la  importancia de la
        educaci¢n en la soluci¢n del problema de la  pobreza  y  de  la
        desigualdad.  Creo,  sin  embargo, que al mismo tiempo se tiene
        que  enfatizar  la   gran   importancia  de  una    pol¡tica de
        crecimiento a corto plazo, porque para la masa de   la  mano de
        obra en un pa¡s como el Per£, con bajos niveles de   educaci¢n,
        de  entrenamiento  y de productividad, la pol¡tica educativa no
        va a llegar.  Entonces,  por un lado, en el corto plazo hay que
        tener  una  pol¡tica eficaz de desarrollo de la educaci¢n.  Por
        otro  lado,  se  debe  tener  una  pol¡tica  de    crecimiento,
        especialmente un crecimiento ligado a los productos  que    esa
        poblaci¢n  adulta  pobre  puede  producir,  como  por   ejemplo
        recursos  naturales,  productos   de la agricultura.  Estoy  de
        acuerdo en que la educaci¢n es importante como soluci¢n para el
        largo plazo, pero para ayudar a  los  pobres en el corto plazo,
        tambi‚n hay que pensar y concentrarse en una pol¡tica eficaz de
        crecimiento vinculada a los sectores en que los pobres de ahora
        trabajan. Esto implica, yo creo, que se ponga especial atenci¢n
        a la Sierra y la Selva, y tambi‚n al sector de la agricultura.