![]() ![]() ![]() |
|
Ŀ 4.1 ALGUNAS INTERRELACIONES ENTRE POBREZA Y DINAMICA DEMOGRAFICA1 Jorge Martnez Pizarro Convenio Banco Interamericano de Desarrollo/Centro Latinoamericano de Demografa (BID/CELADE), Santiago, Chile Introduccin El problema de la pobreza en Amrica Latina no es nuevo, as como tampoco lo es la inquietud por l. Su estudio forma parte de un exten- so acervo de conocimiento y constituye un campo de inters para nume- rosos segmentos de las sociedades, muchos de los cuales habitualmente han reclamado para s el reconocimiento de su aporte a la comprensin del fenmeno. Por diversas razones, el panorama ya no es idntico al que poda identificarse hasta hace algunos aos. En la actualidad, la preocupacin se distingue por el hecho de que la discusin tradicional sobre sus causas y consecuencias, inspirada con frecuencia en un deba- te ideolgico, ha perdido vigencia y han pasado a tener mayor peso los referentes tcnicos sobre la forma de medicin de las situaciones de pobreza, de su caracterizacin y, en especial, de la superacin del problema, todo ello en un marco de relativo consenso. Como quiera que sea, la discusin en ningn modo est obsoleta, sobre todo si se trata de rescatar perspectivas que no han sido mayormente desarrolladas y cuyos contenidos podran aportar elementos de juicio, tanto para la caracterizacin del fenmeno mismo como para la elaboracin de las es- trategias de la lucha contra la pobreza. En este trabajo se presenta, en primer lugar, una breve descrip cin de las tendencias de la pobreza en los ltimos aos en Amrica Latina y de las principales metodologas de medicin del fenmeno. Es- to configura el marco de referencia para abordar luego el objetivo principal de este trabajo: el anlisis y discusin de las interrela- ciones entre las situaciones de pobreza y ciertos aspectos sociodemo- grficos vinculados con el crecimiento de la poblacin. Se plantean algunas interrogantes sobre las relaciones entre pobreza y crecimiento demogrfico, procedindose a destacar los contenidos y los aportes de las nociones de poblacin y desarrollo y estrategias de superviven- cia, buscando dar sentido a tales relaciones. As, se describen las caractersticas de los componentes demogrficos en situaciones de po- breza y de ciertos fenmenos vinculados a la reproduccin intergenera- cional de aquella, destacndose la maternidad temprana y el trabajo infantil. La siguiente seccin termina con la proposicin de un con- junto de hiptesis generales y lneas de investigacin que ya han comenzado a ser recogidas. 1. Tendencias de la pobreza en Amrica Latina La preocupacin por el problema de la pobreza en Amrica Latina se ha visto reforzada en los ltimos aos ante la constatacin de su ten- dencia ascendente. En varios pases, durante la dcada de los aos 80, se revirti la tendencia decreciente de su incidencia, que haba per- durado desde la posguerra. Estimaciones para la regin como un todo indican que el porcentaje de personas bajo la lnea de pobreza habra pasado del 43 al 46 % de la poblacin total entre 1986 y 1990, hecho claramente detectable en los pases de mayor tamao demogrfico. En trminos absolutos, en 1990 haba unos 200 millones de personas en si- tuacin de pobreza en la regin (CEPAL, 1992), la mayor cifra histri- ca que se ha detectado en la misma. Por otro lado, en los primeros aos de la actual dcada la tendencia creciente de la pobreza se habra modificado, a su vez, en algunos pases. Sin embargo, tal proceso ha sido lento, por lo menos si se le compara con la recuperacin de algunos ndices de dinamismo de la economa. Esto sera parte de un fenmeno de asimetra, en que el crecimiento econmico ira acompaado de mejoras modestas o leves en los ndices de pobreza, en tanto que en perodos recesivos o de estancamiento econmico, el efecto de incremento sobre dichos ndices ha sido mucho mayor (CEPAL/CELADE, 1993). La pobreza en Amrica Latina es ms extendida en las reas rurales que en las ciudades. As se desprende de las estimaciones para 1990, donde los pobres representaban un 61% de la poblacin en zonas rurales, frente a un 39% en las zonas urbanas. Sin embargo, dado que muchos pa- ses tienen un predominio de poblacin urbana, en nmeros absolutos los pobres son mayoritariamente urbanos, alcanzando casi al 60% de toda la poblacin pobre (CEPAL, 1992). La situacin que se presenta en los pases es diferente segn el grado de desarrollo econmico alcanzado. Hay pases donde la pobreza es masiva, y lo ha sido siempre. Hay otros donde la incidencia es menor y la superacin del problema, en apariencia, no requerira de medidas tan drsticas y de largo plazo como para terminar, al menos, con las situa- ciones ms extremas (como sera el caso de la falta de disponibilidad de agua potable y saneamiento para algunos grupos de la poblacin). Es- ta consideracin es muy importante, porque si bien a fines de los aos 80 los guarismos de pobreza tendieron a acercarse entre los pases, lo cierto es que tras esas cifras hay diferencias significati- vas en la infraestructura social que condicionan el problema de la pobreza ms a la falta de ingresos que a la satisfaccin de muchas ne- cesidades bsicas donde ellas estn ms atendidas. De este alcance se deduce que es necesario tocar un aspecto clave: las metodologas de me- dicin de la pobreza. 2. Una nota sobre las metodologas de medicin de la pobreza En general,suele haber acuerdo en que la pobreza es un concepto que expresa una situacin en la que las personas no pueden satisfacer una o ms necesidades bsicas, y no pueden tampoco participar plenamente en la vida social. Se trata entonces de un fenmeno multifactico que, por lo mismo, involucra una heterogeneidad de situaciones nada fciles de distinguir y que, adems, tampoco se representan en un nico indicador. Salta a la vista que cualquier criterio para medir la pobreza se elabo- ra a partir de un concepto normativo con relacin a ciertos valores dominantes que la sociedad define. La medicin de una situacin de este tipo es, entonces, un hecho complejo, discutible, cuya solucin est lejos de haber sido lograda. Teniendo en cuenta estas limitaciones, hay que destacar, sin embargo, que en Amrica Latina los especialistas se han puesto de acuerdo en que a lo menos dos criterios - implementados en distintas variables- permi- ten una mejor aproximacin a la medicin y descripcin de la pobreza y pueden, adems, complementarse integrndose en una tercera opcin . Es- tos mtodos son el criterio de ingresos o lnea de pobreza (al que aluden las cifras antes sealadas) y el enfoque de las necesidades b- sicas. La utilizacin de cualquiera de ellos no es indistinta, ya que depende de la realidad de cada pas y tiene implicaciones diferentes. Interesa mencionar que considerando las variables habitualmente emplea- das en estos enfoques podran incluirse aquellas de orden demogrfico, en la medida que se trata de factores que tambin forman parte de la pobreza y que resultan ser fcilmente aplicables. Desde luego, no deben desconocerse los esfuerzos pioneros reali- zados en el pasado para obtener mediciones que, de alguna u otra forma, se remitan a la identificacin de grupos pobres. Es el caso, por ejem- plo, de los numerosos estudios de distribucin del ingreso, y de distincin y definicin de clases sociales. Algunos de ellos contienen propuestas difcilmente viables -aun hoy- para la medicin de los pro- blemas que se persegua estudiar, en razn de la disponibilidad de informacin; otros reportaron importantes reflexiones que han pasado a formar parte del acervo de conocimiento en torno al tema que actualmen- te se conoce como inequidad social. 2.1 Lneas de pobreza En trminos muy resumidos, la lnea de pobreza define a sta por referencia a un ingreso mnimo requerido para satisfacer necesidades bsicas. Este enfoque consiste en la definicin de una canasta normati- va alimentaria o nutricional para un hogar. La llamada canasta de subsistencia se construye a partir de las necesidades y hbitos de con- sumo de los hogares segn su composicin en un momento determinado, calculndose su costo. Tal costo es el que define la lnea de indigen- cia o pobreza extrema. Al relacionarse el gasto total de un hogar con el de alimentos, se tiene un factor que se multiplica por la lnea de indigencia, obtenindose de este modo la lnea de pobreza. Habitualmen- te ese factor es 2 2.5 veces el valor de la canasta, y surge del supuesto que para vivir en condiciones normales las familias deberan destinar a lo ms la mitad de su presupuesto a la alimentacin, y el resto a las necesidades de vestuario, educacin, movilizacin, vivien- da y otras, lo cual se apoya en diversas evidencias (PNUD, 1990). Se trata entonces de un criterio claramente normativo. Es decir, la lnea de pobreza incluye a los hogares que son pobres por la va de la insuficiencia de ingresos. Aquellas personas pertene- cientes a hogares cuyo ingreso per cpita no alcanza para satisfacer las necesidades alimenticias o nutricionales de todos los miembros, son indigentes (bajo la lnea de indigencia); en tanto que las personas de aquellos hogares con ingresos que alcanzan para satisfacerlas pero son insuficientes para cubrir otras necesidades de consumo, representan a los pobres no indigentes. Ambos conjuntos abarcan a las personas que se sitan bajo la lnea de pobreza. En general, en un contexto de pases en desarrollo, aquellos menos desarrollados tienen casi permanentemente los ms altos porcentajes de pobreza e indigencia, en tanto que pases ms desarrollados pueden tener menor incidencia de los mismos, con la salvedad de que los ndi- ces pueden experimentar bruscas fluctuaciones en algunos perodos, como ocurri en la dcada de los aos 80. 2.2 Necesidades bsicas Este mtodo es ms directo, ya que mide la pobreza segn las carac- tersticas de la disponibilidad de bienes y servicios, por un lado, y de las condiciones de vida, por otro. Resumidamente, consiste en la identificacin de lo que se considera que son las necesidades bsicas, lo que pasa por definir los indicadores de dichas necesidades y el umbral ms all del cual ellas se satisfacen. Tambin implica distin- guir hogares que no satisfacen una (porcentaje base o ndice sintti- co), dos o ms de las necesidades definidas como bsicas. Las personas pertenecientes a esos hogares son los pobres, segn este criterio (PNUD, 1990). En numerosos pases se han realizado estimaciones por este mtodo, siempre sobre la base de informacin proveniente de encuestas represen- tativas de carcter nacional o de censos de poblacin y vivienda. Esto ha permitido identificar geogrficamente las reas ms afectadas (espa- cialmente desagregadas al mximo a partir de la informacin censal) y elaborar perfiles a travs de los mapas de pobreza. Los indicadores de las necesidades bsicas insatisfechas que se re- conocen internacionalmente son: el hacinamiento (un cierto nmero de personas por dormitorio), los materiales de la vivienda (cuando son inadecuados para la salud y el normal desenvolvimiento de las activida- des de un hogar), el abastecimiento de agua (si ste no existe o es inadecuado), la disponibilidad de servicios sanitarios (si se carece de ellos o son inadecuados), la asistencia a establecimientos de enseanza formal entre los menores (cuando no asisten) y, por ltimo, la relacin de dependencia econmica (PNUD, 1990). Es preciso sealar que en oca- siones los umbrales de estos indicadores son modificados segn la realidad de cada pas, y no siempre son empleados en su totalidad en la confeccin del ndice sinttico. De all que el criterio de las necesidades bsicas no es inmodifica ble. La especificacin de los indicadores puede cambiar en el tiempo y segn se trate de reas urbanas o rurales. Tambin a veces se incorpo- ran nuevos indicadores (como la disponibilidad de luz elctrica) o se excluyen otros (asistencia a la enseanza, relacin de dependencia eco- nmica), de acuerdo a la naturaleza de la informacin con que se cuenta. De todos modos, generalmente se ha tratado de mantener el mnimo de los indicadores. Los pases menos desarrollados tienen los ms altos porcentajes de pobreza segn necesidades bsicas, en tanto que los ms desarrollados suelen tener una menor incidencia, aun en perodos donde se experimen- ten alzas en la pobreza medida a travs del criterio de las lneas de pobreza. De manera sinttica, los dos mtodos descritos exigen una disponibi lidad de informacin especfica. El criterio de necesidades bsicas da cuenta principalmente de insuficiencias estructurales, en tanto que las lneas de pobreza pueden ser muy sensibles a coyunturas tales como al- zas bruscas de los precios de los alimentos de la canasta bsica, con el resultado de variaciones significativas en el porcentaje de pobres en cortos perodos. La discusin sobre las insuficiencias y posibilidades de complemen tacin de ambos mtodos ha sido profusa. Respecto a este ltimo punto, se ha propuesto un tercer mtodo, conocido como el mtodo integrado de medicin de la pobreza. Este ha permitido considerar distintas dimen- siones de la pobreza, con arreglo a la implantacin simultnea de los dos mtodos (PNUD, 1990). Obviamente, esto implica suprimir redundan- cias al ponerlos en prctica y definir las necesidades que contemplan las lneas de pobreza (principalmente de consumo) y las que son capta- das por las necesidades bsicas (inversin y gasto pblico). Implica tambin incorporar la atencin de salud y la seguridad social, que ninguno recoge directamente. Su principal ventaja es que permite iden- tificar simultneamente a los pobres por necesidades bsicas, a los pobres por carencias de ingresos suficientes (en especial en su rela- cin con la alimentacin) y a los pobres por ambos criterios. De esta forma, el mtodo define tres categoras de pobres: las personas que son pobres de acuerdo a ambos mtodos (crnicos), las que lo son slo por necesidades bsicas insatisfechas (pobres inerciales) y quienes son pobres slo por lneas de pobreza (pobres recientes). Estimaciones he- chas para Amrica Latina sealan que en 1990 existan 270 millones de pobres, lo que representa un 62% de la poblacin regional.De ese total, la mayora corresponda a pobres crnicos (PNUD, 1990). En todo caso, debido a la fuerte exigencia de informacin, este mtodo no suele ser aplicado con frecuencia. De acuerdo a los antecedentes descritos, parece haber un denominador comn en los mtodos: al momento de elaborar los perfiles de pobreza se suelen ignorar las variables demogrficas y, por esta va, el papel de los comportamientos demogrficos. Se excluyen factores que, constitu- yendo parte de toda realidad social y siendo fciles de medir, integran tambin las distintas dimensiones de la pobreza, si se reconoce que sta es un fenmeno multifactico. Aunque implcitamente queda adverti- do en la informacin que se maneja en los diagnsticos, el hecho de que los hogares pobres sean de mayor tamao que los no pobres y estn com- puestos en forma marcada por jvenes y nios, tiene un significado de gran importancia. En la base de esta situacin est un patrn reproduc- tivo que distingue a las personas que forman parte de los hogares po- bres y que se relaciona directamente con una nupcialidad y fecundidad tempranas, con un mayor nivel de crecimiento demogrfico natural y con una mayor mortalidad. Lo que puede destacarse es que las dimensiones demogrficas de la pobreza son importantes porque son un reflejo de las condiciones de vi- da. Adems, pueden constituirse en factores que favorecen la reproduc- cin de la pobreza ya que, en ausencia de movilidad social, los hijos de pobres tienden a ser pobres. El elemento ms claro al respecto lo constituye el hecho de que en esos grupos se registra un mayor creci- miento demogrfico natural; de esta forma, la evolucin del tamao de la poblacin pobre no slo es consecuencia de las tendencias en materia de disponibilidad de ingresos o de inversiones en el plano de la infra- estructura fsica, que condicionan la movilidad social, sino tambin de su propia dinmica demogrfica. Por otra parte, desde el punto de vista de los estudios de pobla- cin, ha existido una percepcin emprica sobre las vinculaciones entre las dimensiones sociodemogrficas de la pobreza y aquellas de ndole socioeconmica, llegndose a una interpretacin de un alto grado de generalidad, lo que evidentemente es insuficiente para permitir incorporar estas discusiones a la problemtica del desarrollo. Desde un punto de vista global, no es aventurado afirmar que para incorporar el problema de la pobreza al de la poblacin y el desarrollo, se requiere profundizar en muchos aspectos. Si se tienen en cuenta las tendencias y magnitud de la pobreza en Amrica Latina y el inters manifiesto de los gobiernos por su superacin, junto con la necesidad de incluir otros aspectos relevantes del fenmeno que posiblemente condicionan su reproduccin, parece ser entonces que se est frente a un problema que, siendo de la ms alta gravitacin, resulta apropiado enfocarlo desde quizs no tan nuevas perspectivas, pero s siempre relevantes. 3. Algunas interrogantes sobre las relaciones entre poblacin y pobreza A partir de numerosas evidencias y, en particular, de acuerdo a los perfiles de pobreza antes mencionados, est ampliamente documentado el hecho de que los hogares y las familias pobres presentan caractersti- cas distintivas, desde el punto de vista socioeconmico y cultural, que estn en la base de las causas del fenmeno. Menos evidentes son los rasgos sociodemogrficos de estos grupos, a pesar de que se dispone de abundante informacin que, de modo indirecto, sugiere la presencia de comportamientos especficos de ese orden. Por lo mismo, es necesario tener en cuenta el carcter multifactico y heterogneo de la pobreza. As, entonces, se sabe que los pobres exhiben bajos niveles educacionales, insuficiencias ambientales y nutricionales, y tienen una menor participacin relativa en la actividad laboral, la que se define a su vez por una pertenencia a ocupaciones y actividades de la ms baja productividad, que generan escasos ingresos y que impiden satisfacer integralmente sus necesidades ms esenciales, materiales y no materiales. Evidencias indirectas, basadas en la estratificacin de la poblacin de acuerdo a niveles educativos y grupos sociocupacionales, sugieren que los miembros de los hogares pobres tienen un alto crecimiento demo- grfico relativo, junto con comportamientos de una ms temprana nupcia- lidad que se expresan en una mayor fecundidad con relacin a otros grupos. Como se sabe que, adems, normalmente los hogares pobres son de mayor tamao y ms jvenes que los no pobres, es indudable que las referencias indirectas sobre su comportamiento demogrfico corresponden a los perfiles de la pobreza. Un hecho de gran trascendencia respecto a las dimensiones demogrficas de la pobreza es que entre los pobres se registran los peores indicadores de mortalidad, aspecto que introduce una variable cuya relevancia es indiscutible. Las vinculaciones generales entre las dimensiones sociodemogrficas de la pobreza y aquellas de ndole socioeconmica, se reflejan final- mente en el nivel de crecimiento demogrfico natural de los grupos pobres. Cuando esto se ha reconocido en las discusiones sobre poblacin y desarrollo, a menudo se ha privilegiado y difundido ampliamente el supuesto que de algn modo existe una cierta influencia causal unilate- ral entre ellas, o bien que esta influencia puede leerse en cualquier sentido, segn sea el contexto histrico y espacial. El punto que inte- resa destacar es que estas discusiones no han sido resueltas y, aunque hace bastante tiempo se advirti sobre la inexistencia de evidencias empricas concluyentes en favor de una u otra hiptesis, la posible re- lacin compleja y de efectos acumulativos entre ambas dimensiones ha sido prcticamente ignorada. En este trabajo se busca, pues, poner de relieve una cuestin antigua, pero que resulta siempre importante de analizar: las interrelaciones entre las caractersticas socioeconmicas de la pobreza y las de origen sociodemogrfico, tanto en lo que se refiere a la identificacin de las posibles direcciones de causalidad entre pobreza y crecimiento demogrfico (con sus consiguientes lneas de accin), como en el plano del aporte de los aspectos sociodemogrficos a la caracterizacin de la pobreza. Parece ser claro que estas interrelaciones debieran constituir un asunto central y no slo complementario de las discusiones en el campo de la poblacin y el desarrollo. Pero quizs ello no ha sido tan claro en la prctica, puesto que, por ejemplo, los comportamientos demogrficos nacionales, con toda la heterogeneidad implcita en los promedios, han servido habitualmente para fijar metas de reduccin de la fecundidad y la mortalidad. En otros trminos, al analizar las vinculaciones generales entre los distintos rasgos de la pobreza surgen interrogantes tales como las si- guientes: - Cul es la posible naturaleza de las relaciones entre el fenmeno de la pobreza y las dimensiones sociodemogrficas del mismo? - Cmo y por qu contribuyen las dimensiones sociodemogrficas a la caracterizacin de las situaciones de pobreza? Tratando de generar elementos de discusin, se plantearn en forma breve antecedentes generales de lo que ha sido lo que aqu se denomina el estudio de la relacin entre la pobreza y la dinmica demogrfica, tanto para rescatar los aportes a la discusin, como para motivar nuevas preguntas. Del mismo modo, se expondrn algunas evidencias que apuntan a mostrar lo relevante de esta problemtica y la necesidad de su estudio. 4. Interrelaciones entre pobreza y dinmica demogrfica Las interrelaciones entre la situacin de pobreza y el comportamiento demogrfico de la poblacin inmersa en ella, han sido abordadas fundamentalmente a travs de dos ideas bsicas: la nocin de poblacin y desarrollo y el concepto de estrategias de supervivencia. Ambos conceptos son de larga tradicin en la investigacin sociodemogrfica, y lo que interesa es destacar y discutir parte de sus contenidos buscando dar respuesta al sentido de las relaciones entre pobreza y dinmica demogrfica. Por cierto, el primer concepto posee una generalidad mucho mayor que el segundo, el cual forma parte de aquel. 4.1 Poblacin, desarrollo y pobreza Los antecedentes sobre las relaciones entre la poblacin y el desa- rrollo econmico datan de muy antiguo. Son ampliamente conocidas las po- siciones antagnicas que han generado la polmica sobre el papel de la dinmica demogrfica en el desarrollo: la necesidad de retardar o de es- timular el crecimiento de la poblacin, con respecto a temas de orden econmico, social, poltico y militar (Argello, 1983; Naciones Unidas, 1978). Estas posiciones se han nutrido principalmente de la teora eco- nmica y algunas de ellas han incorporado un tratamiento endgeno de la poblacin en el sistema econmico. Cuando se describe esta relacin hay que tener presente que no slo se alude al crecimiento demogrfico, sino a las consecuencias implcitas que ste acarrea, a travs del tamao y la estructura por edad de la po- blacin. A fines del siglo XVIII el inters por esta temtica adquiri espe- cial relieve con las proposiciones de Malthus, suscitndose desde entonces la denominada controversia sobre los problemas demogrficos y del desarrollo (Naciones Unidas, 1978). En la base de la tesis mal- thusiana, como es bien sabido, se destaca el obstculo que representa- ra para el desarrollo la presencia de un crecimiento demogrfico por sobre ciertos niveles. Para Malthus, el crecimiento de la poblacin sera la principal causa de la pobreza y sta tendra poca o ninguna relacin con las formas de gobierno o la distribucin de la propiedad (Naciones Unidas, 1978). En diversas formas, la herencia de este postu- lado se expresara en el pensamiento econmico clsico, neoclsico y hasta en las distintas teoras econmicas y no econmicas que buscaron responder a ella. Se reflejara, adems, en las dcadas recientes, en el surgimiento de proposiciones de acciones de regulacin de la fecun- didad. En la actualidad, el papel negativo que se le adjudica al crecimien to de la poblacin en los pases en desarrollo adquiere relieve en dis- tintos mbitos, en especial frente las perspectivas de dicho crecimien- to que, se supone, amenazan el desarrollo, el medio ambiente urbano y los ecosistemas naturales. En este debate, obviamente, cobra importancia el tema de la pobreza. Los argumentos sugieren que como consecuencia de una alta fecundidad los pobres seran los principales agentes del crecimiento demogrfico, cuyos niveles llegaran a ser incompatibles con los objetivos de carcter econmico; esto se explicara, aparentemente, por su presin sobre las demandas de educacin, salud, empleo y, en general, sobre las inversiones sociales, las cuales se veran enfrentadas a una competencia con las inversiones productivas. Los argumentos se basan tambin en las graves consecuencias que originara la alteracin de los ecosistemas naturales en el abastecimiento de alimentos y en la evolucin del clima a escala mundial. Argumentos como los anteriores pueden resultar simplistas ya que, por ejemplo, cabe cuestionar la aplicabilidad del enunciado (en los pases en desarrollo), sus bases cientficas (graves consecuencias potenciales) y la distincin de las causas que se atribuyen a la existencia de la pobreza. Es evidente que la disminucin de la fecundidad, a travs de acciones dirigidas, podra contribuir a un bienestar global de las sociedades donde ella todava es elevada, a travs de una menor presin sobre los recursos. En ese sentido, se reconoce que el xito de estas acciones de- pender de las posibilidades de satisfaccin de las necesidades bsicas y de participacin en los procesos nacionales de desarrollo del conjunto de la poblacin pobre (FNUAP, 1991). El problema es que, siguiendo la lgica de estos razonamientos, las acciones que de ellos deriven nica- mente adquieren sentido en el largo plazo, ya que los descensos de la fecundidad -que slo a veces se materializan con relativa rapidez, y cu- yos determinantes primarios se asocian a transformaciones sociales, econmicas y culturales- conllevan consecuencias demogrficas durante largo tiempo, las que se expresan a travs de modificaciones en la es- tructura por edad de la poblacin. Sistemticamente se omite, adems, que los altos ndices de mortalidad persisten en los grupos pobres en casi toda sociedad, aun cuando se estn produciendo descensos de la fecundidad, lo que plantea problemas de fondo como, entre otros, la fal- ta de equidad en la distribucin de los beneficios del desarrollo. Por otra parte, dicha visin no da respuesta a la situacin heterog nea que caracteriza a los pases en desarrollo en materia de las tenden- cias declinantes del crecimiento demogrfico y su relacin con la per- sistencia y agudizacin de la pobreza en muchos de ellos, situaciones vinculadas, por lo dems, con fuertes y prolongadas crisis econmicas. Cabe preguntarse al respecto cunto ms grave sera esta situacin en un contexto de permanencia de elevados ndices de crecimiento demogrfico. El hecho es que al desconocerse las especificidades demogrficas de cada pas, se excluye la posibilidad de considerar la heterogeneidad interna de los componentes demogrficos y sus consecuencias diferenciales sobre la estructura por edad y la dinmica de la poblacin. Por eso es impor- tante conocer la forma y magnitud de la contribucin del crecimiento demogrfico a la reproduccin de la pobreza, tanto en situaciones donde sta afecta a la mayora de la poblacin como en el caso opuesto. La re- lacin ms visible entre pobreza y dinmica demogrfica se encuentra en pases donde el porcentaje de pobres es muy alto. Por ejemplo, si la po- breza afecta a un 80% de la poblacin, es casi inevitable que el creci- miento demogrfico sea el responsable directo de la casi totalidad del aumento absoluto del nmero de pobres en un perodo determinado: ello ocurre porque las posibilidades de crecimiento del porcentaje de pobres, como sucede con el grado de urbanizacin, se agotan cuando ste es ms elevado. En el caso opuesto, donde la magnitud de la pobreza es ms ba- ja, un aumento del nmero absoluto de pobres puede ser explicado tam- bin, en forma importante, por la movilidad social regresiva. Un enfoque que considere una relacin compleja y dinmica entre el proceso de desarrollo y el crecimiento demogrfico parece ofrecer una visin ms objetiva al respecto. Esto implica suponer que la pobreza tiene una base estructural, que se relaciona con la falta de generacin de empleos productivos en equilibrio con su demanda y con la distribu- cin de los beneficios de la produccin (ingresos) en el marco del pro- ceso de desarrollo econmico. Adems, este planteo no excluye el hecho -a veces incuestionable y sobre el que existe pleno consenso- de que de- terminados niveles de crecimiento demogrfico, por su intensidad, pueden tener repercusiones regresivas sobre algunas dimensiones del desarrollo. En esta perspectiva general, los problemas de carcter ambiental ad- quieren volumen no ya por una supuesta presin de la poblacin pobre so- bre los sistemas ecolgicos, sino ms bien porque ellos deben ser visualizados en su naturaleza misma; esto es, a travs de las modalida- des productivas y tecnolgicas del sistema econmico internacional y de los patrones de consumo que prevalecen heterogneamente dentro de la po- blacin en su conjunto, y en las condiciones de retroceso generalizado del crecimiento demogrfico al interior de varias regiones. Por ltimo, en un nivel ms especfico, una tesis como la descrita podra considerar el papel de diversos fenmenos propios de la dinmica demogrfica y que determinan la reproduccin o transmisin intergenera- cional de la pobreza, como lo son por ejemplo, la fecundidad o materni- dad temprana y el trabajo infantil. Tambin se hara ms comprensible la naturaleza de los problemas de empleo, que estn en la base de las si- tuaciones de pobreza, distinguiendo la importancia de las inversiones sociales en un plano no competitivo con las inversiones productivas (PREALC, 1988), implicando con ello que las polticas que persigan la equidad social deben trascender ms all de una relacin emprica entre fenmenos. La asociacin entre crecimiento de la poblacin y situaciones de po- breza se insina, de esta forma, como una interrelacin entre ambos fenmenos. De all que parece ser relevante descubrir las posibles inte- racciones, lo que desde el punto de vista de la poblacin hace necesario explorar las razones de la elevada fecundidad -relativa a un contexto- entre los pobres, pero adems exige conocer las causas de su mayor mor- talidad, ya que sta es tambin un atributo demogrfico asociado con la pobreza, ms an si la alta mortalidad es la dimensin demogrfica ms dramtica y visible de la pobreza dentro de cualquier sociedad. 4.1.1 La fecundidad como componente de la reproduccin social La fecundidad, expresada en el nmero de hijos que tienen las mu- jeres, es el aspecto decisivo en la dinmica demogrfica de los sectores pobres. Tal como lo destacaba hace algunos aos Argello (1983), se ha intentado explicar la alta fecundidad de los pobres mediante algunos en- foques que han buscado establecer una racionalidad econmica en las decisiones sobre el nmero de hijos, hasta otros que han tratado de mos- trar los aspectos negativos de una cultura de la pobreza, en la que se presentara una irracionalidad en el comportamiento reproductivo. Vinculadas con una elevada fecundidad relativa, se reconocen como caractersticas de los pobres una fecundidad y nupcialidad ms temprana con relacin a otros grupos, as como el abandono temprano de los estu- dios de las madres jvenes y de sus hijos. Tambin estn aquellos rasgos de orden econmico, como el menor nivel educativo y la baja participa- cin econmica en el mercado de trabajo formal de la mujer, y el trabajo infantil. En buena medida, muchos de estos aspectos definen el problema de la situacin social de la mujer. El razonamiento que sigue a la operacin de estos factores sugiere que en la medida que los estratos pobres no logran una calificacin ade- cuada para competir por los escasos empleos productivos adecuadamente remunerados, pueden ver agravada su situacin a causa del mayor creci- miento demogrfico, generando una mayor presin sobre las imperfecciones del mercado de trabajo. Este fenmeno otorgara sentido a una relacin circular pobreza-crecimiento demogrfico-pobreza (Argello, 1983). Entre los aspectos de carcter socioeconmico que tradicionalmente se han considerado ms relevantes junto con el comportamiento de la fe- cundidad, estn la educacin y la participacin econmica de la mujer. Ambas variables, obviamente, dependen del contexto social y espacial, ya que la disponibilidad y el acceso a los servicios educacionales, as co- mo las caractersticas de la estructura productiva, las condicionan en grado importante. Es conocido el hecho de que los menores niveles de educacin van unidos a una nupcialidad ms temprana, a un menor acceso y uso de mto- dos modernos de planificacin familiar y, consiguientemente, a una fe- cundidad ms elevada, si no temprana. La calificacin que logren las mujeres condiciona en grado decisivo la capacidad para competir en el mercado de trabajo en ocupaciones mejor remuneradas, influyendo de esta forma en las pautas de nupcialidad y en la fecundidad. La idea bsica que subyace ac y que ha sido tratada en numerosos enfoques, es que la mayor educacin y la posible mayor participacin laboral femenina que de ella se derivara, se acompaan de una creciente incompatibilidad entre las funciones de reproduccin y de trabajo, adems de una modificacin en el poder de decisin de la mujer al interior de los hogares. Estos hechos terminaran por afectar tanto a quienes trabajan como a quienes no trabajan (Guadalupe, 1988). Con referencia a los estratos pobres, los factores descritos ayudan a comprender las condiciones que favorecen el mayor nmero de hijos de las mujeres. Al tratar de entender este fenmeno, se descubre que no son slo el nivel educacional y la participacin econmica las variables que se vinculan con la fecundidad; se trata adems de las particularidades del proceso formativo y de las caractersticas especficas de las ocupa- ciones que desempean las mujeres en contextos determinados. Frente a agudas crisis econmicas, el significado de la educacin como medio de ascenso social, si es que la cobertura de los sistemas educativos no de- crece, pierde fuerza ante la contraccin e informalizacin de los merca- dos laborales, la prdida de calidad en los contenidos de los planes de estudio (especialmente de los sistemas pblicos) y, obviamente, ante la inadecuacin de sus orientaciones frente a los cambios en dichos merca- dos. Por esta va, la educacin puede constituir un mecanismo de repro- duccin de la segmentacin social, incluso en pocas de expansin econ- mica. En verdad, las oportunidades ligadas a la educacin no poseen el mismo significado para los diversos estratos, y las trayectorias edu- cativas para los pobres tienen puntos de partida y puntos de llegada, cualitativa y cuantitativamente muy diferentes a los del resto de la poblacin. Por otra parte, la posicin de los agentes sociales en la pirmide ocupacional -determinada segn sus condiciones educativas y de califica- cin laboral-, es uno de los factores ms importantes que definen la pertenencia a determinados estratos sociales y, con ello, el nivel de ingresos y las posibilidades de satisfacer las necesidades culturalmente definidas como bsicas. La importancia central de variables como las sealadas es su con- tribucin a la comprensin de las interacciones entre pobreza y fecundi- dad. Los factores que acompaan las situaciones generadoras de pobreza de los individuos y sus familias estn presentes ya antes de la reprodu- ccin y de la llegada de los hijos, aunque en un plano generacional es- tos factores se refuerzan con una elevada fecundidad (Argello, 1983). En otras ocasiones, la temprana fecundidad condiciona en grado decisivo las posibilidades de los hijos de superar las desventajas del ambiente familiar y social en que han nacido. De all que ha comenzado a reconocerse que junto con el descenso de la fecundidad en muchos pases, se asiste a un fenmeno que posee carac- tersticas muy especficas: la maternidad temprana entre los pobres. Existe un relativo consenso en cuanto a que esta situacin puede llegar a ser un problema, en la medida que se asocia con un alto porcentaje de hijos no deseados y nacidos en condiciones llamadas de ilegitimidad des- protegida, afectando el futuro y las expectativas de las propias madres y de sus hijos. Para aquellas, la situacin devendra en un bloqueo de sus aspiraciones de movilidad social, y en carencias econmicas y cultu- rales que probablemente incidirn en los niveles de nutricin y en la socializacin de los nios, entre otras cosas, transformando as al fe- nmeno "madre joven" en un mecanismo de transferencia intergeneracional de la pobreza (CEPAL, 1988). Por lo dems, el perfil de estas madres suele ser el de una adolescente pobre, soltera, de baja escolaridad, cu- ya condicin y desproteccin se relacionara estrechamente con efectos negativos sobre los niveles de nutricin y de rendimiento escolar de sus hijos, lo que podra terminar por reducir las oportunidades de stos en la opcin de un mejor futuro (CEPAL, 1991). Esta nueva forma de ver el crculo vicioso de la pobreza, a menudo relegada por consideraciones de carcter global, tiene la ms grande im- portancia si se piensa que los nacimientos originados en madres adoles- centes estn creciendo en importancia relativa en muchos pases, a pesar del descenso de la fecundidad del conjunto de las mujeres, y es un argu- mento ms para prestar atencin a los problemas que estn en la base de la pobreza. Los fenmenos vinculados a esta situacin no hacen sino re- forzar el ciclo pobreza-crecimiento demogrfico-pobreza, con el agregado de una menor influencia del comportamiento demogrfico sobre la reprodu- ccin del fenmeno. De este modo, las condiciones objetivas de existencia indican que el comportamiento reproductivo (fecundidad) se enraza en las condicio- nes estructurales del proceso de desarrollo. Entre los comportamientos que conducen a la reproduccin de la pobreza, el patrn reproductivo se- ra uno de ellos, reforzando la interaccin negativa entre poblacin y desarrollo. Por ello, no es realmente suficiente plantearse como meta que los estratos pobres, cualquiera sea su definicin, tengan un menor nmero de hijos para as poder educarlos y asegurarles un mejor futuro. Argello (1980), por lo dems, seala que un comportamiento como el as descrito no parece factible mientras no existan -ni se perciba que existen- posi- bilidades reales de ascenso social, en las condiciones de existencia que les asigna el estilo de desarrollo. Contrariamente a lo que poda haber- se esperado, durante el decenio 1980-1990, en una situacin de agrava- miento de condiciones socialmente adversas, la disminucin de la fecun- didad continu su transicin en Amrica Latina, lo que podra significar una especie de ajuste para hacer frente a esas circunstancias. Es po- sible que este ajuste no haya tenido mayor alcance debido a las limi- tadas oportunidades de acceso a mtodos modernos de planificacin familiar de los grupos ms pobres. Las encuestas demogrficas y de salud realizadas en la dcada de 1980 muestran, sistemticamente, que las mujeres pertenecientes a los estratos sociales ms bajos declaran el ma- yor porcentaje de fecundidad no deseada, llegando a un 40% en algunos pases (CELADE, 1991). En un plano general, este hecho indicara el condicionamiento que pueden llegar a ejercer las coyunturas del proceso de desarrollo sobre el comportamiento reproductivo en determinados contextos y, ciertamente, el grado de importancia decreciente que pueden alcanzar los factores demogrficos en la relacin circular pobreza-crecimiento demogrfico elevado-pobreza.2 Estas nociones generales deben asumirse con cautela al analizar las interrelaciones entre pobreza y crecimiento demogrfico. Ellas pueden adquirir caractersticas especficas, segn la sociedad bajo estudio de que se trate y las consecuencias de determinados perodos de contraccin econmica de larga duracin. Reiterando, hay que considerar, por ejemplo, la situacin de las madres jvenes que dan a luz y cran a sus hijos en condiciones de desproteccin social y con serias carencias econmicas y culturales. Puede pensarse,tambin, en la situacin de los grupos ind- genas (pobres), entre quienes es posible admitir la persistencia de ciertos factores culturales como generadores de una alta fecundidad y, sobre todo, la presencia de factores institucionales, expresados en la insuficiencia de cobertura o contenido de los sistemas y programas edu- cativos y sanitarios. Sin proponrselo, stos pueden no permitirles una integracin real a los beneficios del desarrollo, transformndolos en grupos altamente vulnerables en el contexto del resto de la sociedad3. 4.1.2 La mortalidad en contextos de pobreza Los elevados ndices de mortalidad que en diversos estudios exhi- ben los estratos pobres, expresan tambin la interaccin negativa entre poblacin y desarrollo, en especial porque se trata de indicadores que muestran, ms que cualquier otro y en forma dramtica y visible, cmo se afectan los comportamientos demogrficos de una poblacin por la forma en que se distribuyen los beneficios del desarrollo en un contexto de marcada inequidad social. La mortalidad, especialmente en los primeros aos de vida, ha sido considerada en numerosas esferas como componente de la calidad de vida, a pesar de que no necesariamente constituye un indicador de desarrollo por no ser congruente con la evolucin de otros indicadores de bienes- tar. De todos modos, los diferentes valores que alcancen los niveles de mortalidad infantil al interior de una sociedad son indicios evidentes no slo de la desigualdad del estado de salud de una poblacin, sino que expresan tambin el estado del acceso a la educacin y la disponibilidad de ingresos, con sus consecuencias en las condiciones materiales de vida. Cmo operan los factores del desarrollo sobre esta variable? La disminucin de la mortalidad infantil y de la niez se ha debido al con- trol de enfermedades infecto-contagiosas y otras de carcter exgeno, como producto del desarrollo de programas sanitarios y de orden social y econmico. Estos se han traducido, por ejemplo, en el suministro de ser- vicios, en el mejoramiento de la nutricin y la salud materno-infantil, y en el cambio general de los hbitos y costumbres frente a las enferme- dades, como consecuencia de adelantos cientficos y tecnolgicos en el plano de la salud, la educacin y las comunicaciones. De esta forma, los niveles ms elevados de mortalidad que afectan a unos grupos en determinados contextos sociales y espaciales dentro de una sociedad, son resultado de las caractersticas e imperfecciones del proceso de desarrollo, como se ve por ejemplo en el plano de las estra- tegias en el campo de la salud y del suministro de servicios. Una conse- cuencia significativa que se ha descubierto es que la elevada mortalidad infantil puede contribuir a mantener una mayor fecundidad, en la medida que las familias pobres buscan compensar la prdida de hijos para man- tener el nmero deseado, con todos los costos biolgicos, econmicos y sociales que ello implica4, aunque es indudable que esta relacin de causalidad pierde fuerza en sociedades altamente urbanizadas. En cualquier caso, las evidencias empricas indican que los mayores niveles de mortalidad infantil de ciertos estratos sociales van casi in- variablemente acompaados de los ms altos niveles de fecundidad. Los estratos sociales ms desfavorecidos registran indicadores que se tradu- cen, lgicamente, en una mayor incidencia de las muertes y los nacimien- tos en varios pases: de all que es til conocer este comportamiento, siempre y cuando se lo site de acuerdo a la especificidad de cada so- ciedad. Hay evidencias en pases ms avanzados en la transicin demogr- fica y en su grado de desarrollo relativo que sugieren que las diferen- cias relativas de mortalidad entre grupos sociales son apreciables5. Finalmente, no puede dejar de mencionarse la vinculacin que exis tira entre fecundidad temprana (e ilegitimidad) -caracterstica de los hogares pobres- y los niveles de mortalidad infantil. Por ejemplo, en Montevideo (ao 1984), la mortalidad infantil de los nios nacidos en condicin de ilegitimidad en hospitales pblicos, provenientes de madres jvenes con bajos niveles educativos, result diez veces ms elevada (100 por mil) que la de las mujeres con educacin universitaria cuyos hijos nacieron en establecimientos privados y en condicin de legitimi- dad (CEPAL, 1988). Por cierto, no se trata de la condicin de ilegiti- midad por s sola, sino del hecho de que es una situacin tpica de los contextos de pobreza. Un estudio realizado en Chile mostr que en 1970 el 31% de los hijos de madres menores de 20 aos eran ilegtimos, mien- tras que en 1989 tal porcentaje alcanz a un 60%. A esta preocupante situacin se aade otra ms directa, que refleja el conocido factor de riesgo que representa para la salud infantil la condicin de ilegitimi- dad: la mortalidad infantil que afecta a los nios nacidos en esa con- dicin es un 85% superior a la de los nios nacidos en situacin de legitimidad, diferencia que se acenta enormemente en el perodo post-neonatal. Las causas de muerte ponen en evidencia el alto grado de no deseados de muchos hijos ilegtimos, ante su mayor mortalidad por traumatismos, desnutricin y otras causas perfectamente evitables, que denotan los deficientes ciudados a que pueden verse expuestos los nios nacidos en contextos de pobreza, en particular si provienen de madres jvenes solteras (APROFA, 1991). Estos aspectos tienen tambin su espe- cificidad en cada sociedad, pero en los ejemplos dados se trata de pa- ses ms desarrollados y cuya poblacin se ubica en etapas avanzadas de la transicin demogrfica. Sintetizando los puntos expuestos, la nocin de poblacin y desa- rrollo sita el marco en que se inserta la comprensin del fenmeno de la pobreza y sus aspectos demogrficos. Una visin que plantea que las situaciones de pobreza interactan dinmicamente con los comportamientos demogrficos parece ser adecuada para abordar estudios de esta naturale- za. La pobreza sera un fenmeno de raz estructural productiva, ya que la poblacin pobre puede crecer por sobre su nivel de crecimiento demo- grfico, el cual a su vez est en declinacin. En suma, es posible con- cluir que las caractersticas sociodemogrficas tambin definen la pobreza, aunque sta deriva de condiciones estructurales, todo lo cual condiciona negativamente la interaccin entre pobreza y crecimiento de- mogrfico. Por otra parte, el que existan diferencias en los niveles de morta- lidad y fecundidad al interior de una sociedad, es una prueba de lo inadecuado que puede resultar describir la transicin demogrfica a par- tir de promedios nacionales, lo que tiene implicaciones, entre otros aspectos, en la identificacin de las consecuencias de la dinmica demo- grfica sobre los sectores sociales (demandas de empleo, vivienda, salud, educacin, seguridad social) o en el establecimiento de metas abstractas para el objetivo de reduccin de la fecundidad a nivel nacio- nal. Finalmente, casi todos los aspectos que aqu se han tratado tienen relacin con los componentes naturales del cambio demogrfico, partiendo del supuesto de que los patrones de la reproduccin biolgica guardan una relacin ms inteligible con las condiciones de pobreza y que los fundamentos tericos y empricos son mayores. El componente migratorio, que afecta tambin la dinmica demogrfica, parece tener en cambio una relacin no unvoca y fluctuante con las situaciones de pobreza, aunque no por ello debiera omitirse. En general, se sabe que la migracin en un pas en desarrollo posee caractersticas de selectividad en los migran- tes, no slo en cuanto a su composicin segn gnero (habitualmente pre- dominan las mujeres) y la edad (los migrantes son principalmente adultos jvenes), sino tambin en cuanto a los atributos personales (fecundidad, educacin, estado civil) y en el tipo de percepcin y motivaciones de los individuos que toman las decisiones de migrar. Por otra parte, den- tro de las distintas formas de movilidad, es sabido que algunos estratos pobres rurales, por ejemplo, presentan patrones migratorios vinculados con la expulsin recurrente de sus zonas de origen, instalndose en nue- vas localizaciones de frontera agrcola, de donde con frecuencia vuelven a ser expulsados. En otros casos se advierte una movilidad estacional como fruto de la oferta de trabajo en reas especializadas orientadas al mercado externo, movilidad que puede o no afectar a los grupos pobres de una sociedad. Si las consideraciones anteriores pudiesen efectivamente corroborar- se mediante evidencias directas sobre la migracin entre grupos pobres, ello querra decir que estas poblaciones tienen una menor propensin a realizar cambios de residencia y, lo que es ms importante, significara que para los pobres existen menos alternativas de localizacin. Este he- cho, que atae a la distribucin espacial de la poblacin, se relaciona directamente con la segregacin social y espacial que afecta a quienes viven en condiciones de pobreza y que ayuda a definirlas. Todo esto quiere decir que cuando se introduce esta variable del cambio demogrfico (y de movilidad social) habra que considerar los rasgos estructurales de una realidad especfica, que condicionan el fun- cionamiento de los mercados de trabajo, fenmeno que es uno de los de- terminantes principales de la migracin. De este modo, aun cuando las caractersticas de la pobreza no aparecen necesariamente asociadas con procesos migratorios -sean stos de carcter temporal o permanente, in- ternos o internacionales-, no pueden despreciarse sus dimensiones espa- ciales (localizacin) y el papel que stas juegan en la reproduccin del fenmeno. 4.2. Las estrategias de supervivencia Las condiciones materiales de existencia permiten suponer que los estratos pobres se ven obligados a desarrollar y ensayar prcticas espe- cficas que los diferencian de otros estratos, dando cuenta de una lgi- ca de conducta. Dichas prcticas econmicas, culturales, sociales y, su- puestamente, demogrficas, se orientan a garantizar la sobrevivencia de las familias y, en general, se conocen bajo el nombre de estrategias. Esta nocin ha suscitado numerosas interpretaciones desde su apari- cin hace ya varios aos y no se discute ac la evolucin de sus conte- nidos.6 Lo que interesa es rescatar algunas ideas que originalmente fueron planteadas y que permiten complementar las anteriores considera- ciones, dejando en claro que ellas pueden tambin ser incluidas dentro de las discusiones sobre poblacin y desarrollo. El concepto general de estrategias de supervivencia familiar guarda relacin con una serie de arreglos o prcticas especficas que desarrollan los pobres (o ciertos estratos que se pueden asimilar a la pobreza), dentro de un comportamiento demogrfico de elevada fecundidad y mortalidad, destinadas a lograr su reproduccin y mantencin material. El conjunto de prcticas aludidas estara relacionado con los arreglos domsticos y de organizacin familiar, por un lado, y con los arreglos econmicos y laborales, por otro (De los Ros, 1988). Por arreglos domsticos se entiende al conjunto de decisiones toma- das al interior de un hogar que inciden en la organizacin de las familias, en sus redes de reciprocidad y solidaridad, y en el papel y el quehacer de los hijos, entre otros aspectos. Se trata de mecanismos que se encaminan a optimizar los recursos disponibles (De los Ros , 1988). En esta dimensin se incluyen aspectos tales como los procesos de forma- cin de las familias y hogares, y el allegamiento de parientes y no parientes, segn las distintas etapas del ciclo de vida familiar. Los arreglos econmicos y laborales se refieren a las decisiones que se toman al interior de los hogares en situacin de pobreza que in- ciden en la participacin econmica de los miembros y en la contribucin de cada uno en la obtencin de ingresos. Se incluye obviamente la parti- cipacin de los miembros secundarios (no jefes) en la actividad econmi- ca, as como el trabajo infantil y el femenino, la insercin ocupacional y la migracin -temporal o permanente- de personas en edades activas (De los Ros, 1988). Con la fundamentacin emprica de que en los hogares pobres existe un gran nmero de hijos y las numerosas evidencias que muestran que el trabajo infantil es un rasgo claramente identificable en muchos de tales hogares, las ideas contenidas en estos conceptos dejan abierta la pre- gunta de si acaso los hijos (nios) contribuyen econmicamente, aceptan- do que el trabajo infantil puede ser parte de la estrategia de supervi- vencia. La respuesta no parece fcil, por varias razones. En los hogares pobres los hijos (nios) tendran una significacin econmica en la medida que en ellos se percibira una contribucin de a- cuerdo con las funciones y el sistema de roles del grupo familiar. Como estos roles estn condicionados por el contexto social y espacial, la forma en que se insertan las familias en la estructura productiva deter- minara la significacin econmica de los hijos (Guadalupe, 1988). La contribucin a la mantencin del hogar de stos estara dada por su participacin en labores de aseo, adquisicin y preparacin de ali- mentos, as como en el desarrollo de actividades productivas tales como labores de pastoreo o comercializacin, situaciones todas en las que se supone que el aporte econmico de los hijos -por pequeo que sea- sobre- pasa los costos de su mantenimiento y calificacin. El aporte econmico depender de la edad en que comienzan la contribucin y en que se inde- pendizan econmicamente, y de la productividad de su trabajo. En la me- dida que las condiciones motiven una ms temprana iniciacin en la con- tribucin econmica de los hijos -como por ejemplo la tenencia de propiedad familiar o medios de produccin, la demanda de trabajo y la legislacin-, los nios se vern enfrentados a la mayor o menor incompa- tibilidad entre trabajar y estudiar, alternativa vinculada a su vez con la disponibilidad y accesibilidad a los servicios educacionales en un contexto determinado (Guadalupe, 1988). Las condiciones objetivas de pobreza, unidas a los bajos costos re- lativos de mantencin y calificacin, explicaran la presencia del trabajo infantil como prctica dentro de la estrategia de supervivencia, dependiendo de las caractersticas de la estructura productiva en un contexto especfico. La significacin econmica de los hijos vendra da- da, adems, por la contribucin futura que ellos representan, a travs del soporte econmico que pueden brindar a sus padres en la vejez, ante la ausencia de seguridad social para stos, constituyendo una especie de inversin material. Las caractersticas del contexto social con relacin a las posibi- lidades de trabajo intra y extra-familiar para la mujer y los nios, en- tre otros, son un factor clave en la diferenciacin que se observara en los comportamientos descritos al interior de un pas. Entre tales carac- tersticas estn la estructura productiva y la disponibilidad de y acce- sibilidad a servicios sociales tales como la salud y la educacin. Ello es especialmente vlido para las reas rurales retrasadas, en contraste con las zonas urbanas ms industrializadas. Los argumentos esgrimidos apuntan a mostrar que, en cualquier caso, el trabajo infantil es una realidad entre los pobres y en ese sentido, por extensin, el hecho de tener un nmero elevado de hijos ayudara exitosamente a la supervivencia familiar. Esto significa que existira una racionalidad econmica en el comportamiento reproductivo expresado en la alta fecundidad. De ser as, las familias ms numerosas seran las menos pobres, ya que sobreviviran en mejores condiciones y, con ello, hasta podran estar en situacin de superar sus carencias. Sin embargo, se conocen evidencias que cuestionan el supuesto de tal racionalidad econmica. Se sabe, por ejemplo, que los hogares pobres de mayor tamao suelen ser los ms pobres, debido a que la contribucin en ingresos de un nmero elevado de hijos puede no ser positiva si se consideran los egresos que demanda el mayor nmero de miembros familia- res; esto es, si se incluye el ingreso per cpita de los hogares, como ha sealado y mostrado con algunos ejemplos Argello (1983). Adems, los costos de mantenimiento de un nmero elevado de hijos pueden ser signi- ficativos en comparacin con hogares de menor tamao. Cuando se consideran otras formas de contribucin econmica, como el trabajo no remunerado o la significacin misma que podran tener los hijos como soporte para la vejez de los padres, es posible admitir cier- ta racionalidad, aunque no necesariamente econmica7. En este sentido, se podra establecer alguna funcin positiva de la alta fecundidad, pero siempre en el marco de situaciones de pobreza. Paralelamente, en algunas sociedades indgenas los hijos representan una fuente de prestigio so- cial, en la medida que la alta fecundidad se valora segn un conjunto de normas socialmente aceptadas y transmitidas entre distintas genera- ciones, aun a pesar de los fenmenos de aculturacin. De este modo, el trabajo infantil remunerado, como componente de la estrategia de supervivencia de los hogares pobres, se puede presentar como una respuesta tpica en contextos de pobreza, pero ello no necesa- riamente establece una funcin positiva de la fecundidad. Ms bien, la pobreza es la que parece obligar a los nios a abandonar los estudios y desarrollar a cambio actividades econmicas que generen ingresos ante la insuficiencia de stos en el hogar. Si el trabajo infantil no se traduce en una elevacin del ingreso per cpita, es difcil admitir que tener un elevado nmero de hijos sea parte tambin de una estrategia exitosa de supervivencia. Su racionalidad podra encontrarse en aspectos no vinculados nica- mente con aportes directos al presupuesto familiar, sino ms bien con el trabajo no remunerado y con ciertas motivaciones culturales, como es el caso de la significacin econmica de apoyo para la vejez de los padres y, especialmente, por el significado social (prestigio) que alcanzan los hijos en algunas sociedades tradicionales. En todo caso, es probable que existan distintos campos de racionalidad, por ejemplo en el trabajo, en la reproduccin, en la socializacin, y segn sea el contexto social y espacial. Estas racionalidades pueden contradecirse entre s teniendo efectos perversos en algunos campos, y quizs hasta pueden evolucionar en forma muy compleja y difcil de captar, pero tales contradicciones permanentes no son sinnimo de irracionalidad. Si las estrategias repro- ductivas son de largo plazo y obedecen a complejas normas sobre la valo- racin social de los hijos, el problema metodolgico que asoma es el de la escala de tiempo, si se trata de relacionar dichas estrategias con las condiciones de vida en un momento presente. En tanto el trabajo de los nios refleje una contradiccin al no contribuir positivamente a la supervivencia familiar, es posible pensar en un mecanismo de reproduccin circular de la pobreza: el razonamiento simple sugiere que en la medida que los hijos se vean obligados a traba- jar, ello significar sacrificar su educacin. Sin un nivel adecuado de instruccin, llegarn a la edad reproductiva y revivirn los patrones de nupcialidad y, probablemente, de fecundidad. As, la interrogante cen- tral es: Bajo qu condiciones podran los pobres tener menos hijos, admitiendo la imposibilidad de ascenso social como producto de las con- diciones de existencia que les asignan los estilos de desarrollo, y conociendo los elevados porcentajes de fecundidad no deseada que siste- mticamente declaran las mujeres de los estratos sociales ms desfavore- cidos? En sntesis, la discusin presentada sugiere cmo y por qu las ca- ractersticas de una elevada fecundidad contribuyen a definir y reprodu- cir la pobreza, dejando eso s de manifiesto que sta no desaparece -si es que no crece- ante un descenso de la fecundidad. Aun cuando el traba- jo infantil puede ser visto como un arreglo dentro de la estrategia de supervivencia (al menos por algn grado de contribucin econmica de los hijos), puede constituirse en un mecanismo que agrava las situaciones de pobreza, al reproducir una parte de las condiciones que llevaron a los padres a esa misma situacin. De esta manera, un arreglo obligado para ayudar a la supervivencia puede tener efectos slo parciales, y en el largo plazo contribuye a reproducir, o al menos no alterar, las causas inmediatas de la pobreza: la imposibilidad de ciertos sectores de acce- der al mercado laboral en condiciones que permitan una adecuada remune- racin. 5. Posibles lneas de investigacin En las secciones anteriores se ha discutido y expuesto un conjunto de antecedentes tanto tericos como empricos sobre la relacin entre pobre- za y caractersticas sociodemogrficas, con nfasis en la fecundidad. Desde luego, las reflexiones presentadas llevan implcitas diversas hip- tesis globales que podran debatirse y reformularse. Algunas de ellas ya han comenzado a ser sometidas a comprobacin en investigaciones concre- tas. En un sentido general, es indiscutible que el comportamiento demo- grfico de una poblacin es heterogneo, segn la pertenencia a determi- nados estratos sociales y la localizacin al interior de un pas. De ello se infiere que las magnitudes relativas y absolutas de tales dife- rencias en los componentes y en el crecimiento demogrfico, pueden ser variables tambin segn la transicin demogrfica y el nivel de desarro- llo relativo de cada pas. Por esta razn es importante determinar estas diferencias y sus consecuencias demogrficas, para distinguir ms ade- cuadamente poblaciones objetivos de polticas sociales. De los antecedentes presentados fluye que el comportamiento demogr- fico de los sectores pobres, expresado en un crecimiento relativo ms elevado que el resto de la poblacin, agrava las situaciones de pobreza de los hogares o grupos familiares. El mayor crecimiento puede apreciarse en la juvenil estructura por edad de los estratos en cuestin, con sus consecuencias sobre las demandas de salud materno-infantil, educacin y empleo, entre otras. Esto mostrara una de las facetas de la compleja re- lacin entre poblacin y desarrollo, justificando de paso la necesidad de esagregar el anlisis de las consecuencias sociales de las tendencias de- mogrficas generales en un pas. Aun cuando los estratos pobres constitu- yan menos de la mitad de una poblacin nacional, su mayor fecundidad se traduce inevitablemente en una sobrerrepresentacin de los nios y jve- nes en esa situacin. Es decir, la conclusin que surge es que la reposi- cin de los miembros de una sociedad -con el costo econmico incluido- puede recaer en los hogares pobres o prximos a la pobreza, incluso en pases donde la incidencia de sta es menor8. Qu repercusiones demogrficas pueden traer estas cuestiones?, cul puede ser la contribucin del crecimiento natural al crecimiento del nmero absoluto de pobres?, qu nmero de personas deberan ser objeto de polticas especficas para reducir el porcentaje de pobres, teniendo en cuenta el aumento anual por la propia dinmica demogrfica?, qu diferencias habran entre pases con distinta incidencia de pobre- za? La evolucin de los contingentes en situacin de pobreza en un con- texto determinado, cuantificados en dos momentos diferentes por simila- res indicadores, no obedecera al crecimiento demogrfico por s solo. En dicha evolucin influye la movilidad social ascendente o descendente de la poblacin, hechos que probaran la existencia de causas estructu- rales de la pobreza. Parte de estas inquietudes han sido recogidas en algunos estudios. stos han formado parte de un programa de actividades desarrollado por el CELADE y cuyos resultados se presentan en el estudio sobre Dinmica demogrfica de la pobreza (CELADE, 1994), as como en diversas publica- ciones (CEPAL/CELADE/UNFPA, 1993; CELADE , 1991, por ejemplo ). Todos ellos han reportado antecedentes que permiten afirmar que en pocas re- cesivas se han producido descensos en la fecundidad de los hogares po- bres y en el crecimiento natural de su poblacin, a la par con aumentos en la magnitud de la pobreza. Hay evidencias, tambin, que muestran que en pases con un elevado porcentaje de pobres, el crecimiento de stos ha obedecido fundamentalmente al crecimiento demogrfico. Con ciertos supuestos, algunos de los estudios realizados en el CELADE, sobre la base de informacin de encuestas de hogares manejada por la CEPAL, in- dican que en Guatemala la magnitud de la pobreza creci casi exclusiva- mente por el crecimiento demogrfico natural de los sectores pobres du- rante la dcada de 1980: ello se debi a que en este pas el porcentaje de pobres supera el 70%. No sucedi lo mismo en Costa Rica, ya que en este pas una cuarta parte de la poblacin se encontraba en situacin de pobreza a comienzos de los aos 80, creciendo levemente esta propor- cin hacia fines de esa dcada, pero ello se debi fundamentalmente a la movilidad social regresiva (CELADE, 1991). Por otra parte, un problema al parecer creciente y menos documenta- do es el hecho de que en conjunto con el descenso de la fecundidad los nacimientos originados en madres adolescentes pobres (muy probablemente en grado importante no deseados y nacidos en condicin de ilegitimidad desprotegida), de baja escolaridad y obligada participacin laboral, es- tn planteando la necesidad de una mayor educacin, conjuntamente con una efectiva informacin y acceso a medios eficaces de regulacin de la fecundidad. Este campo de estudio es un desafo para el presente y el futuro inmediato, y aparece as por cuanto representa -junto al complejo fenmeno del trabajo de los nios- uno de los mecanismos principales de la transmisin intergeneracional de la pobreza. Ŀ Bibliografa Argello, O. (1980), Pobreza y desarrollo. Caractersticas sociodemogrficas de las familias pobres en Venezuela, CELADE, Santiago de Chile, serie A, N 167. ----- (1983), Pobreza y fecundidad en Costa Rica, en Notas de Poblacin, ao 11, N 32, agosto, pp. 9-54. Asociacin Chilena de Proteccin de la Familia (APROFA) (191), Boletn, Santiago de Chile, ao 27, N 1-12. Centro Latinoamericano de Demografa (CELADE) (1990), Amrica Latina: proyecciones de poblacin.1950-2025, Santiago, de Chile, Boletn Demogrfico, ao 23, N 45. ----- (1991), "Poblacin y transformacin productiva con equidad", Santiago de Chile, indito. ----- (1994), Dinmica demogrfica de la pobreza, (LC/DEM/R.206.), serie A, N 287, Santiago de Chile. Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL) (1988), La reproduccin biolgica y social de los hogares de Montevideo, (LC/G.1526.), Montevideo. ----- (1991), La suerte de las madres adolescentes y sus hijos: un estudio de casos sobre la transmisin de pobreza en Santiago de Chile, ( LC/R.1038), Santiago de Chile . ----- (1992), El perfil de la pobreza en Amrica Latina a comienzos de los aos 90, (LC/L.716) (Conf. 82/6), Santiago de Chile. Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe/Centro Latinoamericano de Demografa (CEPA/-CELADE) (1993), Poblacin, equidad y transformacin productiva, (LC/G.1758) (CONF.83/3) (LC/DEM/G.131.) CEPAL/CELADE, Santiago de Chile. De Carvalho, J. y L. Rodrguez (1990), La transicin de la fecundidad en el Brasil. Causas y consecuencias, IUSSP, Seminar on Fertility Transition in Latin America, Buenos Aires. De los Ros, R. (1988), Pobreza, necesidades bsicas y estrategias de sobrevivencia familiar. El caso de la Regin Central de Planificacin, Costa Rica, 1984, CEPAL/CELADE, San Jos, Programa de maestra en poblacin y desarrollo. Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas (FNUAP) (1991), Estado de la poblacin mundial. 1991, Nueva York. Guadalupe, S. (1988), Desarrollo econmico social y comportamiento reproductivo en el Per, CONCYTEC, Lima. Martnez, J. (1992), Interrelaciones entre pobreza y dinmica demogrfica, (LC/DEM/R.173), serie A-268, CELADE, Santiago de Chile. Naciones Unidas (1978), Factores determinantes y consecuencias de las tendencias demogrficas, Departamento de Asuntos Econmicos y Sociales, Nueva York, Estudios sobre Poblacin, N 50, vol. I. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (1990), Desarrollo sin pobreza, Bogot, PNUD, Conferencia Regional sobre la Pobreza en Amrica Latina y el Caribe, Quito. Programa Regional de Empleo para Amrica Latina y el Caribe (PREALC) (1989), Interrelaciones entre poblacin y desarrollo. Bases para polticas de poblacin en el istmo centroamericano, OIT-PREALC, Santiago de Chile, documento de trabajo No. 339. Rodrguez, J., J. Martnez y J. Chackiel (1990), Caractersticas demogrficas, en Universidad de la Frontera/Instituto Nacional de Estadsticas /Fundacin Instituto Indgena/Programa de Apoyo en Salud Materno-Infantil/Centro Latinoamericano de Demografa (UFRO/INE/FII/PAESMI/CELADE)(eds.), Censo de reducciones indgenas seleccionadas: anlisis sociodemogrfico. IX Regin. Chile, INE, Santiago de Chile, pp. 9-76. Rosenhouse, S. (1991), Polticas y programas de poblacin ante la diversidad tnica: diferencias culturales o insensibilidad programtica?, INAP-PROLAP, Conferencia Centroamericana del Caribe y Mxico sobre Polticas de Poblacin, Antigua, Guatemala. Tabah, L. (1989), De una transicin demogrfica a otra, en Boletn de Poblacin de las Naciones Unidas, N 28, pp. 1-26. |
![]() ![]() ![]() |