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   4.1 ALGUNAS INTERRELACIONES ENTRE POBREZA Y DINAMICA DEMOGRAFICA1 
 
                         Jorge Martnez Pizarro
   Convenio Banco Interamericano de Desarrollo/Centro Latinoamericano 
             de Demografa (BID/CELADE), Santiago, Chile


    Introduccin

    El problema de  la pobreza en Amrica Latina no es nuevo, as como 
tampoco lo es la inquietud por l. Su estudio forma parte de un exten-
so acervo  de conocimiento y constituye un campo de inters para nume-
rosos segmentos de las sociedades, muchos de  los cuales habitualmente 
han reclamado para s el  reconocimiento de su aporte a la comprensin 
del fenmeno. Por diversas  razones, el  panorama ya no es idntico al 
que poda identificarse hasta hace algunos aos. En la actualidad,  la 
preocupacin se distingue por el hecho de que la discusin tradicional 
sobre sus causas y consecuencias, inspirada con frecuencia en un deba-
te ideolgico, ha perdido vigencia y han pasado a tener mayor peso los 
referentes  tcnicos sobre la  forma de medicin de las situaciones de 
pobreza, de su caracterizacin y,  en especial, de  la  superacin del 
problema, todo  ello en un marco de relativo consenso. Como quiera que 
sea, la discusin en ningn modo est obsoleta, sobre todo si se trata 
de rescatar  perspectivas que no  han sido mayormente desarrolladas  y 
cuyos  contenidos  podran  aportar elementos de juicio, tanto para la 
caracterizacin del fenmeno mismo como para la elaboracin de las es-
trategias de la lucha contra la pobreza.

    En este  trabajo  se  presenta, en primer lugar, una breve descrip
cin de  las tendencias de  la pobreza en  los ltimos aos en Amrica 
Latina y de las principales metodologas de medicin del fenmeno. Es-
to  configura el  marco de referencia  para abordar luego el  objetivo 
principal  de este trabajo: el anlisis y  discusin de las interrela-
ciones  entre las situaciones de pobreza y ciertos aspectos sociodemo-
grficos  vinculados  con el crecimiento de la poblacin.  Se plantean 
algunas interrogantes sobre las relaciones entre pobreza y crecimiento 
demogrfico,  procedindose a destacar los contenidos y los aportes de 
las nociones de poblacin y desarrollo y estrategias de superviven-
cia, buscando dar  sentido a tales relaciones.  As, se describen las 
caractersticas  de los componentes demogrficos en situaciones de po-
breza y de ciertos fenmenos vinculados a la reproduccin intergenera-
cional de aquella, destacndose la maternidad  temprana y  el  trabajo 
infantil. La  siguiente seccin termina  con la proposicin de un con-
junto  de hiptesis  generales  y  lneas de investigacin  que ya han 
comenzado a ser recogidas.

1. Tendencias de la pobreza en Amrica Latina

    La preocupacin por el problema de la pobreza en Amrica Latina se 
ha visto reforzada en los ltimos aos ante la constatacin de su ten-
dencia ascendente. En varios pases, durante la dcada de los aos 80, 
se revirti  la tendencia decreciente de su incidencia, que haba per-
durado  desde la  posguerra. Estimaciones  para la regin como un todo 
indican que el porcentaje de personas bajo la lnea de pobreza  habra 
pasado del 43 al 46 % de la poblacin  total entre  1986 y 1990, hecho 
claramente detectable  en los  pases  de mayor tamao demogrfico. En 
trminos absolutos, en 1990 haba unos 200 millones de personas en si-
tuacin de pobreza en la regin (CEPAL, 1992), la mayor cifra histri-
ca que se ha detectado en la misma.

    Por   otro  lado,  en  los  primeros  aos  de la actual dcada la
tendencia  creciente  de la pobreza se habra modificado, a su vez, en
algunos pases.   Sin embargo,  tal  proceso   ha sido  lento, por  lo
menos  si  se  le  compara  con  la recuperacin de algunos ndices de
dinamismo   de  la  economa.  Esto  sera  parte  de  un  fenmeno de
asimetra,  en  que  el  crecimiento   econmico  ira  acompaado  de
mejoras modestas o leves en los ndices de pobreza,  en tanto  que en
perodos  recesivos  o  de  estancamiento  econmico,  el  efecto   de
incremento  sobre  dichos  ndices  ha sido mucho mayor (CEPAL/CELADE,
1993).

    La pobreza en Amrica Latina es ms extendida en las reas rurales 
que en las  ciudades. As se  desprende de las  estimaciones para 1990, 
donde los pobres representaban un 61% de la poblacin en zonas rurales, 
frente a un 39% en las zonas urbanas. Sin embargo, dado que muchos pa-
ses tienen un predominio de poblacin urbana, en  nmeros absolutos los 
pobres son mayoritariamente  urbanos, alcanzando casi al 60% de toda la 
poblacin pobre (CEPAL, 1992).

    La situacin  que se  presenta en  los pases es diferente segn el 
grado de desarrollo econmico alcanzado. Hay pases donde la pobreza es 
masiva, y lo ha sido siempre. Hay  otros donde la incidencia es menor y 
la superacin del problema, en apariencia, no requerira de medidas tan 
drsticas y de largo plazo como para terminar, al menos, con las situa-
ciones  ms extremas  (como sera el caso de la falta de disponibilidad 
de agua potable y saneamiento para algunos grupos de la poblacin). Es-
ta consideracin  es  muy  importante, porque si bien  a  fines  de los 
aos  80  los guarismos  de pobreza  tendieron a  acercarse  entre  los 
pases, lo  cierto es que tras esas cifras hay diferencias significati-
vas  en la infraestructura  social que  condicionan  el  problema de la 
pobreza ms a  la falta de ingresos que a la satisfaccin de muchas ne-
cesidades bsicas donde ellas estn ms atendidas. De este  alcance  se 
deduce que es necesario tocar un aspecto clave: las metodologas de me-
dicin de la pobreza.

2.  Una nota sobre las metodologas de medicin de la pobreza

    En general,suele haber acuerdo en que la pobreza es un concepto que 
expresa una situacin en la que las personas no pueden satisfacer una o 
ms  necesidades  bsicas, y no pueden tampoco participar plenamente en 
la vida social. Se trata entonces de un fenmeno multifactico que, por 
lo mismo,  involucra una  heterogeneidad de situaciones nada fciles de 
distinguir y que, adems, tampoco se representan en un nico indicador. 
Salta a la vista que cualquier criterio para medir la pobreza se elabo-
ra  a  partir de un concepto  normativo con relacin a  ciertos valores 
dominantes que la sociedad define.

    La   medicin  de una situacin de este tipo es, entonces, un hecho 
complejo, discutible,  cuya  solucin est lejos de haber sido lograda. 
Teniendo en  cuenta estas limitaciones, hay  que destacar, sin embargo, 
que en Amrica Latina los especialistas se han puesto de acuerdo en que 
a lo menos dos criterios - implementados en distintas variables- permi-
ten una mejor aproximacin a la medicin y descripcin de la pobreza  y 
pueden, adems, complementarse integrndose en una tercera opcin . Es-
tos  mtodos  son el  criterio de  ingresos  o lnea de pobreza (al que 
aluden  las cifras antes sealadas) y el enfoque de las necesidades b-
sicas. La utilizacin de cualquiera de ellos no es indistinta,  ya  que 
depende de la realidad  de  cada pas y tiene implicaciones diferentes. 
Interesa mencionar que considerando las variables habitualmente emplea-
das en estos enfoques podran incluirse aquellas de  orden demogrfico, 
en la medida que se trata de factores que  tambin forman  parte  de la 
pobreza y que resultan ser fcilmente aplicables.

    Desde  luego, no  deben desconocerse los esfuerzos pioneros  reali-
zados en el pasado para obtener mediciones que, de alguna u otra forma, 
se remitan a la identificacin de grupos pobres. Es el caso, por ejem-
plo,  de  los  numerosos  estudios  de  distribucin  del ingreso, y de 
distincin y definicin de clases sociales. Algunos de ellos  contienen 
propuestas difcilmente  viables -aun hoy- para la medicin de los pro-
blemas  que se  persegua  estudiar, en razn  de la  disponibilidad de 
informacin; otros reportaron importantes reflexiones que han pasado  a 
formar parte del acervo de conocimiento en torno al tema que actualmen-
te se conoce como inequidad social.

2.1 Lneas de pobreza

    En  trminos  muy resumidos, la lnea de pobreza define a sta  por 
referencia  a un ingreso  mnimo requerido para  satisfacer necesidades 
bsicas. Este enfoque consiste en la definicin de una canasta normati-
va  alimentaria  o  nutricional  para  un  hogar. La llamada canasta de 
subsistencia se construye a partir de las necesidades y hbitos de con-
sumo  de  los hogares  segn su  composicin en un momento determinado, 
calculndose  su costo. Tal costo es el que define la lnea de indigen-
cia  o  pobreza extrema. Al relacionarse el gasto total de un hogar con 
el de alimentos, se  tiene un factor que se  multiplica por la lnea de 
indigencia, obtenindose de este modo la lnea de pobreza. Habitualmen-
te  ese  factor  es  2  2.5 veces el  valor de la canasta, y surge del 
supuesto que  para vivir en condiciones  normales las familias deberan 
destinar a  lo ms  la  mitad de su presupuesto a la alimentacin, y el 
resto a  las necesidades de vestuario, educacin, movilizacin, vivien-
da  y otras, lo  cual se  apoya en diversas evidencias (PNUD, 1990). Se 
trata entonces de un criterio claramente normativo.

    Es decir, la lnea de pobreza  incluye a los hogares que son pobres 
por la va  de la insuficiencia de ingresos. Aquellas personas pertene-
cientes  a hogares cuyo  ingreso per  cpita no alcanza para satisfacer 
las necesidades alimenticias o nutricionales de todos los miembros, son 
indigentes (bajo la lnea  de indigencia); en tanto que las personas de 
aquellos hogares con  ingresos que alcanzan para satisfacerlas pero son 
insuficientes para cubrir otras necesidades de consumo,  representan  a 
los pobres no indigentes. Ambos conjuntos abarcan a las personas que se 
sitan bajo la lnea de pobreza.

    En general, en un  contexto de pases en desarrollo, aquellos menos 
desarrollados tienen casi permanentemente los ms altos porcentajes  de 
pobreza  e  indigencia,  en  tanto  que pases ms desarrollados pueden 
tener menor incidencia de  los mismos, con la salvedad de que los ndi-
ces pueden experimentar bruscas fluctuaciones en algunos perodos, como 
ocurri en la dcada de los  aos 80.

2.2 Necesidades bsicas

    Este mtodo es ms directo, ya que mide la pobreza segn las carac-
tersticas de la disponibilidad de bienes y servicios, por  un  lado, y 
de  las  condiciones  de  vida, por otro. Resumidamente, consiste en la 
identificacin  de lo que se considera que son las necesidades bsicas, 
lo  que  pasa por  definir los indicadores de  dichas necesidades  y el 
umbral ms  all del cual ellas se satisfacen. Tambin  implica distin-
guir hogares que  no satisfacen  una (porcentaje base o ndice sintti-
co), dos o ms de las necesidades definidas como bsicas. Las  personas 
pertenecientes  a esos  hogares  son  los  pobres,  segn este criterio 
(PNUD, 1990).

    En numerosos  pases se han realizado estimaciones por este mtodo, 
siempre sobre la base de informacin proveniente de encuestas represen-
tativas de carcter nacional o de censos de poblacin y vivienda.  Esto 
ha permitido identificar geogrficamente las reas ms afectadas (espa-
cialmente  desagregadas al mximo a partir de la informacin censal)  y 
elaborar perfiles a travs de los mapas de pobreza.

    Los indicadores de las necesidades bsicas insatisfechas que se re-
conocen internacionalmente  son: el  hacinamiento  (un cierto nmero de 
personas  por  dormitorio), los  materiales de la  vivienda (cuando son 
inadecuados para la salud y el normal desenvolvimiento de las activida-
des  de  un  hogar), el  abastecimiento de agua (si ste no existe o es 
inadecuado), la disponibilidad de servicios sanitarios (si se carece de 
ellos o son inadecuados), la asistencia a establecimientos de enseanza 
formal entre los menores (cuando no asisten) y, por ltimo, la relacin 
de  dependencia  econmica (PNUD, 1990). Es preciso sealar que en oca-
siones  los umbrales  de  estos  indicadores  son  modificados segn la 
realidad de cada pas, y no siempre son empleados en su totalidad en la 
confeccin del ndice sinttico.

    De all que el criterio de las necesidades bsicas no es inmodifica
ble. La especificacin de los indicadores  puede cambiar en el tiempo y 
segn se  trate de reas urbanas o rurales. Tambin a veces se incorpo-
ran nuevos indicadores (como la disponibilidad de luz elctrica)  o  se 
excluyen otros (asistencia a la enseanza, relacin de dependencia eco-
nmica), de acuerdo a la naturaleza de la informacin con que se cuenta. 
De todos modos, generalmente se ha tratado de mantener el mnimo de los 
indicadores.

    Los  pases menos desarrollados tienen los ms altos porcentajes de 
pobreza segn  necesidades  bsicas, en tanto que los ms desarrollados 
suelen tener una menor incidencia, aun en perodos donde se  experimen-
ten  alzas en la  pobreza medida a travs del criterio de las lneas de 
pobreza.

    De manera sinttica, los dos mtodos descritos exigen una disponibi
lidad de informacin especfica. El criterio de necesidades  bsicas da 
cuenta principalmente de insuficiencias estructurales, en tanto que las 
lneas de  pobreza pueden ser muy sensibles a coyunturas tales como al-
zas  bruscas de los precios  de los alimentos de la canasta bsica, con 
el resultado de  variaciones significativas  en el porcentaje de pobres 
en cortos perodos.

    La discusin sobre las insuficiencias y posibilidades de complemen
tacin de ambos mtodos ha sido profusa. Respecto  a este ltimo punto, 
se ha propuesto un tercer mtodo, conocido  como el mtodo integrado de 
medicin de la pobreza.  Este  ha permitido considerar distintas dimen-
siones  de la pobreza, con arreglo a  la implantacin simultnea de los 
dos mtodos  (PNUD, 1990). Obviamente, esto  implica suprimir redundan-
cias  al ponerlos en prctica  y definir las necesidades que contemplan 
las lneas de  pobreza (principalmente de consumo) y las que son capta-
das  por  las necesidades  bsicas (inversin y gasto pblico). Implica 
tambin incorporar  la atencin de  salud y la  seguridad  social,  que 
ninguno  recoge directamente. Su principal ventaja es que permite iden-
tificar  simultneamente  a los pobres por  necesidades bsicas,  a los 
pobres por  carencias  de ingresos suficientes (en especial en su rela-
cin con la alimentacin)  y a los pobres por ambos criterios. De  esta 
forma, el mtodo define tres categoras de pobres: las personas que son 
pobres  de acuerdo a  ambos mtodos (crnicos), las que lo son slo por 
necesidades  bsicas insatisfechas  (pobres  inerciales) y  quienes son 
pobres slo por  lneas de pobreza (pobres recientes). Estimaciones he-
chas para Amrica Latina sealan que en 1990 existan 270  millones  de 
pobres, lo que representa un 62% de la poblacin regional.De ese total, 
la  mayora corresponda  a pobres crnicos (PNUD, 1990). En todo caso, 
debido  a la fuerte  exigencia de informacin, este mtodo no suele ser 
aplicado con frecuencia.

    De acuerdo a los antecedentes descritos, parece haber un denominador 
comn en los mtodos: al momento de elaborar los perfiles de pobreza se 
suelen ignorar  las variables demogrficas y, por esta va, el papel de 
los  comportamientos demogrficos.  Se excluyen factores que, constitu-
yendo parte de toda realidad social y siendo fciles de medir, integran 
tambin  las distintas  dimensiones de  la  pobreza, si se reconoce que 
sta es un fenmeno multifactico. Aunque implcitamente queda adverti-
do en la informacin que se maneja en los diagnsticos, el hecho de que 
los  hogares pobres sean de mayor tamao que los no pobres y estn com-
puestos en forma marcada por jvenes y nios, tiene  un  significado de 
gran importancia. En la base de esta situacin est un patrn reproduc-
tivo que  distingue a las  personas que forman parte de los hogares po-
bres y que se relaciona directamente  con  una nupcialidad y fecundidad 
tempranas, con un mayor nivel de crecimiento demogrfico natural  y con 
una mayor mortalidad.

    Lo que  puede destacarse es que las  dimensiones demogrficas de la 
pobreza son importantes porque son un reflejo de las condiciones de vi-
da. Adems, pueden  constituirse en factores que favorecen la reproduc-
cin  de la pobreza ya que, en ausencia de movilidad social, los  hijos 
de  pobres tienden a ser  pobres. El elemento  ms claro al respecto lo 
constituye el  hecho de  que en esos grupos se registra un mayor creci-
miento  demogrfico  natural; de esta forma, la evolucin del tamao de 
la poblacin pobre no slo es consecuencia de las tendencias en materia 
de disponibilidad de ingresos o de inversiones en el plano de la infra-
estructura fsica, que condicionan la movilidad social, sino tambin de 
su propia dinmica demogrfica.

    Por  otra  parte, desde el punto de vista de los estudios de pobla-
cin, ha existido una percepcin emprica sobre las vinculaciones entre
las dimensiones sociodemogrficas de la pobreza  y  aquellas  de ndole
socioeconmica, llegndose a una interpretacin de  un  alto  grado  de
generalidad,  lo  que  evidentemente  es  insuficiente  para   permitir
incorporar estas discusiones  a la problemtica del desarrollo.   Desde
un punto de vista global, no es aventurado afirmar que  para incorporar
el  problema  de  la  pobreza  al de  la  poblacin y el desarrollo, se
requiere profundizar en  muchos aspectos. Si se  tienen en  cuenta  las
tendencias  y  magnitud  de  la pobreza  en Amrica Latina y el inters
manifiesto de los gobiernos por su  superacin, junto  con la necesidad
de incluir   otros  aspectos  relevantes  del fenmeno que posiblemente
condicionan su reproduccin,  parece  ser entonces  que se est  frente
a  un  problema  que,  siendo  de  la  ms  alta  gravitacin,  resulta
apropiado enfocarlo desde  quizs  no  tan nuevas perspectivas, pero s
siempre relevantes.

3.  Algunas interrogantes sobre las relaciones entre poblacin y pobreza

    A partir de numerosas evidencias y, en particular, de acuerdo a los 
perfiles de pobreza  antes mencionados, est ampliamente documentado el 
hecho de  que los hogares y las familias pobres presentan caractersti-
cas distintivas, desde el punto de vista socioeconmico y cultural, que 
estn en la base de las causas del fenmeno. Menos  evidentes  son  los 
rasgos sociodemogrficos  de estos grupos, a pesar de que se dispone de 
abundante  informacin que, de modo  indirecto, sugiere la presencia de 
comportamientos  especficos de  ese orden. Por lo  mismo, es necesario 
tener en cuenta el carcter multifactico y heterogneo de la pobreza.

    As,  entonces,  se  sabe  que  los  pobres  exhiben  bajos niveles
educacionales, insuficiencias  ambientales  y  nutricionales,  y tienen
una menor participacin  relativa  en  la actividad  laboral, la que se
define a su  vez  por una pertenencia a ocupaciones y actividades de la
ms baja  productividad,  que  generan  escasos  ingresos y que impiden
satisfacer  integralmente  sus necesidades ms esenciales, materiales y
no materiales.

    Evidencias indirectas, basadas en la estratificacin de la poblacin 
de acuerdo  a niveles  educativos y grupos  sociocupacionales, sugieren 
que los miembros de los hogares pobres tienen un alto crecimiento demo-
grfico relativo, junto con comportamientos de una ms temprana nupcia-
lidad que  se expresan en  una mayor  fecundidad  con relacin  a otros 
grupos. Como se sabe que, adems, normalmente los hogares pobres son de 
mayor tamao  y ms jvenes que  los no pobres,  es indudable  que  las 
referencias indirectas sobre su comportamiento demogrfico corresponden 
a los perfiles de la pobreza. Un hecho de gran trascendencia respecto a 
las dimensiones  demogrficas de la  pobreza es que entre los pobres se 
registran  los peores indicadores  de mortalidad, aspecto que introduce 
una variable cuya relevancia es indiscutible.

    Las vinculaciones generales entre las dimensiones sociodemogrficas 
de la pobreza  y  aquellas de ndole socioeconmica, se reflejan final-
mente  en  el nivel  de  crecimiento demogrfico  natural de los grupos 
pobres. Cuando esto se ha reconocido en las discusiones sobre poblacin 
y  desarrollo, a menudo se ha privilegiado y difundido  ampliamente  el 
supuesto que de algn modo existe una cierta influencia causal unilate-
ral entre ellas, o bien que  esta influencia puede  leerse en cualquier 
sentido, segn sea el contexto histrico y espacial. El punto que inte-
resa destacar es  que estas discusiones no han sido resueltas y, aunque 
hace bastante tiempo se advirti  sobre la  inexistencia  de evidencias 
empricas concluyentes en favor de una u otra hiptesis, la posible re-
lacin  compleja y de efectos  acumulativos entre  ambas dimensiones ha 
sido prcticamente ignorada.

    En  este  trabajo  se  busca,  pues,  poner  de relieve una cuestin
antigua,  pero  que   resulta   siempre  importante   de  analizar:  las
interrelaciones  entre las caractersticas socioeconmicas de la pobreza
y las  de  origen  sociodemogrfico,  tanto   en  lo que se refiere a la
identificacin de las posibles direcciones de causalidad entre pobreza y
crecimiento demogrfico (con sus consiguientes lneas  de accin),  como
en  el  plano  del  aporte  de  los  aspectos  sociodemogrficos   a  la
caracterizacin   de   la   pobreza.   Parece   ser   claro   que  estas
interrelaciones   debieran  constituir  un  asunto  central  y   no slo
complementario   de  las  discusiones  en  el  campo  de  la poblacin y
el  desarrollo. Pero quizs  ello no ha sido tan claro  en  la prctica,
puesto  que, por ejemplo, los comportamientos  demogrficos  nacionales,
con  toda  la   heterogeneidad  implcita en los  promedios, han servido
habitualmente   para  fijar  metas  de  reduccin  de la fecundidad y la
mortalidad.

    En otros trminos, al analizar las vinculaciones generales entre los 
distintos rasgos  de  la pobreza surgen interrogantes tales como las si-
guientes:

-    Cul es la posible naturaleza de las relaciones  entre el fenmeno 
     de la pobreza y las dimensiones sociodemogrficas del mismo?

-    Cmo y por qu contribuyen las dimensiones sociodemogrficas a  la 
     caracterizacin de las situaciones de pobreza?

    Tratando de generar  elementos  de discusin, se plantearn en forma 
breve  antecedentes  generales de lo que ha sido lo que aqu se denomina 
el  estudio de la  relacin entre la  pobreza y la dinmica demogrfica, 
tanto para rescatar los aportes a la discusin, como para motivar nuevas 
preguntas. Del mismo modo, se expondrn algunas evidencias que apuntan a 
mostrar lo relevante de esta problemtica y la necesidad de su estudio.

4. Interrelaciones entre pobreza y dinmica demogrfica

    Las   interrelaciones   entre  la   situacin   de   pobreza   y  el
comportamiento  demogrfico  de  la  poblacin inmersa en ella, han sido
abordadas fundamentalmente  a  travs de dos ideas bsicas: la nocin de
poblacin y desarrollo y el concepto de estrategias de supervivencia.
Ambos    conceptos  son   de   larga  tradicin   en   la  investigacin
sociodemogrfica, y lo  que interesa es destacar y discutir parte de sus
contenidos   buscando   dar respuesta al sentido de las relaciones entre
pobreza y dinmica demogrfica. Por cierto, el primer concepto posee una
generalidad mucho mayor que el segundo, el cual forma parte de aquel.

4.1 Poblacin, desarrollo y pobreza

    Los  antecedentes sobre las relaciones entre la poblacin y el desa-
rrollo econmico datan de muy antiguo. Son ampliamente conocidas las po-
siciones antagnicas que han  generado la polmica  sobre el papel de la 
dinmica demogrfica en el desarrollo: la necesidad de retardar o de es-
timular el  crecimiento de la poblacin, con  respecto  a temas de orden 
econmico, social,  poltico y militar (Argello, 1983; Naciones Unidas, 
1978).  Estas posiciones se han nutrido principalmente de la teora eco-
nmica y algunas de ellas han incorporado un tratamiento  endgeno de la 
poblacin en el sistema econmico.

    Cuando se describe esta relacin  hay que tener presente que no slo 
se alude al crecimiento demogrfico, sino a las consecuencias implcitas 
que ste acarrea, a travs del tamao y la estructura por edad de la po-
blacin.

    A fines del siglo XVIII el inters por esta temtica adquiri espe-
cial  relieve  con  las  proposiciones  de  Malthus, suscitndose desde 
entonces la denominada controversia  sobre los problemas demogrficos 
y  del  desarrollo (Naciones Unidas, 1978). En la base de la tesis mal-
thusiana,  como es bien sabido, se destaca el obstculo que representa-
ra  para el desarrollo la presencia de un crecimiento demogrfico  por 
sobre  ciertos niveles.  Para  Malthus, el  crecimiento de la poblacin 
sera la  principal causa  de la pobreza y sta  tendra poca o ninguna 
relacin  con  las formas de gobierno o la distribucin de la propiedad 
(Naciones Unidas, 1978). En diversas formas, la herencia de este postu-
lado se expresara en  el pensamiento econmico  clsico, neoclsico  y 
hasta en las  distintas teoras econmicas y no econmicas que buscaron 
responder a ella. Se  reflejara, adems, en las dcadas recientes,  en 
el surgimiento  de proposiciones de acciones de regulacin de la fecun-
didad.

    En la actualidad, el papel negativo que se le adjudica al crecimien
to de la poblacin en los pases en desarrollo adquiere relieve en dis-
tintos mbitos, en especial frente las perspectivas de dicho crecimien-
to que, se supone, amenazan el  desarrollo, el medio ambiente  urbano y 
los ecosistemas naturales. 

    En este debate, obviamente, cobra importancia el tema de la pobreza. 
Los argumentos sugieren que como consecuencia   de  una alta fecundidad
los  pobres seran los principales agentes del crecimiento demogrfico,
cuyos  niveles  llegaran  a  ser  incompatibles  con  los objetivos de
carcter   econmico;  esto   se   explicara,  aparentemente,  por  su
presin sobre las  demandas  de educacin, salud, empleo y, en general,
sobre las inversiones  sociales, las cuales se veran enfrentadas a una
competencia con las  inversiones productivas. Los  argumentos se  basan
tambin en las graves consecuencias que originara la alteracin de los
ecosistemas   naturales  en  el  abastecimiento  de  alimentos  y en la
evolucin  del clima a escala mundial.

    Argumentos  como  los anteriores pueden resultar simplistas ya que,
por  ejemplo,  cabe cuestionar la  aplicabilidad del  enunciado (en los
pases  en  desarrollo),  sus  bases  cientficas (graves consecuencias
potenciales)  y  la  distincin  de  las causas  que se atribuyen a  la
existencia de la pobreza.

    Es evidente que la disminucin de la fecundidad, a travs de acciones 
dirigidas,  podra  contribuir a  un bienestar global  de las sociedades 
donde  ella todava es elevada, a  travs de una menor presin sobre los 
recursos. En ese sentido, se reconoce que el xito de estas acciones de-
pender de las  posibilidades de satisfaccin de las necesidades bsicas 
y de participacin en los procesos nacionales de desarrollo del conjunto 
de  la  poblacin  pobre (FNUAP, 1991). El problema es que, siguiendo la 
lgica de estos  razonamientos, las acciones que de ellos deriven nica-
mente adquieren  sentido en el largo plazo, ya que los descensos  de  la 
fecundidad -que slo a veces se materializan con relativa rapidez, y cu-
yos  determinantes  primarios se  asocian a  transformaciones  sociales, 
econmicas  y  culturales- conllevan consecuencias  demogrficas durante 
largo tiempo, las que se  expresan a travs  de modificaciones en la es-
tructura  por edad  de la poblacin.  Sistemticamente se omite, adems, 
que  los altos ndices  de mortalidad persisten  en los grupos pobres en 
casi  toda  sociedad, aun cuando se estn produciendo  descensos  de  la 
fecundidad, lo que plantea problemas de fondo como, entre otros, la fal-
ta de equidad en la distribucin de los beneficios del desarrollo.

    Por otra parte, dicha visin no da respuesta a la situacin heterog
nea que caracteriza a los pases en desarrollo en materia de las tenden-
cias  declinantes del crecimiento  demogrfico y su relacin con la per-
sistencia  y  agudizacin de la pobreza en muchos de ellos,  situaciones 
vinculadas,  por  lo dems, con fuertes y prolongadas crisis econmicas. 
Cabe preguntarse al respecto cunto ms grave sera esta situacin en un 
contexto de  permanencia de elevados ndices de crecimiento demogrfico. 
El hecho es que al desconocerse las especificidades demogrficas de cada 
pas, se excluye la  posibilidad de considerar la heterogeneidad interna 
de los componentes demogrficos  y sus consecuencias diferenciales sobre 
la  estructura por edad y la dinmica de la poblacin. Por eso es impor-
tante  conocer la forma  y  magnitud de la contribucin del  crecimiento 
demogrfico a la reproduccin de la pobreza, tanto en situaciones  donde 
sta afecta a la mayora de la poblacin como en el caso opuesto. La re-
lacin ms visible entre pobreza y dinmica  demogrfica se encuentra en 
pases donde el porcentaje de pobres es muy alto. Por ejemplo, si la po-
breza  afecta a un 80% de la poblacin, es casi inevitable que el creci-
miento demogrfico sea el responsable directo  de la casi totalidad  del 
aumento absoluto  del nmero de  pobres en un perodo  determinado: ello 
ocurre porque las posibilidades de crecimiento del porcentaje de pobres, 
como sucede con el grado de urbanizacin, se agotan  cuando ste  es ms 
elevado. En  el caso opuesto, donde la magnitud de la pobreza es ms ba-
ja,  un aumento del  nmero  absoluto de pobres puede ser explicado tam-
bin, en forma importante, por la movilidad social regresiva.

    Un enfoque  que considere una relacin  compleja y dinmica entre el 
proceso de  desarrollo y el crecimiento  demogrfico parece  ofrecer una 
visin  ms objetiva  al respecto.  Esto  implica suponer que la pobreza 
tiene una  base estructural, que se relaciona con la falta de generacin 
de empleos productivos  en equilibrio  con su demanda y con la distribu-
cin de los beneficios de  la produccin (ingresos) en el marco del pro-
ceso  de desarrollo econmico.  Adems, este planteo no excluye el hecho 
-a veces incuestionable y sobre el que existe pleno consenso- de que de-
terminados niveles de crecimiento demogrfico, por su intensidad, pueden 
tener repercusiones regresivas sobre algunas dimensiones del desarrollo.

    En esta perspectiva general, los problemas de carcter ambiental ad-
quieren volumen no ya por una supuesta presin de la poblacin pobre so-
bre los  sistemas ecolgicos, sino  ms bien  porque   ellos  deben  ser 
visualizados  en su naturaleza misma; esto es, a travs de las modalida-
des productivas y tecnolgicas del sistema econmico internacional y  de 
los patrones de consumo que prevalecen heterogneamente dentro de la po-
blacin en su conjunto,  y en las condiciones de  retroceso generalizado 
del crecimiento demogrfico al interior de varias regiones.

    Por ltimo,  en  un nivel ms especfico, una tesis como la descrita
podra considerar el papel de diversos fenmenos  propios de la dinmica 
demogrfica  y que determinan la reproduccin o transmisin intergenera-
cional  de la pobreza, como lo son por ejemplo, la fecundidad o materni-
dad temprana y el trabajo infantil. Tambin se hara ms comprensible la 
naturaleza  de los problemas  de empleo, que estn en la base de las si-
tuaciones  de  pobreza, distinguiendo la importancia de las  inversiones 
sociales en  un plano no  competitivo  con las  inversiones  productivas 
(PREALC, 1988),  implicando con ello  que las polticas  que persigan la 
equidad social deben trascender ms all de una relacin emprica  entre 
fenmenos.

    La asociacin entre crecimiento de la poblacin y situaciones de po-
breza se  insina, de  esta forma,  como una interrelacin  entre  ambos 
fenmenos. De all que parece ser relevante descubrir las posibles inte-
racciones, lo que desde el punto de vista de la poblacin hace necesario 
explorar  las razones de la elevada  fecundidad -relativa a un contexto- 
entre  los pobres, pero adems exige conocer las causas de su mayor mor-
talidad, ya que sta es tambin un atributo demogrfico asociado  con la 
pobreza, ms  an si la alta mortalidad  es la dimensin demogrfica ms 
dramtica y visible de la pobreza dentro de cualquier sociedad.

4.1.1 La fecundidad como componente de la reproduccin social

    La  fecundidad, expresada en el nmero de hijos  que  tienen las mu-
jeres, es el aspecto decisivo en la dinmica demogrfica de los sectores 
pobres. Tal como lo destacaba  hace algunos aos  Argello (1983), se ha 
intentado explicar la alta fecundidad de los pobres mediante algunos en-
foques  que han  buscado establecer una  racionalidad econmica en las 
decisiones sobre el nmero de hijos, hasta otros que han tratado de mos-
trar los aspectos negativos de una cultura de la pobreza, en la que se 
presentara una irracionalidad en el comportamiento reproductivo.

    Vinculadas  con  una elevada fecundidad relativa, se reconocen  como 
caractersticas  de los pobres una fecundidad y nupcialidad ms temprana 
con relacin  a otros grupos, as como el abandono temprano de los estu-
dios de las madres jvenes y de sus hijos. Tambin estn aquellos rasgos 
de orden  econmico, como el menor  nivel educativo y la baja participa-
cin econmica en el mercado de trabajo formal de la mujer, y el trabajo 
infantil. En buena medida, muchos  de estos aspectos definen el problema 
de la situacin social de la mujer.

    El  razonamiento  que sigue a la operacin de estos factores sugiere 
que en la medida que los estratos pobres no logran una calificacin ade-
cuada para competir por  los escasos  empleos productivos  adecuadamente 
remunerados,  pueden ver agravada  su situacin a causa del mayor creci-
miento demogrfico, generando una mayor presin sobre las imperfecciones 
del mercado de trabajo.  Este fenmeno otorgara sentido a  una relacin 
circular pobreza-crecimiento demogrfico-pobreza (Argello, 1983).

    Entre  los  aspectos de carcter socioeconmico que tradicionalmente 
se han considerado  ms relevantes junto con el comportamiento de la fe-
cundidad, estn la educacin y la participacin econmica  de  la mujer. 
Ambas variables, obviamente, dependen del contexto social y espacial, ya 
que la disponibilidad y el acceso a los servicios educacionales, as co-
mo las caractersticas  de la estructura  productiva, las condicionan en 
grado importante.

    Es  conocido el hecho de  que los menores niveles de  educacin  van 
unidos a una  nupcialidad ms temprana, a un menor acceso y uso de mto-
dos modernos de  planificacin familiar y,  consiguientemente, a una fe-
cundidad  ms  elevada, si no temprana. La  calificacin  que logren las 
mujeres  condiciona  en grado decisivo la capacidad  para competir en el 
mercado de trabajo en ocupaciones mejor remuneradas, influyendo  de esta 
forma  en las  pautas de nupcialidad  y en la fecundidad. La idea bsica 
que subyace ac  y  que ha sido tratada en numerosos enfoques, es que la 
mayor educacin y la posible mayor participacin laboral femenina que de 
ella se derivara, se  acompaan de una creciente incompatibilidad entre 
las funciones de reproduccin y de trabajo, adems de  una  modificacin 
en el  poder de  decisin de la mujer  al interior de los hogares. Estos 
hechos terminaran  por afectar tanto a quienes  trabajan como a quienes 
no trabajan (Guadalupe, 1988).

    Con  referencia a los estratos pobres, los factores descritos ayudan 
a comprender las condiciones que favorecen el mayor nmero  de hijos  de 
las mujeres. Al tratar de entender este fenmeno, se descubre que no son 
slo el nivel educacional y la participacin econmica las variables que 
se vinculan con la  fecundidad; se trata adems de  las particularidades 
del proceso formativo y de las caractersticas especficas de las ocupa-
ciones que desempean las  mujeres en contextos  determinados.  Frente a 
agudas crisis  econmicas, el  significado de la educacin como medio de 
ascenso social, si es que la cobertura de los sistemas educativos no de-
crece, pierde fuerza ante la contraccin e informalizacin de los merca-
dos laborales, la prdida de calidad  en los contenidos de los planes de 
estudio (especialmente  de los sistemas pblicos) y, obviamente, ante la 
inadecuacin  de sus orientaciones frente a los cambios en dichos merca-
dos. Por  esta va, la educacin puede constituir un mecanismo de repro-
duccin de la segmentacin social, incluso en pocas de expansin econ-
mica. En verdad,  las oportunidades  ligadas a la educacin no poseen el 
mismo  significado para los diversos estratos, y las trayectorias edu-
cativas para  los pobres  tienen puntos de  partida y puntos de llegada, 
cualitativa y  cuantitativamente  muy diferentes a  los del  resto de la 
poblacin.

    Por  otra  parte, la posicin de los agentes sociales en la pirmide 
ocupacional -determinada segn sus condiciones educativas y de califica-
cin  laboral-, es uno de  los  factores ms  importantes que definen la 
pertenencia  a determinados  estratos sociales y, con  ello, el nivel de 
ingresos y las posibilidades de satisfacer las necesidades culturalmente 
definidas como bsicas.

    La  importancia  central de variables  como las sealadas es su con-
tribucin a la comprensin de las interacciones entre pobreza y fecundi-
dad. Los factores que acompaan las situaciones generadoras  de  pobreza 
de los individuos y sus familias estn presentes ya antes de la reprodu-
ccin y  de la llegada de los hijos, aunque en un plano generacional es-
tos factores se refuerzan con una elevada  fecundidad (Argello,  1983). 
En otras ocasiones, la temprana fecundidad condiciona en  grado decisivo 
las posibilidades  de  los hijos de superar las desventajas del ambiente 
familiar y social en que han nacido.

    De  all que ha comenzado a reconocerse que junto con el descenso de 
la fecundidad en muchos pases, se asiste a un fenmeno que posee carac-
tersticas  muy especficas:  la maternidad  temprana  entre los pobres. 
Existe  un relativo consenso en cuanto a que esta situacin puede llegar 
a ser un problema, en la medida que se asocia con un alto porcentaje  de 
hijos no deseados y nacidos en condiciones llamadas de ilegitimidad des-
protegida, afectando el futuro y las expectativas de las propias  madres 
y de sus hijos. Para aquellas, la situacin devendra en un  bloqueo  de 
sus aspiraciones de movilidad social, y en carencias econmicas y cultu-
rales que probablemente incidirn en los niveles  de nutricin  y en  la 
socializacin de los nios, entre  otras cosas, transformando as al fe-
nmeno "madre joven" en un mecanismo de transferencia  intergeneracional 
de la pobreza (CEPAL, 1988). Por lo dems, el  perfil  de  estas  madres 
suele ser el de una adolescente pobre, soltera, de baja escolaridad, cu-
ya condicin y desproteccin se relacionara  estrechamente  con efectos 
negativos sobre los niveles de nutricin y de rendimiento escolar de sus 
hijos, lo que podra terminar por reducir las oportunidades de stos  en 
la opcin de un mejor futuro (CEPAL, 1991).

    Esta  nueva  forma de ver el crculo vicioso de la pobreza, a menudo 
relegada por consideraciones de carcter global, tiene la ms grande im-
portancia  si se piensa que los nacimientos originados en madres adoles-
centes estn creciendo en importancia relativa en muchos pases, a pesar 
del descenso de la fecundidad del conjunto de las mujeres, y es un argu-
mento ms para prestar atencin a los  problemas que estn en la base de 
la pobreza. Los fenmenos  vinculados a esta situacin no hacen sino re-
forzar el ciclo pobreza-crecimiento demogrfico-pobreza, con el agregado 
de una menor influencia del comportamiento demogrfico sobre la reprodu-
ccin del fenmeno.

    De   este modo, las condiciones  objetivas de existencia indican que 
el comportamiento reproductivo  (fecundidad) se enraza en las condicio-
nes estructurales del proceso de desarrollo. Entre  los  comportamientos 
que conducen a la reproduccin de la pobreza, el patrn reproductivo se-
ra uno de ellos, reforzando  la interaccin negativa entre  poblacin y 
desarrollo.

    Por  ello, no  es realmente  suficiente plantearse como meta que los 
estratos pobres, cualquiera sea su definicin, tengan un menor nmero de 
hijos para as poder educarlos y asegurarles un  mejor  futuro. Argello 
(1980), por lo dems, seala que un  comportamiento como el as descrito 
no parece factible mientras no existan -ni se perciba que existen- posi-
bilidades reales de ascenso social, en las condiciones de existencia que 
les asigna el estilo de desarrollo. Contrariamente a lo que poda haber-
se esperado, durante  el decenio 1980-1990,  en una situacin de agrava-
miento de  condiciones socialmente adversas, la disminucin de la fecun-
didad continu su transicin en Amrica Latina, lo que podra significar 
una especie de ajuste para hacer frente a esas  circunstancias. Es po-
sible que este ajuste no  haya tenido mayor alcance debido a las limi-
tadas  oportunidades  de acceso  a  mtodos  modernos  de  planificacin 
familiar de los grupos ms pobres. Las encuestas demogrficas y de salud 
realizadas en  la  dcada de 1980 muestran,  sistemticamente,  que  las 
mujeres pertenecientes a los estratos sociales ms bajos declaran el ma-
yor porcentaje  de  fecundidad no deseada, llegando  a un 40% en algunos 
pases (CELADE, 1991).

    En  un  plano general, este hecho indicara el condicionamiento  que 
pueden llegar  a ejercer las coyunturas  del proceso de desarrollo sobre 
el comportamiento reproductivo en determinados contextos y, ciertamente, 
el grado  de importancia  decreciente  que pueden alcanzar  los factores 
demogrficos en  la relacin  circular  pobreza-crecimiento  demogrfico 
elevado-pobreza.2

    Estas  nociones generales deben asumirse con cautela al analizar las 
interrelaciones  entre  pobreza y crecimiento  demogrfico. Ellas pueden 
adquirir caractersticas especficas, segn la sociedad bajo  estudio de 
que se trate y las consecuencias de determinados perodos de contraccin 
econmica de larga duracin. Reiterando, hay que considerar, por ejemplo, 
la situacin de las madres jvenes que dan a luz  y cran a sus hijos en 
condiciones de desproteccin social y con serias carencias econmicas  y 
culturales. Puede pensarse,tambin, en  la situacin de los grupos ind-
genas  (pobres), entre  quienes es posible  admitir la persistencia de 
ciertos  factores culturales como generadores de una alta fecundidad  y, 
sobre todo, la presencia de factores institucionales, expresados  en  la 
insuficiencia  de cobertura o contenido de los sistemas y programas edu-
cativos y sanitarios. Sin proponrselo, stos pueden no permitirles  una 
integracin  real  a los  beneficios del desarrollo, transformndolos en 
grupos altamente vulnerables en el contexto del resto de  la  sociedad3.

4.1.2 La mortalidad en contextos de  pobreza

      Los elevados ndices de mortalidad que en diversos estudios  exhi-
ben los estratos pobres, expresan tambin la interaccin  negativa entre 
poblacin y  desarrollo, en especial  porque se trata de indicadores que 
muestran, ms que cualquier otro y en forma dramtica y visible, cmo se 
afectan los comportamientos demogrficos de una  poblacin  por la forma 
en que se distribuyen los beneficios del desarrollo  en  un contexto  de 
marcada inequidad social.

      La mortalidad, especialmente en los primeros aos de vida, ha sido 
considerada en numerosas esferas como componente de  la calidad de vida, 
a pesar de que no necesariamente  constituye un indicador de  desarrollo 
por no  ser congruente con  la evolucin de otros indicadores de bienes-
tar. De todos modos, los diferentes valores que alcancen los niveles  de 
mortalidad  infantil al interior  de una sociedad son indicios evidentes 
no slo de la desigualdad del estado de salud de una poblacin, sino que 
expresan tambin el estado del acceso a la educacin y la disponibilidad 
de ingresos, con sus consecuencias en las condiciones materiales de vida.

     Cmo  operan  los factores del  desarrollo sobre esta variable? La 
disminucin de la mortalidad infantil y de la niez se ha debido al con-
trol de enfermedades infecto-contagiosas y  otras  de  carcter exgeno, 
como producto del desarrollo de programas sanitarios y de orden social y 
econmico. Estos se han traducido, por ejemplo, en el suministro de ser-
vicios, en el mejoramiento de la nutricin  y la salud materno-infantil, 
y en el cambio general de los hbitos y costumbres frente a las enferme-
dades, como consecuencia  de adelantos  cientficos y tecnolgicos en el 
plano de la salud, la educacin y las comunicaciones.

     De esta forma, los niveles ms elevados de mortalidad que afectan a 
unos grupos  en  determinados contextos  sociales y espaciales dentro de 
una sociedad, son resultado de las caractersticas e  imperfecciones del 
proceso de desarrollo, como se ve por ejemplo en el plano  de las estra-
tegias en el campo de la salud y del suministro de servicios. Una conse-
cuencia significativa que se ha descubierto es que la elevada mortalidad 
infantil puede contribuir a mantener una mayor fecundidad, en  la medida 
que las familias pobres buscan compensar  la prdida de  hijos para man-
tener el nmero deseado,  con todos los costos  biolgicos, econmicos y 
sociales que ello implica4, aunque  es indudable que  esta  relacin  de 
causalidad pierde fuerza en sociedades altamente urbanizadas.

     En cualquier caso, las evidencias empricas indican que los mayores 
niveles de mortalidad infantil de ciertos estratos sociales van casi in-
variablemente acompaados  de los ms altos  niveles de  fecundidad. Los 
estratos sociales ms desfavorecidos registran indicadores que se tradu-
cen, lgicamente, en una mayor incidencia de las muertes y los nacimien-
tos en varios pases: de all que es til conocer  este  comportamiento, 
siempre y cuando se lo site de acuerdo a la especificidad de  cada  so-
ciedad. Hay evidencias en pases ms avanzados en la transicin demogr-
fica y en su grado de desarrollo relativo que sugieren que  las diferen-
cias relativas de mortalidad entre grupos sociales son apreciables5.

     Finalmente, no puede dejar de mencionarse la vinculacin  que  exis
tira entre fecundidad temprana (e  ilegitimidad) -caracterstica de los 
hogares pobres- y los niveles de mortalidad  infantil.  Por  ejemplo, en 
Montevideo (ao 1984), la mortalidad  infantil  de los nios nacidos  en 
condicin de ilegitimidad en hospitales pblicos, provenientes de madres 
jvenes con bajos niveles  educativos, result  diez veces  ms  elevada 
(100 por mil) que la de las mujeres con  educacin  universitaria  cuyos 
hijos nacieron en establecimientos privados  y en condicin de legitimi-
dad (CEPAL, 1988). Por cierto, no se trata de  la condicin  de ilegiti-
midad por s sola, sino del hecho de que  es una situacin tpica de los 
contextos de pobreza. Un estudio realizado en  Chile mostr  que en 1970 
el 31% de los hijos de madres menores de 20 aos eran  ilegtimos, mien-
tras que en 1989 tal porcentaje alcanz  a un 60%.  A  esta  preocupante 
situacin se aade otra ms directa,  que refleja  el conocido factor de 
riesgo que representa para la salud infantil la  condicin de ilegitimi-
dad: la mortalidad infantil que afecta a  los nios  nacidos en esa con-
dicin es un 85% superior a la de los  nios  nacidos  en  situacin  de 
legitimidad,  diferencia   que  se  acenta enormemente  en  el  perodo 
post-neonatal. Las causas de  muerte ponen en evidencia el alto grado de 
no deseados de muchos hijos ilegtimos,  ante  su  mayor  mortalidad por 
traumatismos, desnutricin y  otras  causas perfectamente evitables, que 
denotan los deficientes ciudados a que  pueden verse expuestos los nios 
nacidos en contextos de pobreza, en particular si  provienen  de  madres 
jvenes solteras (APROFA, 1991). Estos aspectos tienen tambin su  espe-
cificidad en cada sociedad, pero en los ejemplos dados se trata  de pa-
ses ms desarrollados y cuya poblacin se ubica en  etapas  avanzadas de 
la transicin demogrfica.

    Sintetizando  los puntos  expuestos, la nocin de poblacin y desa-
rrollo sita el marco en que se inserta la comprensin del fenmeno  de 
la pobreza y sus aspectos demogrficos. Una visin que plantea  que  las 
situaciones de pobreza interactan dinmicamente con los comportamientos 
demogrficos parece ser adecuada para abordar estudios de esta naturale-
za. La pobreza sera un  fenmeno de raz estructural productiva, ya que 
la poblacin pobre  puede crecer por sobre su nivel de crecimiento demo-
grfico, el cual  a su vez est en declinacin. En suma, es posible con-
cluir  que  las caractersticas  sociodemogrficas  tambin  definen  la 
pobreza, aunque sta deriva  de condiciones  estructurales, todo lo cual 
condiciona  negativamente la interaccin entre pobreza y crecimiento de-
mogrfico.

    Por otra parte, el que existan diferencias  en los niveles de morta-
lidad  y fecundidad  al  interior de  una  sociedad, es una prueba de lo 
inadecuado que puede resultar describir la transicin demogrfica a par-
tir  de  promedios  nacionales,  lo que tiene implicaciones, entre otros 
aspectos, en la identificacin de las consecuencias de la dinmica demo-
grfica  sobre los  sectores  sociales (demandas  de  empleo,  vivienda, 
salud, educacin, seguridad  social) o  en  el establecimiento  de metas 
abstractas para el objetivo de reduccin de la fecundidad a nivel nacio-
nal.

    Finalmente,  casi todos los aspectos que aqu se han tratado  tienen 
relacin con los componentes naturales del cambio demogrfico, partiendo 
del  supuesto de que los patrones de la reproduccin  biolgica  guardan 
una relacin  ms  inteligible  con las condiciones de pobreza y que los 
fundamentos tericos  y empricos son mayores. El componente migratorio, 
que afecta tambin  la dinmica  demogrfica, parece tener en cambio una 
relacin no unvoca y fluctuante con las situaciones de pobreza,  aunque 
no por ello debiera omitirse. En general, se sabe que la migracin en un 
pas en  desarrollo posee caractersticas de selectividad en los migran-
tes, no slo en cuanto a su composicin segn gnero (habitualmente pre-
dominan las mujeres) y la edad (los migrantes son principalmente adultos 
jvenes), sino tambin en cuanto a los atributos personales (fecundidad, 
educacin, estado civil) y en el tipo de percepcin  y  motivaciones  de 
los  individuos que toman las decisiones de migrar. Por otra parte, den-
tro de las distintas formas de movilidad, es sabido que algunos estratos 
pobres rurales, por ejemplo, presentan patrones  migratorios  vinculados 
con la expulsin recurrente de sus zonas de origen, instalndose en nue-
vas localizaciones de frontera agrcola, de donde con frecuencia vuelven 
a ser expulsados. En otros casos se advierte  una  movilidad  estacional 
como fruto de la oferta de trabajo en reas especializadas orientadas al 
mercado externo, movilidad que puede o no afectar a los grupos pobres de 
una sociedad.

    Si las consideraciones anteriores pudiesen efectivamente corroborar-
se mediante  evidencias directas sobre la migracin entre grupos pobres, 
ello  querra decir que estas poblaciones tienen una menor propensin  a 
realizar cambios de residencia y, lo que es ms importante, significara 
que para los pobres existen menos alternativas de localizacin. Este he-
cho, que atae a la distribucin espacial de la poblacin,  se relaciona 
directamente  con la segregacin social y espacial que afecta  a quienes 
viven en condiciones de pobreza y que  ayuda a definirlas.

    Todo  esto  quiere  decir  que cuando se introduce esta variable del 
cambio demogrfico (y de movilidad social)  habra  que  considerar  los 
rasgos estructurales de una realidad especfica, que condicionan el fun-
cionamiento de los mercados de  trabajo,  fenmeno que es uno de los de-
terminantes principales de la migracin. De  este modo,  aun  cuando las 
caractersticas de la pobreza no aparecen  necesariamente  asociadas con 
procesos migratorios -sean stos de carcter  temporal o permanente, in-
ternos o internacionales-, no pueden despreciarse sus dimensiones  espa-
ciales (localizacin) y el papel que stas juegan en la reproduccin del 
fenmeno.

4.2. Las estrategias de supervivencia

     Las  condiciones  materiales de existencia permiten suponer que los 
estratos pobres se ven obligados a desarrollar y ensayar prcticas espe-
cficas que los diferencian de otros estratos, dando cuenta de una lgi-
ca de conducta. Dichas prcticas econmicas, culturales, sociales y, su-
puestamente,  demogrficas, se orientan a garantizar la sobrevivencia de 
las familias y, en general, se conocen bajo el nombre de estrategias.

     Esta nocin ha suscitado numerosas interpretaciones desde su apari-
cin hace ya  varios aos y no se discute ac la evolucin de sus conte-
nidos.6 Lo  que interesa es  rescatar  algunas  ideas  que originalmente 
fueron planteadas  y que permiten complementar las anteriores considera-
ciones,  dejando en claro que  ellas pueden tambin ser incluidas dentro 
de las discusiones sobre poblacin y desarrollo.

     El  concepto  general  de  estrategias  de supervivencia familiar 
guarda relacin  con una serie de  arreglos o prcticas  especficas que 
desarrollan los pobres (o ciertos estratos que se pueden asimilar  a  la 
pobreza), dentro de un comportamiento  demogrfico de elevada fecundidad 
y mortalidad, destinadas a lograr su reproduccin y mantencin material. 
El conjunto de  prcticas aludidas  estara relacionado con los arreglos 
domsticos y de organizacin  familiar, por un  lado, y con los arreglos 
econmicos y laborales, por otro (De los Ros, 1988).

     Por arreglos domsticos se entiende al conjunto de decisiones toma-
das al  interior  de  un  hogar  que  inciden  en la organizacin de las 
familias, en sus redes de reciprocidad y solidaridad, y en el papel y el 
quehacer de los hijos, entre otros aspectos. Se  trata de mecanismos que 
se encaminan a optimizar los recursos disponibles  (De los Ros , 1988). 
En esta dimensin se incluyen aspectos tales como los procesos de forma-
cin  de  las familias y hogares,  y  el allegamiento  de parientes y no 
parientes, segn las distintas etapas del ciclo de vida familiar.

     Los  arreglos  econmicos  y laborales se refieren a las decisiones 
que se toman  al interior de los hogares en situacin de pobreza que in-
ciden en la participacin econmica de los miembros y en la contribucin 
de cada uno en la obtencin de ingresos. Se incluye obviamente la parti-
cipacin de los miembros secundarios (no jefes) en la actividad econmi-
ca, as como el trabajo infantil y el femenino, la insercin ocupacional 
y la migracin -temporal o permanente- de personas en edades activas (De 
los Ros, 1988).

     Con  la fundamentacin emprica de que en los hogares pobres existe 
un gran nmero  de  hijos y las numerosas evidencias que muestran que el 
trabajo infantil es un rasgo claramente identificable en muchos de tales  
hogares, las ideas contenidas en estos conceptos dejan  abierta  la pre-
gunta de si acaso los hijos (nios) contribuyen econmicamente, aceptan-
do  que el trabajo infantil puede ser parte de la estrategia de supervi-
vencia. La respuesta no parece fcil, por varias razones.

     En los hogares pobres los hijos (nios) tendran una  significacin 
econmica en la medida que en ellos se percibira una contribucin de a-
cuerdo con las funciones y el sistema de roles del grupo familiar.  Como 
estos roles estn condicionados por el contexto  social  y  espacial, la 
forma en que se insertan las familias en la estructura productiva deter-
minara la significacin econmica de los hijos (Guadalupe, 1988).

     La contribucin a la mantencin del hogar de stos estara dada por 
su participacin  en labores  de aseo, adquisicin y preparacin de ali-
mentos, as como en el desarrollo de actividades productivas  tales como 
labores de pastoreo o comercializacin,  situaciones todas en las que se 
supone que el aporte econmico de los hijos -por pequeo que sea- sobre-
pasa los costos de su  mantenimiento y calificacin. El aporte econmico 
depender  de la edad en que comienzan la contribucin y en que se inde-
pendizan econmicamente,  y de la productividad de su trabajo. En la me-
dida que las  condiciones motiven una ms temprana iniciacin en la con-
tribucin  econmica  de los  hijos -como  por  ejemplo  la  tenencia de 
propiedad familiar  o medios de produccin, la demanda de trabajo  y  la 
legislacin-, los nios se vern enfrentados a la mayor o menor incompa-
tibilidad entre trabajar  y estudiar, alternativa vinculada a su vez con  
la  disponibilidad y accesibilidad a los servicios educacionales  en  un 
contexto determinado (Guadalupe, 1988).

     Las condiciones objetivas de pobreza, unidas a los bajos costos re-
lativos  de  mantencin  y  calificacin, explicaran  la  presencia del 
trabajo infantil como prctica dentro de la estrategia de supervivencia, 
dependiendo  de las  caractersticas  de la  estructura productiva en un 
contexto especfico. La significacin econmica de los hijos vendra da-
da, adems,  por la contribucin  futura que ellos representan, a travs 
del soporte econmico que pueden brindar a sus padres en la vejez,  ante 
la ausencia de seguridad social para stos, constituyendo una especie de 
inversin material.

     Las  caractersticas del contexto social con relacin a las posibi-
lidades de trabajo intra y extra-familiar para la mujer y los nios, en-
tre otros, son un factor clave en la diferenciacin que se observara en 
los comportamientos descritos al interior de un pas. Entre tales carac-
tersticas estn la estructura productiva y la disponibilidad de y acce-
sibilidad a servicios sociales tales como la salud y la educacin.  Ello 
es especialmente  vlido para las reas rurales retrasadas, en contraste 
con las zonas urbanas ms industrializadas.

     Los argumentos esgrimidos apuntan a mostrar que, en cualquier caso, 
el trabajo  infantil  es una realidad entre los pobres y en ese sentido, 
por extensin, el  hecho  de  tener un nmero  elevado de hijos ayudara 
exitosamente  a la supervivencia  familiar. Esto significa que existira 
una  racionalidad econmica  en el comportamiento reproductivo expresado 
en la alta fecundidad. De ser as, las familias ms numerosas seran las 
menos pobres, ya  que sobreviviran en  mejores condiciones y, con ello, 
hasta podran estar en situacin de superar sus carencias.

     Sin  embargo, se conocen  evidencias  que cuestionan el supuesto de 
tal racionalidad econmica. Se sabe, por ejemplo, que los hogares pobres 
de mayor  tamao suelen ser los ms pobres, debido a que la contribucin 
en ingresos  de  un nmero elevado  de hijos puede no ser positiva si se 
consideran los egresos  que demanda el mayor nmero de miembros familia-
res; esto  es, si se incluye el ingreso per cpita de los hogares,  como 
ha sealado y mostrado con algunos ejemplos Argello (1983). Adems, los 
costos  de mantenimiento de un nmero elevado de hijos pueden ser signi-
ficativos en comparacin con hogares de menor tamao.

     Cuando  se consideran  otras formas de contribucin econmica, como 
el trabajo no  remunerado o la significacin misma que podran tener los 
hijos como soporte para la vejez de los padres, es posible admitir cier-
ta racionalidad, aunque no necesariamente econmica7. En este sentido, 
se podra establecer alguna funcin positiva de la alta fecundidad, pero 
siempre en el marco de situaciones de pobreza. Paralelamente, en algunas 
sociedades  indgenas los hijos representan una fuente de prestigio so-
cial, en la medida que la alta fecundidad se valora segn  un  conjunto 
de normas socialmente  aceptadas y  transmitidas entre distintas genera-
ciones, aun a pesar de los fenmenos de aculturacin.

     De este modo, el trabajo infantil remunerado, como componente de la 
estrategia  de  supervivencia de  los hogares pobres, se puede presentar 
como una  respuesta tpica en contextos de pobreza, pero ello no necesa-
riamente establece una funcin positiva de la fecundidad.  Ms bien,  la 
pobreza es la que parece obligar a los nios a abandonar los estudios  y 
desarrollar a cambio actividades econmicas que generen ingresos ante la 
insuficiencia de stos en el hogar. Si el trabajo infantil no se traduce 
en una elevacin del ingreso per cpita, es difcil admitir que tener un 
elevado  nmero de  hijos sea parte tambin de una estrategia exitosa de 
supervivencia.

     Su racionalidad podra encontrarse en aspectos no vinculados nica-
mente con aportes directos al presupuesto familiar, sino ms bien con el 
trabajo no remunerado y con ciertas motivaciones culturales, como  es el 
caso  de la significacin econmica de apoyo para la vejez de los padres 
y,  especialmente, por el  significado social (prestigio) que alcanzan 
los hijos en algunas sociedades tradicionales. En todo caso, es probable 
que existan distintos campos de racionalidad, por ejemplo en el trabajo, 
en la reproduccin, en la socializacin, y segn sea el  contexto social 
y espacial. Estas racionalidades pueden contradecirse entre  s teniendo 
efectos perversos en algunos campos, y quizs hasta  pueden  evolucionar 
en forma muy compleja y difcil de captar,  pero  tales  contradicciones 
permanentes no son sinnimo de irracionalidad. Si las estrategias repro-
ductivas son de largo plazo y obedecen a complejas normas sobre la valo-
racin social de los hijos, el problema metodolgico  que asoma es el de 
la escala de tiempo, si se trata de relacionar  dichas  estrategias  con 
las condiciones de vida en un momento presente.

     En  tanto el  trabajo  de los nios refleje una contradiccin al no 
contribuir positivamente a la supervivencia  familiar, es posible pensar 
en un mecanismo de reproduccin circular de la pobreza: el  razonamiento 
simple sugiere que en la medida que los hijos se vean obligados a traba-
jar, ello significar sacrificar su educacin. Sin un nivel adecuado  de 
instruccin, llegarn a la edad reproductiva y revivirn los patrones de 
nupcialidad  y, probablemente, de  fecundidad. As, la interrogante cen-
tral  es: Bajo  qu  condiciones podran  los pobres tener menos hijos, 
admitiendo la  imposibilidad de ascenso social como producto de las con-
diciones  de existencia  que les  asignan  los estilos  de desarrollo, y 
conociendo  los elevados porcentajes de fecundidad no deseada que siste-
mticamente declaran las mujeres de los estratos sociales ms desfavore-
cidos?

     En sntesis, la discusin presentada sugiere cmo y por qu las ca-
ractersticas de una elevada fecundidad contribuyen a definir y reprodu-
cir la  pobreza, dejando eso s de manifiesto que sta no desaparece -si 
es que no crece- ante un descenso de la fecundidad. Aun cuando el traba-
jo infantil puede ser visto como un arreglo dentro de la  estrategia  de 
supervivencia (al menos por algn grado de contribucin econmica de los 
hijos), puede constituirse en un mecanismo que agrava las situaciones de 
pobreza, al reproducir una parte de las condiciones  que llevaron  a los 
padres a esa misma situacin. De esta manera, un  arreglo  obligado para 
ayudar a la supervivencia puede tener efectos slo parciales,  y  en  el 
largo plazo contribuye a reproducir, o  al menos no  alterar, las causas 
inmediatas  de la pobreza: la imposibilidad de ciertos sectores de acce-
der al  mercado laboral en condiciones que permitan una adecuada remune-
racin.

5. Posibles lneas de investigacin

    En las secciones anteriores se ha discutido y expuesto un conjunto de 
antecedentes tanto tericos como empricos sobre la relacin entre pobre-
za  y  caractersticas  sociodemogrficas,  con nfasis en la fecundidad. 
Desde luego, las reflexiones presentadas llevan implcitas diversas hip-
tesis globales que podran debatirse y  reformularse. Algunas de ellas ya 
han comenzado a ser sometidas  a  comprobacin en investigaciones concre-
tas.

     En un  sentido  general, es indiscutible que el comportamiento demo-
grfico de una poblacin es heterogneo,  segn la pertenencia a determi-
nados estratos sociales y la localizacin  al  interior  de  un  pas. De 
ello se infiere que las magnitudes relativas y absolutas  de  tales dife-
rencias en los componentes y en el  crecimiento  demogrfico, pueden  ser 
variables tambin segn la transicin demogrfica y el nivel de  desarro-
llo relativo de cada pas. Por esta razn es importante  determinar estas 
diferencias y sus consecuencias  demogrficas,  para  distinguir ms ade-
cuadamente poblaciones objetivos de polticas sociales.

     De los antecedentes presentados fluye que el comportamiento demogr-
fico de los sectores pobres, expresado en  un  crecimiento  relativo  ms 
elevado que el resto de la poblacin, agrava las  situaciones  de pobreza 
de los hogares o grupos familiares. El mayor crecimiento puede apreciarse 
en la juvenil estructura por edad de los  estratos en cuestin,  con  sus 
consecuencias sobre las demandas de salud  materno-infantil,  educacin y 
empleo, entre otras. Esto mostrara una de las facetas de la compleja re-
lacin entre poblacin y desarrollo, justificando de paso la necesidad de 
esagregar el anlisis de las consecuencias sociales de las tendencias de-
mogrficas generales en un pas. Aun cuando los estratos pobres constitu-
yan menos de la mitad de una poblacin nacional, su  mayor  fecundidad se 
traduce inevitablemente en una  sobrerrepresentacin de los nios y jve-
nes en esa situacin. Es decir, la conclusin que surge es que la reposi-
cin de los miembros de una sociedad -con el costo  econmico  incluido- 
puede recaer en los hogares pobres o  prximos a la pobreza,  incluso en 
pases donde la incidencia de sta es menor8.

     Qu  repercusiones  demogrficas  pueden traer  estas cuestiones?, 
cul puede ser  la contribucin del crecimiento natural al  crecimiento 
del nmero  absoluto de pobres?,  qu nmero de  personas  deberan ser 
objeto  de polticas  especficas para  reducir el porcentaje de pobres, 
teniendo en cuenta el aumento anual por la propia dinmica demogrfica?, 
qu  diferencias habran entre pases con distinta incidencia de pobre-
za? La evolucin  de los contingentes en situacin de pobreza en un con-
texto determinado,  cuantificados en dos momentos diferentes por simila-
res indicadores, no obedecera al crecimiento demogrfico  por s  solo. 
En dicha evolucin influye la  movilidad social ascendente o descendente 
de la  poblacin, hechos que probaran la existencia de causas estructu-
rales de la pobreza.

     Parte de estas inquietudes han sido recogidas en algunos  estudios. 
stos han formado parte de un programa de actividades  desarrollado  por 
el CELADE y cuyos resultados se presentan en el estudio  sobre Dinmica 
demogrfica de la pobreza (CELADE, 1994), as como en diversas publica-
ciones (CEPAL/CELADE/UNFPA, 1993; CELADE ,  1991, por  ejemplo ).  Todos 
ellos han reportado antecedentes que permiten  afirmar que en pocas re-
cesivas se han producido descensos en la fecundidad de  los  hogares po-
bres y en el crecimiento natural de su poblacin, a la par  con aumentos 
en la magnitud de la pobreza. Hay evidencias, tambin,  que muestran que 
en pases con un elevado porcentaje de pobres, el crecimiento  de  stos 
ha obedecido fundamentalmente al crecimiento  demogrfico.  Con  ciertos 
supuestos, algunos de los estudios  realizados  en  el  CELADE, sobre la 
base de informacin de encuestas de hogares manejada  por  la CEPAL, in-
dican que en Guatemala la magnitud de la pobreza creci  casi exclusiva-
mente por el crecimiento demogrfico natural de los sectores  pobres du-
rante la dcada de 1980: ello se debi a que  en este pas el porcentaje 
de pobres supera el 70%. No sucedi lo mismo en  Costa  Rica,  ya que en 
este pas una cuarta parte de la poblacin se  encontraba  en  situacin 
de pobreza a comienzos de los aos 80, creciendo  levemente esta propor-
cin hacia fines de esa dcada, pero ello se  debi  fundamentalmente  a 
la movilidad social regresiva (CELADE, 1991).

     Por otra parte, un problema al parecer creciente y menos documenta-
do es  el  hecho de que en conjunto con el descenso de la fecundidad los 
nacimientos originados  en madres adolescentes pobres (muy probablemente 
en grado importante no deseados  y nacidos en  condicin de ilegitimidad 
desprotegida), de baja escolaridad y obligada participacin laboral, es-
tn planteando la necesidad de una mayor  educacin,  conjuntamente  con 
una efectiva informacin y acceso a medios  eficaces de regulacin de la 
fecundidad. Este campo de estudio  es  un  desafo para el presente y el 
futuro inmediato, y aparece as por cuanto representa -junto al complejo 
fenmeno del trabajo de los nios- uno de  los mecanismos principales de 
la transmisin intergeneracional de la pobreza.


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