DISCURSO DEL SR. REYNALDO F. BAJRAJ
                                 DIRECTOR DEL
                 CENTRO LATINOAMERICANO DE DEMOGRAFIA (CELADE)

Sr.   Ministro  de   la   Presidencia,  Ingeniero   Manuel  Vara   Ochoa,
Sr.   Jefe   del   Instituto   Nacional  de   Estad¡stica  e Inform tica,
      Economista, F‚lix Murillo Alfaro,
Sras. y Sres. Directores y Jefes de Organismos Nacionales e Internacionales,
Distinguidos se¤oras y se¤ores participantes:


     Deseo   comenzar   se¤alando   que  es   un   honor  para  el  Centro
Latinoamericano de Demograf¡a, el CELADE, y para  la  CEPAL,  la  Comisi¢n
Econ¢mica  para  Am‚rica  Latina,  de  la  cual  CELADE es parte, el estar
asociados  a  las  importantes  entidades  que patrocinan y auspician este
encuentro.  Perm¡taseme  saludar,  a  trav‚s   del   se¤or   Ministro,  al
Ministerio  de  la  Presidencia,  al  FONCODES,  al  Instituto Nacional de
Estad¡stica  e Inform tica; a los organismos internacionales como el Banco
Interamericano  de   Desarrollo,  el  Fondo  de  Poblaci¢n de las Naciones
Unidas,  UNICEF,  la   Organizaci¢n   Internacional  del   Trabajo;  a  la
Cooperaci¢n   T‚cnica  francesa,  y  a  los   representantes  de  diversos
organismos  nacionales  de estad¡stica de la regi¢n, de universidades y de
otras instituciones gubernamentales y no gubernamentales presentes.  

     Creo que la diversidad de instituciones y especialistas aqu¡ reunidos
ilustran la voluntad de considerar la pobreza en sus m£ltiples dimensiones
y facetas, y en particular considerarla como resultante del funcionamiento
de  la  sociedad  en  su  conjunto.  No concebimos la pobreza como un dato
ex¢geno,  cuya  g‚nesis  es  irrelevante,  sino, por el contrario, como un
fen¢meno  end¢geno  al  sistema  social, y todo intento por superarla debe
comenzar  por  el conocimiento de sus or¡genes y caracter¡sticas, para as¡
poder  encarar  con mayor eficacia los programas econ¢micos y sociales que
tengan  entre  sus   objetivos  reducirla  o  erradicarla. El  tener  aqu¡
congregado  a  un  importante n£mero de especialistas de alto calibre y de
diversos  or¡genes disciplinarios permitir   ese  enfoque  comprensivo,  y
constituye la raz¢n por la cual  estoy  seguro  de que surgir n aportes de
valor  en  esta  reuni¢n. Me  resulta  muy natural, entonces, expresar mis
augurios de ‚xito para este evento. Y tambi‚n hago propicia la oportunidad
para extender similares  augurios  del  se¤or  Gert  Rosenthal, Secretario
Ejecutivo  de  la  CEPAL, quien  no  ha podido hacerse presente pero me ha
solicitado hacer llegar a ustedes un caluroso saludo.

     Las circunstancias en  que  el  seminario tendr  lugar no podr¡an ser
m s estimulantes ni el entorno podr¡a ser más propicio. Como circunstancia
me  refiero  al  hecho de que en la regi¢n latinoamericana hay una  enorme
preocupaci¢n  por  enfrentar  el  fen¢meno de la pobreza. Esa preocupaci¢n
est  presente  en  el   mbito  gubernamental,  pero tambi‚n lo est á en la
sociedad  civil;  en las universidades, en las asociaciones de bien com£n,
en  el   mbito  sindical  y  empresarial,  en  fin,  a todo lo largo de la
sociedad.  Nadie  pone  en  duda  la relevancia del tema, y se escucha con
expectativa  todo  an lisis,  toda  propuesta  que  coadyuve  a superar un
problema tan sentido. Por eso digo que son circunstancias muy estimulantes
para nuestras deliberaciones.

     Estamos  tambi‚n  en  un  entorno  muy  propicio, pues est  entre las
mejores  tradiciones  del   Per£  la  de  ser  un lugar fruct¡fero para la
discusi¢n  cient¡fica  de los temas sociales. Los latinoamericanos estamos
acostumbrados  a venir  con  frecuencia  a Lima para escuchar y participar
en  vivos debates sobre el presente y el futuro de nuestras sociedades, al
amparo  y  bajo  el influjo de la rica tradici¢n intelectual peruana. Si a
eso  se  le une el atractivo y la hospitalidad proverbiales por los cuales
esta ciudad de Lima es conocida, no cabe duda de que nos encontramos en el
entorno   m s  adecuado  para  tener  un seminario no solo provechoso sino
tambi‚n  particularmente  agradable.  Todo esto nos provoca el m s sincero
agradecimiento  hacia  nuestros anfitriones, por lo cual les ruego acepten
las  expresiones en  nombre  de  mis colegas de CEPAL y CELADE- de nuestro
reconocimiento más profundo por permitirnos acompa¤arlos en esta ocasi¢n.