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1.3 EDUCACION, CAPACITACION E INFORMACION EN EL CONTEXTO DE UNA
SOCIEDAD CAMBIANTE
Lic. Hernn Fernndez*
El pensar en la educacin lleva forzosamente a reflexionar
sobre el futuro. En la medida que la educacin es una
actividad de anticipacin es necesario escrutar el devenir de
los tiempos, su avance inexorable a un mundo cada vez mas
comunicado y complejo, o para usar una expresin de estos
tiempos: un mundo globalizado.
Siguiendo la definicin que Durkheim haca de la educacin
como el esfuerzo deliberado y sistemtico de formacin
ejercido por los adultos hacia las nuevas generaciones, nos
corresponde pensar y repensar en este enorme esfuerzo nacional
que congrega a millones de estudiantes de todos los grupos
sociales del pas , en la ms grande apuesta colectiva por el
futuro.
Corresponde ubicarnos frente a los mltiples desafos de una
sociedad en constantes cambios. Para ello debemos esforzarnos
en comprender los intrincados procesos sociales que estamos
viviendo, hacer que un mundo que a primera vista es confuso y
desconcertante nos sea inteligible, descifrable, es decir
comprender lo que pasa para orientar su transformacin, ser
sujetos activos, ser protagonistas: lo que lleva a la vez a
estar informados, analizar los procesos y as estar en mejor
condicin para tomar decisiones.
I. EDUCACION Y CAPACITACION
Junto con la reflexin sobre el desarrollo econmico de los
pueblos, cuyo impulso data de la post-guerra y tiene a la
creacin de las Naciones Unidas como un logro fundamental,
surgi la asociacin entre educacin y desarrollo econmico.
Se constat los pueblos con mayores niveles de desarrollo eran
tambin los ms educados y se discuti la doble interpretacin
de estos hallazgos: si el resultado de esta mayor educacin
era producto del mayor nivel econmico logrado o si el mayor
nivel econmico conseguido era el resultado de avances previos
en la educacin. En otras palabras si la educacin era causa o
consecuencia del desarrollo.
El anlisis del rol de los factores de produccin en el
crecimiento de los Estados Unidos, emprendido en base al
acopio de ingente informacin histrica y cuidadosos anlisis
economtricos, lleg a la conclusin que los factores de
produccin hasta entonces identificados, no explicaban la
totalidad de este crecimiento y haba un factor por ubicar,
ello di base al planteamiento de la hiptesis que detrs del
crecimiento econmico estaba la capacitacin laboral de los
trabajadores. Idea que dio surgimiento a la teora del capital
humano y a una nueva especialidad dentro de la economa: la
economa de la educacin.
En esencia se sostiene que la educacin no slo es una
actividad humanista, de consumo, formativa de las generaciones
jvenes, sino que tiene un rol econmico importante, que la
educacin no slo es gasto sino tambin es inversin, que los
pueblos que orientan ms sus recursos en educacin a la larga
tienen tambin mayores posibilidades de desarrollarse
econmicamente; y que es principalmente a travs de la
educacin como los pases desarrollan su capital humano. En
este sentido, el lanzamiento del Sputnik sovitico hacia fines
de los cincuenta se interpret como una constatacin de estas
afirmaciones: el desarrollo econmico logrado por la URSS
tendra mucho que ver con su impulso a la educacin
tecnolgica de ese pas. El auge de la economa de la
educacin como disciplina fue enorme. Para la dcada del
setenta se deca que "no haba Ministro de educacin que se
respete que no tuviera un economista en su equipo de
asesores".
La incorporacin de estas ideas en Amrica Latina fu
inmediata, junto a los esfuerzos por la planificacin de la
educacin y el accionar de organismos como el Banco Mundial,
que emplearon en sus anlisis de rentabilidad de sus prstamos
las tcnicas desarrolladas por los tericos del capital
humano. Se plante que s la educacin era una inversin, el
producto de esta inversin deba verse en la contribucin
econmica de quienes haban logrado mayores niveles
educativos; esta contribucin deba apreciarse en los niveles
salariales que ellos perciban en el entendido que sus
ingresos eran una expresin de su productividad marginal. En
aquellos tiempos se experiment en la regin un inusitado
expansin de la educacin, junto con procesos sociales masivos
como una expansin de la ciudad, la expansin de los medios de
comunicacin masiva, en particular la televisin, y con ello
el aumento de las expectativas: los jvenes aspiraban a lograr
nuevos niveles de consumo, de esos que se difunden por la TV.
El mecanismo social ms transitado para lograr estas
aspiraciones era el acceso a la escuela.
Todo este enorme despliegue de expectativas y crecimiento de
la educacin que transcurri desde la dcada del cincuenta,
trayendo cambios como la incorporacin de la mujer a niveles
educativos y con ellos desniveles de comunicacin
generacionales (pinsese en una joven con educacin secundaria
respecto a su madre con analfabeta o primaria incompleta.)
pero tambin trajo frustracin. Un desencuentro entre las
expectativas con los logros. Particularmente porque la
evolucin econmica de nuestros pases no correspondi a los
incrementos de la escolaridad. Ocurri que los miles de
egresados de los centros superiores de educacin con ttulo en
mano no encontraban la demanda laboral que los ubicase
conforme a sus expectativas. De profesional a taxista es una
expresin, algo exagerada, pero que grfica bien esta
situacin.
Toda esta situacin se agrav con la crisis econmica,
experimentada de diversas maneras, con procesos tan difciles
de enfrentar como la inflacin, el desempleo, la violencia
subversiva y delincuencial, el aumento absoluto y relativo de
la poblacin en situacin de pobreza, las obligaciones del
pago a la deuda externa y nuestra falta de competitividad
frente a pases como los tigres del Asia que han alcanzado un
gran crecimiento. Nuestro desfase frente a tecnologas de
extraordinario crecimiento como las microelectrnicas, y la
emigracin al exterior de miles de jvenes muchos de ellos con
alto nivel educativo. La dcada del ochenta fu conocida para
el continente como la dcada perdida.
Es en este contexto que la reflexin actual entre educacin y
capacitacin no se conforma slo con el crecimiento de la
escolaridad, el desarrollo inarticulado de la educacin con el
mundo del trabajo, esta hace que la relacin educacin y
empleo sea ms bien el vnculo entre esperanza y frustracin.
Tiene que estar el quehacer educativo mas integrado con el
mundo del trabajo, es una de las lecciones ms firmes que se
desprende del anlisis del desarrollo de los tigres del Asia.
Asimismo, la educacin ya no es vista como la proporcionadora
de ttulos que habiliten a los egresados para conseguir un
empleo, sino debe darles las herramientas tambin para generar
sus propios empleos, es decir la educacin para el autoempleo;
finalmente el reconocimiento de un mundo en constantes cambios
lleva a la necesidad del desarrollo de formas de educacin
permanente y la vigorizacin del autoaprendizaje (asociado con
la autoestima) y de la capacidad de enfrentar con disciplina
y mtodos de estudios, los desafos de los nuevos saberes:
"aprender a aprender".
II. EDUCACION E INFORMACION
Uno de los signos ms notables de estos tiempos es el
crecimiento explosivo en la capacidad de procesar la
informacin, producto de los avances en la electrnica en el
desarrollo de los microchips, y la capacidad de transmitir
informacin: producto de avances simultneos como el satlite,
los cables de fibra ptica, el fax y la comunicacin a
distancia mediante computadoras, y el impresionante desarrollo
de la red INTERNET. Esta relacin tecnolgica fluida y de gran
crecimiento entre la capacidad de procesar la informacin y de
transmitirla ha sido llamada por los franceses como el
"matrimonio del siglo".
Respecto a la creacin de INTERNET, un analista del Newsweek
sostena que es una de las ms extraas creaciones que hemos
hecho como especie, a la que se ha llegado sin esperarlo
producto de una iniciativa de comunicacin organizada
militarmente para fines de seguridad nacional. Hay ahora
millones de personas que se comunican para intercambiar
mundialmente en aspectos como la discusin sobre la biblia. Y
seguramente va a seguir creciendo en la reciente campaa
presidencial de E.U. el reelecto Presidente Clinton anunci su
propsito de comunicar a todas las escuelas de ese pas con la
INTERNET. En estos tiempos la produccin de la informacin ya
no debe ser pensada slo en trminos del tradicional documento
escrito e impreso, sino mediante la produccin de archivos
magnticos, entregados en diskettes al usuario, transmitido
mediante modem de computador a computador, o puesto en un
acervo para "que se sirva el que quiera" empleando la red
INTERNET.
En el siglo pasado el poeta norteamericano Walt Whitman,
frente a los inusitados cambios de la poca dijo que "las
cosas se han puesto sobre el lomo de la humanidad y cabalgan
sobre ella". Y es frente a esta ola de cambios (la Tercera
Ola, la de la informacin segn Toeffler) que debemos
ubicarnos. No para ser llevados por su fuerza, sino para
aprovechar sus potencialidades y optar por nuestros propios
rumbos. Esta es una responsabilidad de particular importancia
para quienes trabajan en la produccin de informacin. Se
tiene que sintonizar con las demandas informativas, procesar y
presentar la informacin oportunamente. Las decisiones que se
tomen en organizar la informacin, son base a su vez para la
toma de decisiones en materia de educacin. Su forma de ver
las cosas, lo que equivale a su forma de no verlas , puede
orientar los rumbos hacia algunos aspectos y no otros.
Con el surgimiento de la planificacin educativa en la dcada
de los cincuenta se deca que la informacin deba servir para
la planificacin. Pero se entenda que estas decisiones eran
tomadas principalmente desde el estado, particularmente por
las autoridades del Ministerio de Educacin; ahora las nuevas
formas de gestin suponen un ejercicio del director de escuela
con mayores mrgenes de accin, en la orientacin de su centro
educativo, consiguientemente es un demandante de informacin;
de otra parte que se orienta la sociedad a la lgica del
mercado supone una mayor rol de las familias (o del consumidor
de servicios educativos en trminos econmicos) y si se quiere
que estas instancias acten con racionalidad deben estar mejor
informados. Un reciente dispositivo sobre dado sobre las
Universidades dado en el Per, acepta la posibilidad que estas
sean evaluadas externamente, para que el usuario pueda saber
con mayor objetividad sobre sus resultados y consiguientemente
demandar o no sus servicios.
En suma los entes productores de informacin ya no deben
orientarse solamente en abastecer de informacin al Estado
centralizado, sino a un nivel mucho mas desagregado que
incluya a los directores de escuela, y de otra parte debe
orientarse en atender las demandas de la sociedad civil sobre
educacin.
Todo ello en un contexto en que la sola y recurrida
informacin sobre matrcula por grados, modalidades y niveles,
siendo necesaria es insuficiente. Se necesita saber sobre la
dotacin de recursos materiales y humanos que disponen los
servicios educativos, sobre sus tendencias en el tiempo, sobre
los resultados de la enseanza, mediante pruebas objetivas de
conocimiento, sobre la eficiencia interna y externa del
servicio educativo. Algunos aspectos como la desercin deben
ser rediscutidos en su operacionalizacin y debe
complementarse con informacin que cubra aspectos de
regularidad en la asistencia (que podra conducirnos e
encontrar aspectos como una asistencia irregular a la
escuela).
Se ha sealado que la educacin en Amrica Latina ha carecido
de prioridades sobre qu ensear y una generalizada ambigedad
sobre los conocimientos que son centrales. En orden a superar
esta situacin se reclama de un sistema de evaluacin
permanente que a su vez oriente a los entes productores de la
estadstica educativa, proporcionando al sistema educativo
seales sobre lo que es importante y accesorio a la enseanza
y la manera como estn articulados sus resultados con los
recursos que emplea y las caractersticas de la poblacin a la
que sirve.
Pero al lado de la capacidad de imaginacin que los entes
productores de informacin deben tener, se debe cuidar la
capacidad de sntesis, es decir no a la produccin de
volmenes y volmenes con cientos y miles de pginas que a mas
de ser onerosos son minimamente usados. Debe concentrarse la
informacin organizando indicadores de rpida y directa
interpretacin, evitando as la "lujuria informativa", otra
expresin de estos tiempo, producto del ya reseado
crecimiento de la informtica. Hay que ayudar al usuario a que
tome decisiones con la informacin que producimos, no
abrumarlo con una informacin enorme pero poco digerible
y finalmente poco til.
En suma la produccin de estadstica educativa debe adecuarse
a los desafos informativos actuales, atendiendo con
informacin actualizada sobre aspectos antes no cubiertos,
particularmente los referidos a la calidad de la enseanza;
debe aprovechar la potencialidad de los recursos actuales: en
el procesamiento de informacin, en su edicin (material
impreso o archivos magnticos), y en la transmisin de la
informacin (va FAX, INTERNET, o diskettes), y en la nueva
configuracin de los usuarios (un estado descentralizado, un
nuevo rol del director de escuela, y un rol ms activo de las
familia, como consumidora de los servicios educativos).
* Socilogo, Investigador en temas referidos a la Educacin.
Profesor Universitario en Sociologa Econmica de la
Universidad Nacional del Callao.
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