2.1.8 LA CONSTRUCCION DE  INDICADORES SOBRE    DESARROLLO  SOCIAL:
          REFLEXIONES A PARTIR DEL PROCESO DE COPENHAGUE

          Lic. Federico Arnillas*

    INTRODUCCION

    Sean  mis  primeras  palabras  para   expresar  en  nombre  de  la
    Asociaci¢n  Nacional  de  Centros,   nuestro  reconocimiento a los
    organizadores por  la realizaci¢n  de este  evento que  entendemos
    expresa su  doble preocupaci¢n  por los  temas de  la pobreza y el
    desarrollo social  y por  el necesario  seguimiento  de los mismos
    como instrumento  para  erradicar  la primera y lograr el segundo.
    Sumamos  a  este  reconocimiento  nuestra   coincidencia   en   la
    importancia y necesidad de la tarea.

    Prop¢sitos de la presentaci¢n

    Esta  exposici¢n tiene el inter‚s de motivar una  reflexi¢n  sobre
    tres aspectos:

    a. En el plano metodol¢gico, sobre la  relaci¢n entre  indicadores
       y realidad.

    b. Con  base  en  lo  anterior,  pasar  revista  a  los  temas  de
       Copenhague, lo que  obliga a  su vez a analizar el car cter del
       evento, contextuarlo en  el  proceso de  Naciones Unidas  y del
       debate internacional.
 
    c. Proponer un "acercamiento peruano" a los temas de Copenhague.

    Las ideas centrales que  se desarrollar n son:

    . Los indicadores  tienen  una  validez  que est   definida por el
      juego o  si se  prefiere, por el  sistema de  interacciones  que
      establecen entre  s¡: realidad  reflexi¢n y utop¡a (el tri ngulo
      RRU).

    . Los polos del tri ngulo est n en un proceso de cambio y por ende
      sus  interacciones.  Hoy  en   d¡a   est n  emergiendo,  no  sin
      dificultad o conflicto, nuevos  par metros de  interpretaci¢n de
      la vida en sociedad que llevan a buscar nuevos indicadores.
    . Par metros  frente  a  los  cuales  No  debemos  establecer  una
      posici¢n de aceptaci¢n o rechazo, sino de di logo.

    I.  RELACION ENTRE INDICADORES Y REALIDAD.

        Acostumbrados  como  estamos  a  trabajar con  indicadores  es
        decir,  a  tratar  de  (re)presentar  la  realidad  de  manera
        sint‚tica  en  un  dato,  una cifra o un sistema de cifras y/o
        datos,  corremos  el riesgo  de  perder de vista la diferencia
        entre indicador y realidad y en especial de los mecanismos que
        median esta relaci¢n.

        Mi primera nota esta pues dirigida a recuperar esta distinci¢n
        entre indicador  y  realidad  y a llamar su atenci¢n sobre los
        mecanismos que median esta relaci¢n.

        Para  tratar  el  punto  perm¡taseme  recordar  que los  seres
        humanos - y  eso  no  lo podemos generalizar a otras especies,
        pero tampoco lo  podemos negar  de ellas -, podemos  desdoblar
        nuestra pertenencia a la realidad - como hecho f ctico - de la
        reflexi¢n que hacemos sobre ella y sobre nuestra participaci¢n
        "en ella", constituyendo un  mundo subjetivo  que  es capaz de
        dar  cuenta  a  su  vez de este  desdoblamiento  y  de guardar
        recuerdo de ‚l.

        Realidad y reflexi¢n  constituyen as¡ dos planos fundamentales
        del quehacer humano.

        Pero no  son los £nicos. La importancia  de la  reflexi¢n est 
        asociada  a  la  capacidad  de proyectar y  de ajustar nuestra
        acci¢n a esa proyecci¢n. Esta capacidad constituye un atributo
        crucial para  diferenciar nuestra  especie de  otras y es a lo
        cual  nos  referimos  con el t‚rmino  "inteligentes".  As¡ por
        citar un ejemplo  cl sico, lo que  diferencia a la mejor abeja
        del peor alba¤il  es la capacidad  de este £ltimo de anticipar
        lo que va  a construir y darle un  sentido a su acci¢n. A esta
        capacidad y plano de la acci¢n me refiero como "utop¡a".

        Realidad, Reflexi¢n y  Utop¡a pueden ser vistos  como v‚rtices
        de  un  tri ngulo, en  el sentido  que  toda  actividad humana
        involucra estos tres aspectos.

        Los  indicadores  (su  construcci¢n, contenido  y significado)
        est n sostenidos  en la interacci¢n  de estos tres planos. Las
        palabras claves son  ac   teor¡a e  interpretaci¢n,  conceptos
        ambos que en  algunos sentidos se  sobreponen pero  que tienen
        tambi‚n su propia especificidad.

        Siempre construimos  un indicador sobre una  determinada  base
        te¢rica  es  decir  sobre  una  determinada   relaci¢n   entre
        reflexi¢n y  utop¡a  por  un lado y realidad por el otro. Esta
        base te¢rica, aun cuando  no la manejemos intencionalmente, es
        la que justifica la importancia  del indicador y da  cuenta de
        todas sus implicancias. A  su vez, no todas est s implicancias
        nos son claras  o significativas algunas de  ellas nos  pueden
        parecer m s  importantes  en un momento  o "revel rsenos" como
        tales en otro.

        Perm¡tanme un ejemplo: Si dormidos nos trasladaran al medio de
        un territorio  desconocido para nosotros, la primera sensaci¢n
        que    tendr¡amos   al   despertar   es   de   desconcierto  e
        inmediatamente  la  de perdidos,  pasado  el  momento  inicial
        tratar¡amos  de  saber  d¢nde  estamos  y  en  qu‚   direcci¢n
        movernos, para volver a un territorio conocido.

        Para saber d¢nde  estamos apelar¡amos a nuestros conocimientos
        e interpretar¡amos  lo  que  vemos  y  o¡mos a  partir de esos
        conocimientos.

        Para introducirme en ella  quiero empezar llamando su atenci¢n
        sobre algo  aparentemente  contradictorio con la reflexi¢n que
        quiero compartir  con ustedes sobre  este punto. La distinci¢n
        entre indicador y realidad tiene a su base la distinci¢n entre
        palabra y cosa  un tema  cl sico del mundo occidental y que en
        la historia del  pensamiento podemos  remontar  por  lo  menos
        hasta Parm‚nides, varios siglos antes de Cristo.

        Esta distinci¢n atraviesa nuestra matriz cultural pero no est 
        igualmente  presente  en  otras  matrices  culturales  algunas
        incluso muy cercanas a nosotros.

        Ustedes se preguntar n: "si  la distinci¢n no  existe en otras
        matrices  culturales   ¨qu‚  importancia puede  tener entonces
        reconocer esta distinci¢n en nuestra propia matriz cultural?".

        Un ejemplo, y disculpen lo simpl¢n del mismo, puede indicarnos
        el  camino  de  respuesta  a  esta  interrogante.  Ninguno  de
        nosotros  aceptar¡a  que  por  cambiar por  propia decisi¢n un
        ¡ndice  cualquiera, la  realidad  fuera  distinta.  En nuestra
        matriz cultural "cambiar un dato" no cambiar¡a la realidad.

        Sobre  cu n  cierto  o  falso  es  esto  £ltimo,  volver‚  m s
        adelante,  pero  lo  que  quiero  marcar   ahora  es   nuestra
        inevitable  adscripci¢n  a  nuestra  matriz  cultural, que nos
        enfrenta  por  lo  dem s  al  problema  de  la  verdad y de la
        interpretaci¢n.
 
        Nota Metodol¢gica:

        La selecci¢n, construcci¢n e  interpretaci¢n de  indicadores y
        en especial de  sistemas de indicadores  debe hacerse teniendo
        en  cuenta que  ‚stos se ubican  en una relaci¢n  din mica con
        tres aspectos claves  del quehacer humano: realidad, reflexi¢n
        y utop¡a.

        La palabra clave es "interpretaci¢n"

        EL TRIANGULO REALIDAD-REFLEXION-UTOPIA

                               /\
                             /    \
                            REALIDAD
                          /          \
                        /              \
                      /   INDICADORES    \
                    /                      \
                  /  REFLEXION ----- UTOPIA  \


        a) Los indicadores "miden" aspectos de la realidad
  
        b) La  relevancia de los  aspectos a medir  est   dada por  la
           reflexi¢n y la utop¡a

        c) La  reflexi¢n  es  la  que establece  la relaci¢n  entre un
           aspecto de la  realidad y el  conjunto de ella, al interior
           de la cual podemos interpretar el indicador.

        d) La utop¡a establece aspectos (o una totalidad   social) que
           consideramos  deseables.  Muchos  de  nuestras  indicadores
           asumen un  deber ser  que no siempre reconocemos subyace al
           indicador o al sistema de indicadores seleccionados.

    II.  LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE DESARROLLO SOCIAL

    2.1. Contexto de la Cumbre

       . Est n produci‚ndose cambios en los tres polos del tri ngulo
       . El sistema de Naciones Unidas est  expresando esos  cambios y
         en cierta medida, construyendo un nuevo sentido com£n para el
         siglo 21.
       . Estamos   frente  a  un   proceso    que   tiene  componentes
         filos¢ficos, cient¡ficos,  t‚cnicos  y  administrativos. Pero
         estos  componentes  est n  medidos  por relaciones pol¡ticas.
         Antes  que  un  problema  de  "verdad"  es  un  problema   de
         correlaci¢n de fuerzas.
       . La  tendencia  es  sin embargo a afirmar un  nuevo sistema de
         valores, instituciones y pr cticas que expresan una hegemon¡a
         del occidente moderno y de sus propias contradicciones.

    2.2. Importacia de la Cumbre

        Simb¢lica:

        . Se realiza  en el a¤o  de la conmemoraci¢n de los 50 a¤os de
          las Naciones Unidas
     
        Conceptual:

        . Vincula  el  tema  del  crecimiento  econ¢mico con  el de la
          calidad de vida.
        . Recoge  en  este  contexto los temas  trabajados  por  otras
          cumbres y foros previos  como: los acuerdos en relaci¢n a la
          infancia,  la  poblaci¢n,  los  derechos  humanos, el  medio
          ambiente. O posteriores, como: la situaci¢n de las mujeres.

    2.3. Los Temas Centrales:

      . La pobreza

        . El empleo, en especial el empleo productivo
        . La integraci¢n social

    2.4. Los Acuerdos Principales

        De la declaraci¢n pol¡tica

        . Crear un  entorno econ¢mico, pol¡tico  y jur¡dico  favorable
          que propicie el desarrollo    social
        . Erradicar  la  pobreza  en  el  mundo  mediante  una  acci¢n
          en‚rgica nacional y de la cooperaci¢n internacional, como un
          imperativo moral, pol¡tico y econ¢mico de la humanidad.
        . Capacitar  a  todos  y  todas para  lograr  medios  de  vida
          seguros y sostenibles  sobre la base del empleo y el trabajo
          productivo   libremente    escogidos   y  a   proseguir   la
          consecuci¢n de la meta del pleno empleo

        Promover la integraci¢n  social y  la participaci¢n fomentando
        sociedades estables, seguras y justas.

        Lograr la plena equidad e igualdad entre hombres y mujeres.

        Promover el desarrollo  econ¢mico, social y humano de Africa y
        de los pa¡ses menos adelantados.

        . Velar porque en los  programas de ajuste estructural figuren
          las metas del  desarrollo social consistentes en eliminar la
          pobreza,  generar   empleo   productivo   y   propiciar   la
          integraci¢n social.
        . Aumentar sustancialmente y  utilizar con  mayor eficacia los
          recursos asignados al desarrollo social
        . Crear un  marco  reforzado de cooperaci¢n internacional para
          el desarrollo  social,  en   un  esp¡ritu  de colaboraci¢n a
          trav‚s  de  las   Naciones   Unidas  y   las   instituciones
          multilaterales.

        Algunas metas:
  
        . Acceso a la ense¤anza b sica para todos los ni¤os al 2000
        . Garantizar la finalizaci¢n del ciclo por lo  menos al 80%
        . Eliminar las diferencias entre tasas de escolaridad en ni¤as
          y ni¤os.
        . Elevar la esperanza de vida. 
        . Reducir la tasa de mortalidad de ni¤os y madres

        Compromisos:

        . Cada pa¡s debe formular un Plan de  Acci¢n  y fijar un plazo
          para erradicar la pobreza extrema.

    2.5. Algunos Temores y conflictos encubiertos

        . El problema  de la  gobernabilidad en un mundo en el cual la
          pobreza se incrementa a la par que sube la productividad
        . ¨C¢mo relacionar crecimiento  econ¢mico y calidad de vida en
          los marcos del modelo  te¢rico dominante en la definici¢n de
          las pol¡ticas econ¢micas?
        . ¨La cooperaci¢n pierde inter‚s en un mundo post guerra fr¡a?
        . Los "nuevos"  fundamentalismos  y  los  posibles  conflictos
          interculturales.

    III. ALGUNOS PROCESOS EN EL PERU

    3.1. Importancia de los Temas de la Agenda de la Cumbre en el Per£

       . La masificaci¢n de la pobreza
       . El crecimiento del desempleo
       . Problemas de an¢mia e integraci¢n social

    3.2. La Conferencia Nacional sobre Desarrollo Social

       . La presencia de m£ltiples actores
       . La propuesta de "Carta de Intenci¢n para el Desarrollo Social"
       . La primera conferencia departamental.

    3.3. EJes de la Carta de Intenci¢n para el Desarrollo Social

        Visi¢n del desarrollo:

        Una sociedad de ciudadanos con identidad cultural que  convive
        solidariamente en  diversidad y  valora lo  diferente; que son
        responsables  de  sus  actos  y  est n  comprometidos  con  el
        bienestar individual y  colectivo; que son capaces de trabajar
        con eficiencia,  generar  ingresos, crear  riqueza  econ¢mica,
        social my art¡stica  y  compiten  en  un   mundo  globalizado;
        se  organizan  en  una  sociedad  justa  y  son forjadores  de
        h bitats integrados con la naturaleza y el paisaje

        Los retos:

        Generar    empleo   con   mayor   calidad,   productividad   y
        competitividad  internacional  y  con  mejores  condiciones de
        trabajo y relaciones laborales

        Las reformas estructurales:

        . Del  Estado:  descentralizaci¢n,   participaci¢n   y   pleno
          ejercicio de la ciudadan¡a.
        . De  la  organizaci¢n  social:  tejido institucional activo y
          din mico que  opera  en alianzas e interviene activamente en
          la gesti¢n  econ¢mica,  social  y  pol¡tica   de  su futuro.
          Promueve la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres
          y la identidad cultural.
        . De  la  educaci¢n:  para  la  producci¢n  y  la  democracia,
          creativa,  sostenida   en   una   importante   capacidad  de
          investigaci¢n y producci¢n de conocimiento.
        . De  los  mercados: din micos, permiten  la capitalizaci¢n de
          los agentes  que  intervienen en ellos, cuentan con un marco
          institucional y valorativo  que regula  su funcionamiento en
          armon¡a  con  el  bien  com£n  y  las  necesidades  de   las
          generaciones venideras.
        . Del  aparato  productivo:  Eficaz,  eficiente  y competitivo
          internacionalmente.  Gerencia   moderna  lejos  del   modelo
          rentista.
        . Del  manejo  del  medio ambiente y  los recursos  naturales:
          Gesti¢n  responsable del medio  ambiente  y  de los recursos
          naturales, desarrollo de la biotecnolog¡a, el turismo.

        Dimensiones a privilegiar:

        . Institucionalidad democr tica
        . Organizaci¢n de la sociedad civil
        . Condiciones de vida de la poblaci¢n

           Servicios b sicos
           Educaci¢n
           Empleo
           Distribuci¢n del Ingreso
           Seguridad

        . Manejo del medio ambiente y relaci¢n campo ciudad

        Condiciones de entorno

        . Crecimiento del Producto
        . Inflaci¢n
        . Participaci¢n del Estado en la econom¡a

     ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
     *  Soci¢logo, Director  Ejecutivo  de  la Asociaci¢n  Nacional de
        Centros. Vice  Decano  del  Colegio  de  Soci¢logos  del Per£.
        Investigador  del  Centro  de Investigaci¢n,  Documentaci¢n  y
        Asesor¡a Poblacional CIDAP. Lima.