3.2.1 Notas Metodológicas Como ya se mencionó anteriormente, se analizará las estimaciones de la mortalidad en la niñez a partir de información sobre hijos nacidos vivos e hijos supervivientes, clasificados por edad de la madre. El método se basa en que la proporción de hijos nacidos vivos que han fallecido constituyen indicadores de la mortalidad en la niñez, a partir de los cuales se pueden calcular tasas de mortalidad infantil con alto grado de solidez. El primero que planteó el método fue W. Brass, posteriormente Trussell propone una variante al método original y es el que se aplicará en lo que va del trabajo. (Anexo 1) En los cálculos se utilizará el Modelo Oeste de las Tablas de Vida de Coale y Demeny, debido a que la evaluación que se hiciera en el estudio de la mortalidad general del país, la estructura de la mortalidad por edad y sexo se asemeja más al modelo Oeste. Las estimaciones que se obtienen con este método, dan tasas para 7 fechas diferentes, de acuerdo al grupo de edad d e las madres que se trate. Con la finalidad de establecer tasas consistentes para las siete fechas mencionadas, se realiza un ajuste y posterior estimación para 1997, esta tasa es la que se toma como resultado del estudio. (Anexo 2) Un factor importante para la estimación de la mortalidad infantil por sub-grupos de población, es el tamaño o el número de hogares que pudieran clasificarse en cada uno de ellos, desde que éstos deben ser subdivididos en siete grupos de edades y otros segmentos que se tomen para el análisis, por ejemplo la residencia urbana o rural, se puede llegar a construir grupos tan pequeños que podrían estar cargados de errores de estimación nada despreciables, en tal sentido algunos resultados para sub-grupos pequeños podrían no ser coherentes. 3.2.2 La Mortalidad Temprana El estudio de la mortalidad infantil adquiere importancia debido al gran número de vidas que se pierden en el primer año después del nacimiento, por lo general, en el primer mes de vida se producen decesos relacionados con factores biológicos, después del primer mes estos factores pierden importancia, pasando a ser el centro de la atención los factores no biológicos, entre ellos las enfermedades resultantes de la falta de acceso a los servicios de salud, el cuidado deficiente de los niños y la falta de una alimentación adecuada, así como otros factores relacionados a las condiciones de vida o al medio en que se desarrollan los niños. La pobreza es un resumen de los factores del medio negativos a la supervivencia de los niños, en este sentido las estimaciones de la mortalidad, infantil donde se involucran los niveles de pobreza, explican los diferenciales no biológicos de la muerte temprana. Desde que la información que se utiliza para el cálculo de la mortalidad infantil es de tipo retrospectivo, es decir, los hijos tenidos de toda la vida, el método de medición de la pobreza más adecuado para este caso es el de las Necesidades Básicas Insatisfechas, que mide la pobreza inercial, que identifica además, a la población que requiere de políticas sociales que le permitan el acceso a los servicios de agua, educación, vivienda adecuada, etc. De Acuerdo al Cuadro Nº 07, el 59% de los hogares tiene satisfechas todas sus necesidades básicas, como tal los miembros de estos hogares son considerados no pobres; este grupo se acepta como sólido en términos estadísticos, pues cuenta con cerca de tres millones de hogares, por lo tanto puede ser subdividido manteniendo su solidez en todas sus partes, siempre y cuando no se exagere; con menor solidez se encuentra el grupo de hogares con al menos una necesidad básica insatisfecha, donde el 40.9% de los pobladores estarían en condición de pobreza. Los hogares con al menos dos necesidades básicas insatisfechas o de pobreza extrema apenas alcanzan el 12%. El gráfico Nº 02 muestra las desproporciones en términos del número de hogares, aspecto que afecta considerablemente al cálculo de las tasas de mortalidad infantil, produciéndose en algunos casos, un desajuste en la gradiente que se debería esperar en el nivel de la mortalidad infantil. El cambio en las tasas, de los pobladores no pobres a los pobres extremos debería ser en secuencia ascendente, sin embargo no siempre es así, en estos casos se debe atribuir errores por el tamaño de los grupos.
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