III. LA MORTALIDAD INFANTIL

Una característica demográfica observada no solamente en el Perú, sino también en América Latina y en la mayoría de los países del mundo, es la constante declinación de los niveles de la mortalidad temprana, en especial de los infantes o niños menores de un año. En el país, en los ocho años de la presente década (90), las tasas de mortalidad infantil cambiaron de 57.2 a 42.6 por mil nacidos vivos.

Ahora bien la evolución de la mortalidad infantil se presentó de distintas formas, no solo en los diferentes países sino también dentro del propio país. Así por ejemplo, en el departamento de Huancavelica, donde se registran elevadas tasas de mortalidad infantil, tasas que oscilan alrededor de los tres dígitos, la declinación se aproxima al 17%, en tanto que el departamento de Lima, de baja mortalidad infantil, la declinación es cercana al 22%. Estas diferencias en los niveles y tendencias de la mortalidad infantil indudablemente están asociadas a factores económicos, sociales, culturales, atención de la salud y por su puesto a ciertas características demográficas, para abreviar, podría entenderse como las condiciones de vida de los pobladores y las estructuras demográficas son importantes determinantes de los niveles, tendencias y diferenciales de la mortalidad infantil.

Existen estudios, basados en información de los Censos y encuestas nacionales especializadas, como las ENDES, que muestran las disparidades existentes en los niveles de mortalidad infantil tomando como unidades de análisis las divisiones político administrativas, regiones naturales, residencia urbana-rural, niveles de educación, alfabetismo, etc., sin embargo, pocos estudios han hecho referencia a la mortalidad infantil y las condiciones de vida de los hogares, como por ejemplo bajos ingresos, falta de acceso al agua potable, hacinamiento, asistencia escolar, salud de las mujeres, etc., que muestran un aspecto de las carencias que existen en el país y que repercuten de forma, a veces trágica en los hogares y dentro de estos con mayor fuerza en los niños.

Desde 1995, el INEI instituyó un programa de encuestas para medir anualmente las Condiciones de Vida en nuestro país. El propósito de estas encuestas es brindar información que permita diseñar políticas sociales y estrategias para mejorar las condiciones de vida de los hogares. La Encuesta Nacional de Hogares 1998, del Segundo Trimestre, consiga en su cuestionario las preguntas necesarias para estudiar la mortalidad infantil, aspecto que se abordará en esta parte del estudio.