5. COMENTARIO SOBRE EL CUESTIONARIO

5.1 Mortalidad General

En el país se han realizado intentos en operaciones censales para captar información sobre el total de muertes, mas no sobre la estructura por edad éstas muertes, los resultados no fueron los esperados por factores relacionados al propio instrumento de medida, desde que faltó precisar el tiempo de referencia de las "muertes ocurridas en lo doce meses anteriores al día del censo", pues quedaba al entendimiento del informante el considerar las fechas correspondientes a esos doce meses, lo que podría conducir a considerar muertes para lapsos mayores o menores de doce meses, es decir a sobre-estimar o sub-estimar la frecuencia de muertes del año anterior al censo.

La intención de estas preguntas era obvia, conocer el total de las defunciones con miras a calcular la omisión del Registro Civil. La modalidad que presenta la ENAHO 98-2 para conocer el total y la estructura por edad y sexo de las defunciones es correcta, no solo eso sino que ha permitido hacer un estudio integral de la mortalidad en el país. Además, permite conocer la mortalidad no solamente de niños menores de un año, sino también la mortalidad de niños menores de seis años cuya necesidad es grande en el trabajo de evaluar y programar servicios de salud.

Desde que hay tendencia a omitir muertes e inclusive niños vivos menores de cinco años, es recomendable que se ponga, en el lugar adecuado, advertencias para el empadronador a fin de insistir sobre los niños vivos y fallecidos, menores de seis años de edad.

La ENAHO 98-2, en el Capítulo 800. Aspectos Demográficos, considera una forma práctica y sencilla para obtener información sobre la edad, sexo y año de fallecimiento de una o más personas en el hogar, la que debería ser replicada en las próximas encuestas, sobre todo en el censo del 2000, para disponer de suficiente información para realizar estudios sobre la estructura por edad y sexo de la mortalidad.