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En el área urbana de las tres regiones y en Lima Metropolitana, hay un mayor conocimiento del programa de planificación familiar que en las áreas rurales. En la Sierra rural (73.5%), es donde se encontró menor conocimiento que en el resto de lugares. Por el contrario en la Costa rural y Selva rural el porcentaje de jefes de hogar que lo conocen es alto (80.7% y 80.6% respectivamente).
Esto guarda relación con el trabajo intensivo que en los últimos años vienen realizando en las áreas rurales, tanto el Ministerio de Salud, como diversas instituciones privadas (Cuadro 29). El programa de planificación familiar es masivamente conocido en Lima Metropolitana, el 92.4 % sabe de su existencia, pero sólo 11.8 % se ha beneficiado de él, probablemente por la existencia de otras fuentes de suministro de anticonceptivos, del sector privado, además del Programa de Planificación Familiar del MINSA.
Los jefes de hogares residentes fuera de Lima, mayoritariamente conocen el programa, así en la Selva urbana el 89.5% lo conoce, en la Costa urbana el 85.6% y en la Sierra urbana el 85.7%.
Sin embargo, los principales beneficiados por el programa son los residentes en la Selva urbana (26%), y en la Selva rural (24.9%).
Aquí se puede establecer una relación entre conocimiento del programa de planificación familiar, el nivel educativo y beneficios logrados del mismo. Las mujeres con educación secundaria, y superior no universitaria y universitaria conocen mayoritariamente el programa con porcentajes superiores al 92%. Sin embargo, resalta el hecho que a pesar que sólo la mitad de analfabetas conocen el Programa de Planificación Familiar (50.7%); la proporción de mujeres beneficiadas sea el 14.1%, bastante cercano a los porcentajes de mujeres más educadas que se han beneficiado del programa.
El nivel de conocimiento del programa de planificación familiar según grupos de edad, es bastante alto. Tanto entre las MEF muy jóvenes como entre las mayores, el conocimiento del programa está muy difundido, los porcentajes oscilan entre el 81.7% en las jóvenes de 15 a 19 años y 92.7% en las mujeres de 30 a 39 años. Las mujeres que más se han beneficiado del programa son las que tienen edades intermedias, entre 20 y 29 años (30.5 %), y las mujeres entre 30 y 39 años (25.5 %).
El mayor conocimiento del programa de planificación familiar la tienen las mujeres no-pobres (88.8%), aún cuando el conocimiento de las mujeres pobres y en pobreza extrema también es alto (78.3% y 77.8% respectivamente). Lo interesante es que mayor proporción de mujeres en pobreza extrema, se han beneficiado del programa (29.3%); más del doble que las mujeres no-pobres (13.6%). Esta información muestra que es probable que los programas están beneficiando a los estratos de la población más desfavorecidos del país.
Los resultados de la relación de la pobreza con el conocimiento y beneficios del Programa de Planificación Familiar, muestran claramente que el conocimiento de los programas guarda una relación directa con los niveles de ingresos, y una relación inversa con la población beneficiaria. De este modo, aún cuando el 88% de mujeres con los más altos ingresos conocen el programa, solamente el 10% se han beneficiado de él. En el otro extremo, del 80.7% de mujeres con los ingresos más bajos, se han beneficiado mayor proporción de ellas, el 25.5%.
Estos resultados son consistentes con el hecho de que las mujeres con más altos ingresos no acuden a los servicios del MINSA (del gobierno) sino que utilizan los servicios privados de consultorios y clínicas, por este motivo eso las proporciones de beneficiarias del Programa de Planificación Familiar del gobierno son bajos.
Cuadro 29: % de Jefes de Hogar que conoce y % de miembros del hogar
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