Junto con la diarrea y la desnutrición, las
enfermedades respiratorias, especialmente la neumonía,
constituyen una de las principales causas de mortalidad en la
infancia y la niñez en los países del Tercer Mundo.
Por este motivo se considera importante medir su prevalencia
e indagar acerca de las medidas que las madres toman en presencia
de esta enfermedad. Para ello, en ENDES 1996 se
preguntó a las entrevistadas si sus hijos habían
tenido tos en las últimas 2 semanas. Si los niños
habían padecido un episodio de tos, se preguntó
si durante tal el niño había mostrado dificultad
en respirar o lo hacía con rapidez, como síntomas
de infección respiratoria aguda del tracto inferior (IRA).
En el Cuadro 8.8 se presenta información
sobre la prevalencia y tratamiento de infecciones respiratorias
agudas por sexo del niño y, por lugar de residencia y nivel
de educación de la madre. Debe recordarse que la información
obtenida en ENDES 1996 corresponde al período
comprendido entre Julio y Noviembre de 1996.
Cuadro 8.8
Prevalencia y tratamiento de las infecciones respiratorias
agudas por sexo del niño, lugar de residencia y nivel educativo
de la madre.
- El 17 por ciento de los menores de cinco años
presentó síntomas de infección respiratoria
aguda (IRA) en las dos semanas que precedieron al día de
la entrevista, es decir, tuvo tos y respiración agitada.
- El porcentaje de niños con síntomas
de infección respiratoria aguda es mayor entre las niñas
(20%) que entre los niños (14%). Y según área
de residencia, es mayor entre los niños que residen en
el área urbana (24%) que los del área rural (16%).
- Algo más de un tercio (37%) de los niños
con síntomas de infección respiratoria aguda fueron
llevados a un esta-blecimiento o proveedor de salud para su atención.
Dicho porcentaje, se incrementa al 45 por ciento entre los niños
de áreas urbanas y se reduce al 29 por ciento en el caso
de niños de madres sin educación.
- El 27 por ciento de los menores de cinco años
tuvo fiebre en el período de referencia observado, porcentaje
que fue mayor en los niños de madres con nivel primario
(31%) y en los de sexo masculino (29%).