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³ 4. FECUNDIDAD, NATALIDAD ³
³ Y MORTALIDAD EN LA REGION ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
4.1. LA TRANSICION DEMOGRAFICA
Tanto el descenso de la fecundidad como de la mortalidad, as¡
como las caracter¡sticas de la estructura por edades,indican que
en la regi¢n se ha entrado en un proceso de Transici¢n Demogr -
fica, Gr fico N§ 10.
En t‚rminos generales, el modelo corresponde al patr¢n cl sico
de la transici¢n demogr fica. Ello implica tendencias a la
disminuci¢n relativa de los primeros grupos de edad, y la
paulatina modificaci¢n de la estructura por edades de la
fecundidad, por otro lado, la mortalidad al disminuir genera un
proceso de envejecimiento de la poblaci¢n.
4.2 FECUNDIDAD Y NATALIDAD
Estudios realizados a partir de encuestas han permitido
establecer los patrones caracter¡sticos de la fecundidad en la
regi¢n, que muestran una tendencia descendente.
La Tasa Global de Fecundidad; es decir el n£mero promedio de
hijos por mujer; fue de 5,4 hijos en 1975 (PERU: Fecundidad
diferencial por regiones geogr ficas y departamentos, 1975), la
que habr¡a descendido a 3,0 (ENDES 91-92) y a 2,7 en 1993 (Censo
1993). Esta tendencia revela que en 18 a¤os hubo un importante
descenso de casi el 50 %, que se explicar en seguida:
En primer lugar la Regi¢n ha pasado por un significativo pro-
ceso de urbanizaci¢n que se ha caracterizado por una gran con-
centraci¢n de poblaci¢n en la ciudad capital; esta urbanizaci¢n
ha estado aparejada por lo que se ha denominado modernizaci¢n de
la sociedad, una de cuyas principales caracter¡sticas es el
cambio de patrones culturales tradicionales a otros modernos.
Por otro lado, un efecto significativo de este proceso ha sido
la diversificaci¢n de laestructura productiva, aunque en el caso
de la regi¢n Arequipa, este fen¢meno se ha caracterizado por
la terciarizaci¢n de la econom¡a, es decir, el predominio de
actividades comerciales y de servicios, en las que la mujer ha
incrementado su nivel de participaci¢n.
Otro de los factores que ha contribuido al cambio significa-
tivo del rol de la mujer, y en especial de sus patrones repro-
ductivos ha sido la educaci¢n, permiti‚ndole el acceso a mejores
posibilidades para poder tomar decisiones, aparte de ello, el
hecho de tener mayores posibilidades para decidir les ha permi-
tido una mejor conciencia de su condici¢n de ciudadana y sus
derechos frente a una cultura predominantemente machista.
En este sentido la educaci¢n, la urbanizaci¢n y la moderniza-
ci¢n juegan un rol importante en el cambio de patrones reproduc-
tivos en la regi¢n, y en general en el pa¡s.
Concordante con la tendencia a la declinaci¢n de la fecundidad
se ha encontrado que la relaci¢n ni¤os-mujeres tambi‚n presenta
un comportamiento declinante, tal como se aprecia en el Cuadro
N§ 11.
CUADRO N§ 11
REGION AREQUIPA: RELACION
NI¥OS MUJERES 1940-1972-1981-1993
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
³ RELACION ³ 1940 ³ 1972 ³ 1981 ³ 1993 ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
0-4 / 15-49 65.6 71.9 58.2 42.2
5-9 / 20-49 75.6 82.2 71.9 51.8
10-14 / 25-54 77.9 86.1 80.9 64.7
ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
Cabe destacar que en 1972 se encuentran los valores m s eleva-
dos, ello podr¡a ser resultado de los efectos que en la estruc-
tura por edad tuvieron los fuertes flujos migratorios recibidos
por la ciudad de Arequipa. Por otro lado, en los a¤os siguientes
hay una disminuci¢n de esta relaci¢n, mucho m s significativa en
el grupo de 0-14/15-49, esto indicar¡a que las mujeres m s
j¢venes est n tratando de planificar de manera m s eficiente el
tama¤o de familia.
Es importante recalcar que esta tendencia del descenso de la
fecundidad no significa una disminuci¢n del n£mero de nacimien-
tos, ya que como se ha visto el n£mero de mujeres se ha incre-
mentado, y por consiguiente el de mujeres en edad f‚rtil, que
pas¢ del 47,5 % en 1940 a 49,1 % en 1981 y a 53,8 % en 1993. Por
lo tanto,aunque al final de su per¡odo reproductivo tienen menos
hijos, por ser una mayor cantidad de mujeres el n£mero de naci-
mientos tambi‚n es mayor y ello se puede comprobar teniendo en
consideraci¢n que en t‚rminos absolutos los ni¤os de 0-5 a¤os de
1981 son menos que los de igual edad en 1993, pero porcentual-
mente son m s.
Las tendencias y comportamientos var¡an a nivel urbano y rural,
tal como se aprecia en el Gr fico 11.
Es necesario aclarar que en el caso de ENDES a nivel regional,
presentan una tendencia similar al nacional, pero que es
marcadamente diferente a la encontrada con datos censales, ello
podr¡a deberse al car cter de la encuesta y al n£mero de datos
utilizados para la estimaci¢n.
Las tasas de fecundidad por edad en el rea rural en general
son significativamente mayores que en el rea urbana, lo que
origina una Tasa Global de Fecundidad para el rea rural de 4,1,
esto es casi el doble que para el rea urbana (2,6),aqu¡ tambi‚n
se puede notar la influencia de la concentraci¢n urbana, por
otro lado, la c£spide en la curva, que marca el mayor nivel de
la fecundidad por grupo de edad, permite afirmar que en el rea
rural hay una c£spide temprana, pues el mayor nivel se encuentra
entre las mujeres de 20-24 a¤os, mientras que en las zona urbana
esta c£spide se encuentra entre los 25 y 29 asumiendo caracte-
r¡sticas de una dilatada ya que el valor mayor no es signific-
ativamente diferente de los valores anterior y posterior.
Si bien los resultados generales tienen coherencia con los
encontrados en la ENDES 91-92 para la regi¢n Arequipa, se puede
notar significativas diferencias en el desagregado por tasas
espec¡ficas,ya que las curvas mostradas para cada caso presentan
desplazamientos de la c£spide hacia el grupo etareo superior,
cambios que dif¡cilmente se podr¡an haber dado en un periodo tan
corto y que pueden reflejar problemas en los datos.
CUADRO N§ 12
REGION AREQUIPA: TASA GLOBAL Y TASAS ESPECIFICAS
DE FECUNDIDAD POR EDAD, AREA URBANA-RURAL Y PROVINCIAS,
(AL 11 DE JULIO DE 1993)
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
³ AREQUIPA ³ TASA ³ TASA DE FECUNDIDAD ESPECIFICAS POR EDAD ³
³AREA URB. Y RURAL ³ GLOBAL DE ÃÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄ´
³ Y PROVINCIAS ³ FECUNDIDAD ³ SUMA ³ 15-19 ³ 20-24 ³ 25-29 ³ 30-34 ³ 35-39 ³ 40-44 ³ 45-49 ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
AREQUIPA 2.80 0.560 0.047 0.135 0.144 0.116 0.078 0.034 0.007
URBANO 2.60 0.520 0.040 0.124 0.138 0.110 0.072 0.030 0.006
RURAL 4.09 0.818 0.102 0.205 0.177 0.151 0.117 0.055 0.013
PROVINCIAS
AREQUIPA 2.51 0.502 0.037 0.118 0.136 0.110 0.068 0.029 0.005
CAMANA 2.93 0.586 0.065 0.164 0.137 0.106 0.079 0.032 0.004
CARAVELI 3.15 0.630 0.099 0.157 0.130 0.118 0.082 0.036 0.010
CASTILLA 4.23 0.846 0.098 0.231 0.188 0.144 0.122 0.052 0.012
CAYLLOMA 4.56 0.912 0.114 0.227 0.197 0.157 0.132 0.067 0.018
CONDESUYOS 3.86 0.772 0.088 0.206 0.151 0.149 0.113 0.047 0.019
ISLAY 2.71 0.542 0.054 0.149 0.139 0.095 0.075 0.025 0.005
LA UNION 4.83 0.966 0.112 0.219 0.199 0.196 0.145 0.078 0.017
ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
NOTA: La Tasa Global de Fecundidad del pa¡s ha sido corregida en base a la tendencia
obsevada desde 1961.
A nivel provincial el comportamiento de las tasas espec¡ficas
presenta dos tendencias: Arequipa provincia con una c£spide
achatada y de car cter tard¡o, y el resto de provincias con c£s-
pide temprana y con un r pido decrecimiento, excepto en La Uni¢n
e Islay, donde el valor siguiente a la c£pide es relativamente
similar por lo que el descenso no es tan r pido.
En general la presencia de c£spides tempranas y con valores
relativamente altos, estar¡an expresando elevado nivel de
fecundidad.
4.2.1. DIFERENCIALES DE LA FECUNDIDAD SEGUN EDUCACION
Con datos de la ENDES se ha calculado el n£mero medio de hijos
por mujer, seg£n su condici¢n de alfabetismo y nivel de
educaci¢n alcanzado.
La Tasa Global de Fecundidad seg£n nivel de educaci¢n en la
regi¢n estimada por ENDES; se puede apreciar en el Cuadro N§ 13.
CUADRO N§ 13
TASA GLOBAL DE FECUNDIDAD.
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
³ NIVEL DE EDUCACION ³ T.G.F. ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
Sin educaci¢n 4.7
Primaria 4.5
Secundaria 2.6
Superior 2.2
No determinado 4.1
ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
FUENTE: ENDES 1991-92.
Existiendo limitaciones para hacer estimaciones indirectas a
nivel provincial, se ha calculado l promedio de hijos por mujer
que se presenta en el Cuadro N§ 14.
Tanto a nivel regional como provincial existe marcadas
diferencias seg£n el nivel educativo de la madre, con una
diferencia extrema por provincias, seg£n la cual las mujeres de
m s bajo nivel tienen el triple de hijos que las de mayor nivel.
Ahora bien, si se toma en cuenta la condici¢n de alfabetismo
de la madre, las diferencias en la fecundidad entre las alfabe-
tas y las analfabetas no son tan significativas como en el caso
anterior, por lo que se puede concluir que es a partir de un
determinado nivel de instrucci¢n que se producen cambios en el
comportamiento de la fecundidad.
CUADRO N§ 14
PROMEDIO DE HIJOS NACIDOS VIVOS DE MUJERES
DE 12 A¥OS Y MAS DE EDAD. POR PROVINCIAS SEGUN
CONDICION DE ANALFABETISMO Y NIVELES DE EDUCACION
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
³ ³ PROVINCIAS ³
³ CONCEPTO ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´
³ ³ AREQUIPA ³ CAMANA ³ CARAVELI ³ CASTILLA ³ CAYLLOMA ³ CONDESUYOS ³ ISLAY ³ LA UNION ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´
³
CONDICION DE ANALFABETISMO ³
SABER LEER 1.780 2.210 2.570 2.720 2.680 2.470 2.160 3.060 ³
³
NO SABER LEER 4.980 5.430 6.280 6.180 5.990 5.840 5.120 5.410 ³
NIVELES DE EDUCACION ³
NINGUN NIVEL 5.020 5.430 6.360 6.210 5.970 5.890 5.160 5.400 ³
PRIMARIA 3.160 3.670 3.790 3.870 3.520 3.370 3.580 3.850 ³
SECUNDARIA 1.420 1.380 1.660 1.570 1.520 1.420 1.470 1.980 ³
SUP. NO UNIVERSITARIA 1.040 0.950 1.120 1.250 1.060 1.130 1.000 1.330 ³
SUP. UNIVERSITARIA 1.110 1.380 1.120 1.340 1.250 1.310 1.340 1.520 ³
NO ESPECIFICADO 2.110 2.070 3.680 4.190 3.500 3.080 2.520 3.870 ³
ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
FUENTE: CENSO NACIONAL 1993, TABULADOS ESPECIALES INEI.
Ello se deber¡a a que los cambios de conducta y actitudes,
tanto respecto de la fecundidad como de los mecanismos que la
regulan se van modificando cuanto m s alto sea el nivel educati-
vo de la mujer.
Con informaci¢n de la ENDES se puede diferenciar la preferen-
cia de usos de m‚todos seg£n grado de instrucci¢n. La mujer con
educaci¢n secundaria o superior prefiere el DIU (Dispositivo
Intra Uterino), que seg£n la experiencia es el m s eficiente; en
cambio las de menor instrucci¢n el retiro o la abstinencia pe-
ri¢dica, que son m‚todos tradicionales con alta tasa de falla.
Esto es explicable en la medida en que se supone que las
mujeres con mayor nivel educativo tienen m s informaci¢n y
acceso a m‚todos modernos adem s de una actitud favorable para
usarlos.
Tambi‚n se encuentran diferencias por condici¢n socioecon¢mica
que, en este caso ha sido analizada a partir de la Encuesta de
Seguimiento del Consumo de los Hogares (ENSECO), sobre ingreso y
gasto familiar, y la ENDES sobre la Tasa Global de Fecundidad
real y deseada, relacionadas a trav‚s del grado de instrucci¢n.
Es necesario aclarar que en el caso de la ENSECO el nivel de
instrucci¢n comprende al jefe de familia, en este sentido se
asume que existe una relaci¢n entre el nivel de instrucci¢n del
jefe y la conyuge el resultado se encuentra en el Cuadro N§15.
CUADRO N§ 15
INGRESO Y GASTO FAMILIAR,
TGF E INSTRUCCION JEFE DE FAMILIA
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
³ NIVEL ³ ³ ³ TASA GLOBAL DE ³
³ DE ³ INGRESO A) ³ GASTO B) ³ FECUNDIDAD C) ³
³ INSTRUCCION ³ ³ ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´
³ ³ ³ ³ REAL ³ DESEADA ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
Sin instruccion 190.72 180.00 4.7 2.9
Primaria 212.18 211.93 4.5 1.9
Secundaria 306.31 242.56 2.6 1.4
Superior 338.00 317.50 2.2 1.8
ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
FUENTE: A) Y B)ENSEC; C)ENDES
CUADRO N§ 16
REGION AREQUIPA: PORCENTAJE DE MUJERES
ACTUALMENTE UNIDAS QUE USAN ANTICONCEPTIVOS
POR METODO ESPECIFICO, SEGUN NIVEL DE EDUCACION
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄ¿
³ NIVEL ³ ³ ³ ³ ³ TABLETA ³ ³ ESTERI. ³ RITMO ³ ³ ³ ³
³ DE ³ TOTAL ³ PILDORA ³ DIU ³ INYECCION ³ ESPUMA ³ CONDON ³ FEMENI. ³ CALEN- ³ MOCO ³RETIRO ³ OTRO ³
³ EDUCACION ³ ³ ³ ³ ³ DIAFRAGMA ³ ³ ³ DARIO ³ CERV. ³ ³ ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÙ
TOTAL 70.6 4.6 24.5 2.1 1.4 2.3 10.4 23.2 0.2 1.2 0.7
Sin instrucc. 29.0 0.0 6.0 0.0 0.0 0.0 0.0 23.0 0.0 0.0 0.0
Primaria 59.6 2.9 17.8 0.7 0.0 1.5 12.4 20.7 0.0 2.2 1.5
Secundaria 77.9 4.1 30.6 4.1 2.9 1.7 9.4 23.9 0.0 0.6 0.6
Superior 80.1 9.1 27.0 1.0 1.0 5.1 10.0 25.0 1.0 1.0 0.0
No Determin. 71.3 0.0 14.0 0.0 0.0 0.0 28.7 28.7 0.0 0.0 0.0
ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
FUENTE: INEI, ENDES 1991-92
Queda clara una relaci¢n directa entre ambas variables. Ahora
bien, existir¡a un mecanismo de intermediaci¢n que no ha sido
posible medir y es seg£n estratos cual es el nivel de consumo o
utilizaci¢n de m‚todos anticonceptivos, que como se ha dicho, es
m s adecuado para las familias de mayor nivel educativo.
En el cuadro siguiente se presenta la informaci¢n sobre el uso
de m‚todos anticonceptivos y el nivel educativo de la mujer.
En general, casi todas las mujeres casadas o unidas conocen
alg£n m‚todo anticonceptivo, sin embargo, s¢lo el 70 % hace uso
de alguno de ellos, de estas el 24,5 % usa el DIU, 23 el ritmo y
en menor medida la p¡ldora u otro m‚todo. La esterilizaci¢n es
un m‚todo utilizado por el 10 % de mujeres. En t‚rminos de
diferenciales seg£n nivel de educaci¢n se encuentra qu en las
mujeres que no tienen instrucci¢n s¢lo el 29 % de ellas usa
alg£n m‚todo, mientras que en aquellas que cuentan con superior
o secundaria alcanzan casi el 80 %. Por otro lado, las primeras
hacen uso mayoritariamente del ritmo (80 %) y el resto del DIU.
Las mujeres con mayor nivel educativo tienen una mayor diversi-
dad de opciones, siendo las principales el DIU, ritmo, la este-
rilizaci¢n, etc.; esto implica mayores niveles de informaci¢n y
de confianza en el uso de m‚todos modernos. As¡mismo, es impor-
tante se¤alar que a£n existen marcados patrones de machismo en
la sociedad, los que impiden que los conyuges permitan a las
mujeres el uso de m‚todos permanentes o de larga duraci¢n.
Si bien existe un elevado nivel de informaci¢n sobre m‚todos
anticonceptivos, tambi‚n subsisten muchas distorsiones sobre los
efectos secundarios generados por algunos de ellos, ya que el
conocimiento obtenido no necesariamente ha sido brindado por
especialistas; situaci¢n que es m s notoria en mujeres de bajo
nivel educativo.
4.3. MORTALIDAD
Las condiciones de vida de la poblaci¢n constituyen uno de los
principales factores explicativos de las tendencias de la
morbimortalidad en la regi¢n; as¡ como lo es tambi‚n el rol que
ha jugado el Estado a trav‚s de la implementaci¢n de pol¡ticas
sociales, en especial referentes a salud.
Por otro lado, los diferenciales de mortalidad est n relacio-
nados con los niveles de desarrollo. Tanto el pa¡s como la
regi¢n presentan significativos desequilibrios, existiendo zonas
de alto nivel de concentraci¢n poblacional y de actividades eco-
n¢micas, las mismas que generan concentraci¢n de servicios
sociales b sicos y que por lo tanto reflejan condiciones de vida
mejores que los promedios nacional y regional.
Este hecho contrasta con la situaci¢n que se presenta en las
reas rurales andinas, y tambi‚n algunas de costa, donde en
general predomina una econom¡a familiar de subsistencia, con
limitado acceso a los mercados, lo que se agrava por la insu-
ficiente infraestructura de servicios y la precariedad con que
ellos se prestan. En ellas la calidad de vida alcanza
niveles de supervivencia, y la mortalidad alcanza sus mayores
niveles.
Existe diversos indicadores del nivel de mortalidad, las m s
conocidas y de uso frecuente son la Tasa Bruta de Mortalidad,
la Tasa de Mortalidad Infantil y la Esperanza de Vida al Nacer.2)
4.3.1. LA TASA BRUTA DE MORTALIDAD EN LA REGION
Este indicador ha presentado un significativo descenso en los
£ltimos 20 a¤os pues de valores superiores a 17 defunciones por
mil habitantes en 1975, ha pasado a 8 en 1993; significando
una reducci¢n de la tasa en 50 % en menos de 20 a¤os. En general
estos resultados muestran que el n£mero de defunciones ha dismi-
nuido, a pesar del incremento de poblaci¢n.
Este es un indicador grueso de la mortalidad, pues no toma en
cuenta la estructura por edades de la mortalidad y sus
implicancias.
4.3.2 LA MORTALIDAD INFANTIL
La medici¢n de la mortalidad infantil se realiza teniendo
en consideraci¢n el n£mero de defunciones de ni¤os menores de un
a¤o de edad por mil nacidos vivos,su uso es convencional y puede
ser estimado de manera directa o indirecta.
La mortalidad infantil se ha utilizado, junto con otros
indicadores, para constru¡r ¡ndices de nivel de desarrollo o de
satisfacci¢n de necesidades b sicas, porque se ha demostrado
que existe una directa relaci¢n entre la aparici¢n de enfer-
medades y muerte en los primeros a¤os de vida con las condicio-
nes socioecon¢micas del hogar y la comunidad en que el ni¤o nace.
Esto al margen de las caracter¡sticas socioculturales de la
familia de pertenencia.
Si bien no existe coherencia entre el resultado de la ENDES y
el Censo de 1993; debido a que el tama¤o de la muestra en la
encuesta para la regi¢n es relativamente peque¤a 2,783 personas
por ello el valor obtenido es mucho menor, sin embargo, lo que
queda claro es que se presenta una tendencia decreciente de la
mortalidad infantil a nivel regional, a pesar que en los £ltimos
20 a¤os en nuestra sociedad se ha venido dando un significativo
proceso de pauperizaci¢n, llegando a estimarse que el 60 % de la
poblaci¢n peruana se encuentra en situaci¢n de pobreza; lo que
de alguna manera estar¡a reflejando que algunas de las causas de
mortalidad han sido controladas via pol¡ticas de vacunaciones e
inmunizaciones, y que las actuales causas de mortalidad obedecen
a factores de car cter estructural , entre otros desnutrici¢n.
CUADRO N§ 17
REGION AREQUIPA: TASA DE MORTALIDAD INFANTIL
1967-68; 1986-91; 1993
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
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1967-68 114 a)
1972 123 b)
1981 75 b)
1986-91 36.4 c)
1993 44.8 d)
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FUENTES: a) La Mortalidad en las Provincias del Per£, INEI, Dic. 1977
b) Estimaciones de Mortalidad en base a informaci¢n de los
Censos de 1972 y 1981.
c) ENDES 1991 - 92, INEI, Set. 1992
d) Per£, Mapa de Necesidades B sicas Insatisfechas de los
Hogares, INEI-Agosto 1994
CUADRO N§ 18
TASA DE MORTALIDAD INFANTIL Y ESPERANZA DE VIDA
AL NACER POR PROVINCIA, 1967-68 - 1993
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³ ³ 1967 - 68 ³ 1993 ³
³ PROVINCIAS ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÅÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´
³ ³ TMI ³ eø ³ TMI ³ eø ³
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AREQUIPA 94 56 34.4 63
CAMANA 119 53 42.9 61
CARAVELI 119 53 47.9 60
CASTILLA 157 47 56.3 59
CAYLLOMA 262 38 76.0 55
CONDESUYOS 173 48 74.0 55
ISLAY 101 56 40.4 61
LA UNION 240 40 113.7 53
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Las condiciones seg£n rea de residencia y provincia no son
mejores ya que se presentan marcadas desigualdades seg£n sean
las caracter¡sticas de las provincias. Se cuenta con informaci¢n
para los a¤os 1967 - 68 y 1993.
La agrupaci¢n de estos resultados muestra que los m s altos
niveles de mortalidad se encuentran en las provincias alto
andinas de la regi¢n, en donde predominan las actividades econ¢-
micas familiares de subsistencia y son aquellas que se encuen-
tran con los m s bajos niveles de atenci¢n de los servicios
sociales b sicos. Resulta significativo que en ese periodo la
disminuci¢n de la mortalidad infantil en la provincia de Cayllo-
ma ha sido mayor que la de La Uni¢n, ello se explicar¡a por la
influencia de las acciones realizadas para el Proyecto de Majes
en esa zona y al mayor abandono en La Uni¢n.
Luego se puede encontrar un grupo intermedio que corresponde a
las provincias de costa (Caman , Caravel¡, Islay) donde
predomina la agricultura para el mercado.
Finalmente, la provincia de Arequipa con el valor m s bajo en
ambos a¤os.
Si bien esta agrupaci¢n resulta sugerente respecto de las
caracter¡sticas de cada uno de los mbitos, confirma la
tendencia general de que la mortalidad tiende a disminuir signi-
ficativamente a lo largo del per¡odo. Sin embargo,es preocupante
que las diferencias entre provincias resultan cada vez mayores:
en 1967-68 la diferencia entre Arequipa y La Uni¢n fue de 2,5
veces, en 1993 esta es de 3,3 veces, quiere decir que el ritmo
de descenso no ha sido similar. Ello se podr¡a deber a que por
mayor inversi¢n o mejoras en la calidad de vida de la poblaci¢n
en unos lugares se habr¡a logrado disminuir significativamente
la mortalidad, mientras que en otros no ha sido as¡, o bien
porque el car cter de la concentraci¢n poblacional permite
atender de manera m s adecuada a los ni¤os.
Paralelamente al descenso de la mortalidad, la esperanza de
vida al nacer se ha incrementado, lo cual es l¢gico ya que si se
sobrevive los primeros a¤os de vida se tienen mayores
probabilidades de sobrevivir hasta los 50 a¤os o m s.
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