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³ 6. SITUACION DE LA MUJER ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
El proceso de modernizaci¢n apoyado en las migraciones y en
especial en la urbanizaci¢n, ha propiciado que en las £ltimas
d‚cadas se revalore el rol de la mujer en la sociedad, sobre
todo, teniendo en consideraci¢n que en ella predomina la ideolo-
g¡a machista.
En la tradici¢n arequipe¤a,uno de los personajes t¡picos es el
agricultor de la campi¤a, que ha desarrollado una forma peculiar
de lenguaje y cultura. A este personaje se le llama "loncco",
que proviene del quechua y significa simple o sin mayor cultura,
en torno al cual se han desarrollado poemas, historias y tradi-
ciones que resaltan sus cualidades de trabajador de campo,siendo
jaranero y laborioso. Este personaje no ha tenido ni tiene
correlato femenino, pues las tradiciones y cultura popular no
reconocen un personaje femenino de igual nivel.
Lo mismo sucede con el characato como hombre de campo y
agricultor que se vanagloria de su ascendiente y que mira con
cierto recelo al inmigrante, sin expresar claramente su senti-
miento racista.
Es as¡ como se ha expresado una conducta machista que ha
predominado en esta sociedad y que marca a£n las relaciones
entre la pareja y entre hombres y mujeres en la comunidad.
Tal como se ha presentado en ac pites anteriores en la regi¢n
el n£mero de mujeres se ha incrementado paulatinamente, llegando
a superar relativamente a los hombres, situaci¢n que se grafica
si se tiene en cuenta que el ¡ndice de masculinidad -la relaci¢n
hombre mujer- ha disminu¡do de 105 en 1961 a 98,6 en 1993, lo
que significa que en 1961 el porcentaje de mujeres fue de 49 y
en 1993 de 50,3 %. Esta situaci¢n es m s notoria en los grupos
de edad mayores de 14 a¤os, y se expresa en su valor c£spide en
los grupos de 35 - 39 y 25 - 29, con ¡ndices de masculinidad de
94,8 y 95,3. En general estas cifras y esta tendencia marcan el
hecho que la migraci¢n femenina est jugando un rol importante
en este proceso.
A nivel provincial, el comportamiento es irregular pues en
1993 s¢lo Arequipa y La Uni¢n presentan mayor cantidad de
mujeres, sin embargo, en otras provincias como Caravel¡; el
¡ndice se encuentra en 125 en ambos casos, este es un efecto del
proceso migratorio.
En la ciudad uno de los principales problemas que las mujeres
tienen que superar es su doble condici¢n de madre y trabajadora,
ya que en muchos casos el hecho de ser madre ha obligado a que
deje de trabajar y/o que pierda oportunidades de trabajo, lo que
no sucede en el rea rural, en este sentido el hecho de lograr
mayores niveles educativos permite enfrentar mejor esta
situaci¢n.
6.1. MUJER, SALUD Y CICLO VITAL
El hecho que en la regi¢n un importante volumen de la
poblaci¢n se encuentre en zonas urbanas, ha permitido que las
mujeres que all¡ residen puedan atenderse en mejores condiciones
en caso de estar embarazadas y por lo tanto disminuir el riesgo
de muerte materna e infantil.
Seg£n la ENDES 1991-92 el 58 % de los nacimientos de los cinco
a¤os anteriores a la encuesta recibieron control prenatal de
m‚dicos, siendo las mujeres del mbito rural las que menos
atenci¢n recibieron.
Por otro lado,la mayor educaci¢n de la madre permite una mejor
atenci¢n del embarazo, casi el 72 % de mujeres con educaci¢n
superior fue atendido por m‚dicos, mientras que s¢lo el 46 % de
quienes tienen primaria fue atendido por estos profesionales.
En general las madres han recibido atenci¢n de salud a la hora
del parto, sin embargo es importante se¤alar que el 28 % de
mujeres menores de 20 a¤os han sido atendidas en su casa, este
hecho podr¡a estar se¤alando los prejuicios sociales o el
castigo moral porque podr¡a tratarse de embarazos no deseados o
bien de mujeres solteras.
A pesar de que se han mejorado los servicios y que las mujeres
acuden con mayor frecuencia para controlar su embarazo, se puede
encontrar que, seg£n la Direcci¢n Regional de Salud, la tasa de
mortalidad materna es a£n elevada, 28/10 000 nacidos vivos,cifra
que resulta similar a la que se estim¢ para el pa¡s en 1986
30/10 0004). Si bien este dato supone un sub registro de este
fen¢meno, marca la tendencia que tendr¡a respecto de las causas:
una cuarta parte se imputa a hemorragias y consecuencias de
partos mal atendidos, un veinte por ciento se debieron a
complicaciones del aborto y en menor medida a otro tipo de
complicaciones.
Es importante se¤alar que en tanto el aborto es penado por ley,
no es posible estimar su incidencia, pero se supone que ‚ste se
ha incrementado si se tiene en cuenta que la disminuci¢n de
la fecundidad no puede ser explicada totalmente s¢lo por el
incremento de uso de m‚todos anticonceptivos.
Este es otro tema relevante, pues el 99 % de mujeres en edad
f‚rtil conoce o ha o¡do hablar de los m‚todos anticonceptivos,
sin embargo el 30 % no usa ning£n tipo. Del resto, casi la mitad
(45 %) usa los llamados m‚todos modernos. Esto muestra que buen
n£mero de mujeres tiene reservas para su uso, que se vincular¡an
a las consideraciones hechas respecto a posibles efectos
secundarios5); por otro lado, tambi‚n est presente el machismo
que se expresa en la desconfianza que puede generar en el hombre
el hecho que su pareja use un m‚todo anticonceptivo y no est‚
expuesta al riesgo de embarazo, esto sucede principalmente en
las zonas rurales y sectores m s tradicionales de zonas urbanas.
Como resultado de esta brecha entre conocimiento y uso se
puede encontrar que m s del 50 % de mujeres encuestadas
se¤alaban que el £ltimo hijo que hab¡an tenido fue producto de
un embarazo no deseado.
6.2. MUJERES Y EDUCACION
La educaci¢n para las mujeres reviste una importancia particu-
lar, en especial en lo que se refiere al ejercicio de varios de
sus derechos ciudadanos. Podemos se¤alar que, por diversos
factores, al inicio del per¡odo revisado las mujeres no estuvie-
ron en la posibilidad de participar del sistema educativo formal
y que en el caso de quienes s¡ lo hicieron llegaron fundamental-
mente s¢lo hasta los niveles elementales, ello propici¢ el
sostenimiento de su situaci¢n de marginaci¢n y exclusi¢n social.
En los £ltimos a¤os esta situaci¢n ha cambiado, en tal medida
que tanto en el pa¡s como en la regi¢n han elevado sus est n-
dares de educaci¢n en relaci¢n a los hombres, sin embargo las
diferencias a£n son significativas. A pesar que se han hecho
esfuerzos para mejorar la infraestructura y los servicios
educativos, las limitaciones geogr ficas y los patrones de asen-
tamiento disperso no permiten que la educaci¢n sea un servicio
al que tengan acceso todas las personas y en especial las
mujeres.
En 1940 en la regi¢n el 52 % de mujeres ten¡a alg£n nivel de
instrucci¢n, en 1993 esta cifra se ha incrementado significa-
tivamente, llegando al 89,9 %,aunque hay diferencias seg£n nivel
de instrucci¢n como puede verse en el Cuadro N§ 25.
Es pertinente anotar que en el caso de la regi¢n Arequipa la
tendencia no es similar a la nacional, la que se caracteriza por
su estructura piramidal: una ancha base en nivel primario y
angosta en los niveles superiores. Como se ve, en Arequipa m s
del 60 % de las mujeres al final del per¡odo tiene un nivel de
instrucci¢n secundario o superior. Sin embargo se debe
reconocer que a£n existen significativas diferencias con los
varones (72 % para igual nivel).
CUADRO N§ 25
REGION AREQUIPA: POBLACION FEMENINA
SEGUN NIVEL DE INSTRUCCION, CIFRAS RELATIVAS.
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³ NIVEL DE INSTRUCCION ³ 1940 ³ 1993 ³
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SIN NIVEL 48.4 10.9
PRE-ESCOLAR (a) 0.5
PRIMARIA 44.2 26.3
SECUNDARIA 7.0 34.7
SUPERIOR 0.4 27.6
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(a) Sin informaci¢n
FUENTE: CENSOS DE POBLACION
En t‚rminos de analfabetismo, predomina el n£mero de analfa-
betas, el 77 % de los analfabetos en la regi¢n son mujeres, y
se debe tener en cuenta que esta es una situaci¢n m s grave
en la zona rural donde el 28 % de las mujeres de 15 y m s a¤os
son analfabetas.
A nivel provincial, La Uni¢n presenta la mayor tasa de
analfabetismo femenino 50,6 %, seguida de Caylloma y Condesuyos.
Las menores tasas de la regi¢n se observan en Arequipa, Islay y
Caman con niveles m s o menos similares.
La mejora en los niveles educativos ha propiciado que las
mujeres puedan tener mayores posibilidades para acceder a
puestos de trabajo, sin embargo, a£n se mantienen diferencias
tanto en la asignaci¢n de responsabilidades como en los niveles
remunerativos, estas diferencias son f cilmente percibibles en
el caso de los asalariados agr¡colas, donde el hombre recibe
30 % a 40 % m s del salario de la mujer.
Si se toma en consideraci¢n que aproximadamente el 60 % de la
poblaci¢n se encuentra en situaci¢n de pobreza y las mujeres
en muchos casos se han convertido en el sost‚n econ¢mico de la
familia, asumiendo roles de padre, madre y jefe de familia, el
deterioro de las condiciones de vida en esos casos es mayor que
en las familias donde ambos c¢nyuges aportan al ingreso familiar.
Finalmente, por una serie de factores de orden socio econ¢mico
y sicol¢gico, la crisis econ¢mica y de valores ha afectado
las relaciones de pareja,lo que determina en muchos casos la
incidencia de casos de violencia familiar, que por lo general se
da contra la mujer y los hijos. No existe estad¡stica al
respecto, pero es un hecho que se presenta con m s frecuencia en
nuestra sociedad.
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