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DEFINICION DE NECESIDADES Y SATISFACTORES BASICOS
Una mayor precisi¢n en la definici¢n de pobreza depender en gran
medida de los criterios que se adopten sobre las necesidades humanas
b sicas, las cuales deber n permitir la distinci¢n entre quienes son
considerados como pobres.
En la determinaci¢n de las necesidades humanas b sicas se debe
tener en cuenta, sobre todo, que las necesidades humanas no son
£nicamente las necesidades biol¢gicas del ser humano, ya que ‚ste tiene
la capacidad de transformar en objeto de sus necesidades todos los
fen¢menos de la naturaleza, por lo que sus necesidades biol¢gicas
"constituyen s¢lo el punto hist¢rico originario a partir del cual es el
desarrollo de sus capacidades productivas lo que determina el
surgimiento de nuevas necesidades y la modificaci¢n de las
pre-existentes" (PNUD, 1990). Por tanto, se reconocen las necesidades
biol¢gicas humanas, como son la alimentaci¢n o la vivienda, y las
necesidades sin ra¡z biol¢gica (necesidades intelectuales,
recreativas, etc.).
Con fines de an lisis y estudio, se delimita la pobreza alrededor
de un conjunto de necesidades b sicas, correspondi‚ndole a cada una de
ellas satisfactores expresados en niveles normativos por debajo de los
cuales se encuentra una situaci¢n de insatisfacci¢n, es decir, de
pobreza.
Al considerarse los mencionados niveles normativos como derivados
de la noci¢n de dignidad humana y de la universalidad de los derechos
humanos fundamentales, surge un concepto absoluto de necesidades y
satisfactores b sicos, universalmente v lidos, aunque no est tico en el
tiempo. Asimismo, en cada sociedad espec¡fica los satisfactores b sicos
pueden no s¢lo a¤adirse sino tambi‚n modificarse de acuerdo al estilo
de vida predominante, puesto que la carencia relativa de estos
satisfactores dejar¡a fuera a las personas de participar plenamente en
la vida social (PNUD, 1990). Tanto las normas universales (absolutas)
como las espec¡ficas a cada sociedad (relativas), deber n revisarse
peri¢dicamente pues se considera que tienen una validez temporal
restringida.
En esta perspectiva, se deriva una concepci¢n mixta de la pobreza,
resultado de la comparaci¢n sobre la situaci¢n de una persona o familia
en relaci¢n a normas universales (absolutas) y espec¡ficas (relativas)
sobre las necesidades y satisfactores b sicos. Esta concepci¢n parece
ser la m s adecuada para los estudios nacionales sobre esta materia
y favorece las comparaciones internacionales o intertemporales
(PNUD, 1990).
Es posible clasificar a las necesidades b sicas en aquellas cuya
satisfacci¢n depende principalmente de condiciones econ¢micas y de
condiciones no econ¢micas, diferenciando, por tanto, la dimensi¢n
econ¢mica de la pobreza y las dimensiones pol¡ticas, culturales,
sociales, etc. Por lo general, los estudios emp¡ricos sobre la pobreza
inciden m s sobre las necesidades b sicas de la dimensi¢n econ¢mica,
pues se considera que su satisfacci¢n demanda un esfuerzo mayor,
evidente y directo.
Estudios recientes, como el realizado por el Proyecto Regional para
la Superaci¢n de la Pobreza en Am‚rica Latina del PNUD, consideran
como necesidades y satisfactores b sicos del primer tipo, las siguientes:
a) Alimentaci¢n, considerando los requerimientos nutricionales de
las personas y sus pautas culturales, y como satisfactores no
s¢lo agua y alimentos sino tambi‚n la energ¡a y los medios para
su preparaci¢n y consumo.
b) Mantenimiento de la salud y reproducci¢n biol¢gica, lo cual
requiere servicios de salud personales y de salud p£blica, as¡
como los satisfactores asociados a la higiene del hogar
y la personal.
c) Vivienda acorde al tama¤o familiar, con materiales adecuados y
en buen estado de conservaci¢n, que cuente con los servicios
b sicos y el mobiliario y equipamiento m¡nimo para la vida
familiar.
d) Socializaci¢n y educaci¢n b sicas, que adem s de la impartida
en el hogar y la instrucci¢n p£blica b sica, incluya la
educaci¢n para la salud, la educaci¢n y orientaci¢n sexual y la
capacitaci¢n para el trabajo.
e) Informaci¢n, recreaci¢n y cultura, que implica acceso a
instalaciones adecuadas y disponibilidad de tiempo libre.
f) Vestido, calzado y cuidado personal.
g) Transporte p£blico.
h) Comunicaciones b sicas, incluyendo correo, tel‚fono y tel‚grafo.
i) Seguridad de tener acceso a los satisfactores b sicos durante
toda la vida, lo cual supone mecanismos a escala familiar y
social para enfrentar los riesgos.
Las necesidades y satisfactores que no dependen directamente de la
situaci¢n econ¢mica del hogar son principalmente el afecto,
participaci¢n, creaci¢n, identidad y libertad. Indudablemente que no es
f cil incorporar estas necesidades en los estudios emp¡ricos sobre
la pobreza ni tampoco en las estrategias y acciones orientadas a su
superaci¢n; sin embargo, su satisfacci¢n es influ¡da indirectamente por
las circunstancias econ¢micas del hogar. Es el caso de las personas que
sufren desafecto, abandono, rupturas familiares, o que s¢lo pueden
acceder a trabajos no creativos y en escalas inferiores de las empresas.
Seg£n el citado estudio de pobreza del PNUD, las necesidades y
satisfactores "constituyen un sistema org nico por cuatro razones
principales: primera, que hay una estrecha ligaz¢n entre todos sus
elementos; segunda, que algunos satisfactores sirven a la satisfacci¢n
de varias necesidades; tercera, que la satisfacci¢n de algunas
necesidades est condicionada a la satisfacci¢n de otras; y, cuarta, que
cualquier carencia tiene efectos m£ltiples en la insatisfacci¢n
sist‚mica" (PNUD, 1990).
Se considera que la insatisfacci¢n de cualquiera de las necesidades
ya se¤aladas implican llegar a una situaci¢n de pobreza. Por ejemplo,
la desnutrici¢n o el hambre implica una pobreza alimentaria y la
carencia de educaci¢n implica una pobreza de entendimiento. As¡, las
pobrezas parciales suelen asociarse a la pobreza total. En una
perspectiva anal¡tica y desde el punto de vista de la naturaleza de las
necesidades, la pobreza asume una dimensi¢n biol¢gica, referida a
elementos b sicos de la sobrevivencia, es decir, a necesidades
humanizadas por el desarrollo hist¢rico en contextos culturales
espec¡ficos. La pobreza conforma tambi‚n una dimensi¢n cultural,
referida a la necesidad humana de acceder a los conocimientos,
habilidades y pr cticas desarrolladas por las generaciones precedentes.
Al estar esta dimensi¢n interrelacionada con las dem s dimensiones de la
pobreza, los programas destinados a superar este problema deben
considerarlas.
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