Panelista:
  Pedro Pablo Villanueva
  Fondo de Poblaci¢n de las Naciones Unidas (FNUAP)
  Lima, Per£


  Agradezco,  en  nombre  del Fondo de Poblaci¢n de las Naciones Unidas 
  (FNUAP), la invitaci¢n  para  estar aqu¡ con ustedes y felicito a los 
  organizadores de este seminario  que  aborda una cuesti¢n de absoluta 
  vigencia,  y   que  constituye  un  problema  a£n  por  resolver:  la 
  consideraci¢n pr ctica de la interrelaci¢n entre poblaci¢n y pobreza, 
  o  entre las variables demogr ficas y la pobreza. La consideraci¢n de 
  estas  interrelaciones  deber¡a  ser  un  requisito obligatorio en el 
  an lisis  de  las   intervenciones  en  los  procesos  de  desarrollo 
  econ¢mico y social.

  Lamentablemente,  no  he  podido  asistir a todas las discusiones del 
  seminario.   Sin  embargo,  el  FNUAP- Per£ design¢ a una funcionaria 
  quien  ha estado presente todo el tiempo, adem s de haber participado 
  en  la preparaci¢n y coordinaci¢n de este evento.  Con la informaci¢n 
  que  he  recibido  y  de  mis  conversaciones  con muchos de los aqu¡ 
  presentes  puedo  concluir que el seminario ha tenido ‚xito, y que el 
  objetivo  de  contribuir  a  la  reflexi¢n  sobre las interrelaciones   
  entre din mica demogr fica y pobreza y a la generaci¢n de informaci¢n 
  apropiada sobre esta tema para la formulaci¢n de pol¡ticas, programas 
  y proyectos de desarrollo, ha sido alcanzado.

  Como  Director  del  Fondo  de  Poblaci¢n  de  las  Naciones  Unidas, 
  l¢gicamente  tengo  que  poner  un  especial  ‚nfasis  en  el aspecto 
  poblacional.   Sin  embargo,  esto  no  significa que no reconozca la 
  importancia  que  tienen las cuestiones relacionadas con la discusi¢n 
  del concepto de pobreza.  Considero que las discusiones sostenidas en 
  el  seminario  con  respecto  a  las  metodolog¡as y enfoques para la 
  medici¢n  de  la pobreza, son extremadamente relevantes y necesarias.
  No  obstante, estoy de acuerdo con lo que muy acertadamente manifest¢ 
  el  se¤or  Viceministro  C‚sar  Morgan,  en  el sentido de que no hay 
  m‚todos  o  enfoques  buenos  o malos para la medici¢n de la pobreza, 
  sino  mas  bien  m‚todos  y enfoques m s o menos adecuados, seg£n las 
  realidades y circunstancias espec¡ficas.

  Tambi‚n   considero   de   suma  importancia  lo  mencionado  por  el 
  representante   del   Fondo   de   Compensaci¢n y  Desarrollo  Social 
  (FONCODES)  sobre  el mapa de inversi¢n social, elaborado a partir de 
  un  mapa de pobreza.  En especial, destaco la relevancia del conjunto 
  de  indicadores  que  fueron  utilizados  para  su elaboraci¢n, y las 
  posibilidades  de  su consideraci¢n pr ctica en la toma de decisiones 
  sobre la asignaci¢n de recursos para el desarrollo econ¢mico y social.

  En  este  contexto,  no deseo presentar cuestiones te¢ricas referidas 
  a  la conceptualizaci¢n de la pobreza, sino mas bien explicar c¢mo el 
  Fondo  de Poblaci¢n de las Naciones Unidas enfoca este tema, qu‚ hace 
  para  encauzar  su  apoyo  hacia  las acciones, programas y proyectos 
  orientados a combatir o eliminar la pobreza.

  Sin  embargo,  podr¡amos  plantear  de  una  forma no rigurosa que la 
  pobreza  se refiere a la imposibilidad de algunos grupos de poblaci¢n 
  de  satisfacer  sus  necesidades  b sicas  de  subsistencia.  Ello se 
  vincula con la idea de pobreza absoluta, o una situaci¢n de privaci¢n 
  de  los  bienes  y servicios a los que debiera tener acceso cualquier 
  individuo, de acuerdo a las posibilidades existentes.

  Otro aspecto que considero relevante, es el referido a la informaci¢n 
  demogr fica.   Algo  que  siempre  hay que tener presente -sobre todo 
  ustedes que son productores de informaci¢n- es que la informaci¢n que 
  se produce debiera orientarse, fundamentalmente, hacia su utilizaci¢n 
  en  la  formulaci¢n  y evaluaci¢n de pol¡ticas y programas sociales y 
  econ¢micos.

  Los  economistas  y  planificadores  muchas veces se quejan de que la 
  informaci¢n  demogr fica  que se produce no es la necesaria.  Esto se 
  debe  sin  duda alguna a la existencia de un gap, de un vac¡o, de una 
  falta  de  comunicaci¢n  entre aquellos que producen la informaci¢n y 
  los  usuarios  finales  de la informaci¢n producida.  Tener en cuenta 
  este  aspecto es importante para todos los presentes en esta reuni¢n.  
  Para  llenar  este  vac¡o  ser   necesario un trabajo de capacitaci¢n 
  dirigido  tanto  a  productores  de  informaci¢n como a usuarios.  Es 
  necesario ®cerrar¯ el gap entre dem¢grafos y economistas.

  Creo  que  tanto los productores de informaci¢n -que para simplificar 
  voy  a  llamar  dem¢grafos-  como  los usuarios -a quienes denominar‚ 
  planificadores,  economistas-  tienen  que  hacer  un  esfuerzo  para 
  acercarse  unos  a  otros.   Los dem¢grafos, teniendo presente que la 
  producci¢n  de  informaci¢n  no  es  un fin  sino  un  medio,  y  los 
  planificadores / economistas   reconociendo   la   relevancia  de  la 
  informaci¢n demogr fica.  Me he referido a la informaci¢n demogr fica, 
  sin  embargo  el planteamiento es por supuesto v lido tambi‚n para la 
  informaci¢n sobre pobreza.

  Tenemos  que  lograr  que  los economistas, los planificadores, est‚n 
  motivados para demandar e interpretar la informaci¢n demogr fica, as¡ 
  como  de   dimensionar  su importancia en la formulaci¢n de planes de 
  desarrollo.  La  integraci¢n  de  las  variables  demogr ficas,  o la 
  consideraci¢n  de   las  variables  demogr ficas  en  los  planes  de 
  desarrollo y de eliminaci¢n de la pobreza, es fundamental.

  Sabemos  que la interrelaci¢n poblaci¢n/pobreza no es tan simple como 
  para afirmar, por ejemplo, que los pa¡ses que han reducido su tasa de 
  crecimiento  poblacional  han  conseguido  salir  de  su situaci¢n de 
  pobreza.  ­ Por  supuesto  que no es as¡ de simple! Lo que s¡ podemos 
  afirmar  es  que  el  crecimiento muy acelerado de la poblaci¢n puede 
  generar un aumento de la demanda de necesidades b sicas mayor que las 
  posibilidades de satisfacci¢n de las mismas.

  En  general,  las  acciones  del  Estado  frente  a la pobreza se han 
  ejecutado a trav‚s de pol¡ticas sociales y econ¢micas que no toman en 
  cuenta la interacci¢n existente entre las variables demogr ficas y la 
  pobreza.   Sin  embargo,  los antecedentes existentes muestran que el 
  conocimiento  de  dicha   interacci¢n es potencialmente un componente 
  importante  para  el  estudio  de la pobreza y para la formulaci¢n de 
  pol¡ticas  sociales.  Con  todo,  la  falta  de  integraci¢n  de  las 
  pol¡ticas  sociales  con  las  de poblaci¢n no puede superarse sin la 
  sistematizaci¢n de los estrechos v¡nculos entre poblaci¢n y  pobreza.

  Diversos  estudios  subrayan  la necesidad de encontrar regularidades 
  entre  las  condiciones de desigualdad, marginaci¢n social y pobreza, 
  por un lado, y los comportamientos o patrones demogr ficos, por otro. 
  No   obstante,   frecuentemente   se  presentan  trabajos  sobre  las 
  implicaciones socioecon¢micas de la din mica demogr fica limitados al 
  an lisis de las repercusiones del crecimiento poblacional.  Raramente 
  se  analizan,  por  ejemplo,  los  efectos  de  la mortalidad o de la 
  migraci¢n interna y de las migraciones internacionales.

  Es  sin  duda  importante  que  variables  como migraci¢n, mortalidad 
  materna,  mortalidad  infantil,  analfabetismo - aun  cuando  no  son 
  indicadores  directos  de  pobreza-,  sean   estudiadas  mediante  un 
  an lisis  diferencial   seg£n  niveles  de  ingreso.   Igualmente  es 
  importante  y  necesario, pero a£n menos frecuente, el estudio de las 
  implicaciones demogr ficas del desarrollo econ¢mico y social.

  Un  camino  para  analizar  las  interrelaciones  entre  los procesos 
  demogr ficos y la pobreza est  dado por los importantes diferenciales 
  que  persisten  en  materia  de  rezagos y necesidades insatisfechas.  
  Estos  diferenciales  se  traducen  en limitaciones objetivas para el 
  mejoramiento  de  las   condiciones  de  vida,  y  contribuyen  a  la 
  reproducci¢n generacional de la pobreza.

  Resulta  indispensable,  entonces, estudiar no s¢lo las consecuencias 
  del  crecimiento  demogr fico  en  los  servicios  de  salud,  en  la 
  educaci¢n, etc., sino a la vez analizar c¢mo las inversiones en salud, 
  educaci¢n,  saneamiento,  habitaci¢n, empleo, y dem s, influyen en la 
  din mica  demogr fica.   Considero  que  en  estas   reas  est n  muy 
  vinculados   los   conceptos  de  necesidades  b sicas  insatisfechas, 
  pobreza  y  desarrollo.   El  Fondo  est   interesado en este tipo de 
  trabajo y en contribuir a su an lisis y a su profundizaci¢n.

  Las  discusiones  anteriores,  aun  cuando no resuelven realmente las 
  inquietudes  planteadas,  permiten se¤alar algunas generalidades.  En 
  primer  lugar,  la  vinculaci¢n  entre  pobreza  y  crecimiento de la 
  poblaci¢n no es lineal, sino multidimensional.  Es el resultado de la    
  interacci¢n  de  una  red  compleja  de  procesos  en las dimensiones 
  econ¢mica,   social   y  cultural.   Es  cierto  que  el  crecimiento 
  demogr fico  incide  en  la  pobreza, pero es clara tambi‚n la fuerte 
  interrelaci¢n  entre  pobreza y las variables del desarrollo.  Por lo 
  tanto,  si  se  desea  influir   en  las  variables  de  la  din mica 
  demogr fica,  en  especial en las relacionadas con la fecundidad y la 
  mortalidad,  hay que actuar sobre aquellos factores que determinan la 
  pobreza,  y garantizar adem s a la poblaci¢n pobre un mayor acceso  a 
  la educaci¢n  y  al  trabajo  productivo, especialmente a las mujeres.

  En  segundo lugar, y dado que la soluci¢n de la pobreza resulta de un 
  proceso  en  el  cual  son necesarias la firme voluntad pol¡tica y la 
  movilizaci¢n  de  recursos  para  enfrentarla,  hay que visualizar la 
  tarea como un conjunto de acciones a largo plazo. En ese sentido y en 
  lo  inmediato,  se  deber¡an desarrollar acciones a fin de garantizar 
  que  los  sectores  m s  deprimidos  cubran  sus  necesidades b sicas.  
  Adem s,  se  puede actuar sobre otras variables,  como por ejemplo la 
  fecundidad,  a  trav‚s de la intervenci¢n en variables  intermedias o 
  pr¢ximas. Entre ‚stas se mencionan las relacionadas con  un mayor uso 
  y  acceso  a  m‚todos  anticonceptivos  y  servicios de  salud; y con 
  factores  como  un  mayor espaciamiento entre nacimientos y una mayor 
  edad  a   la   nupcialidad.    Es   importante   considerar   que,  a 
  consecuencia de una mayor supervivencia de los hijos tenidos, tienden 
  a reducirse sustancialmente la fecundidad y la mortalidad infantil.

  El  Fondo  de  Poblaci¢n de las Naciones Unidas focaliza su acci¢n en 
  aquellos  pa¡ses  que  m s  lo necesitan, de acuerdo a un conjunto de 
  indicadores  socioecon¢micos  y  demogr ficos,  concentrando  de esta 
  forma sus recursos en  reas o poblaciones con m s carencias, apoyando 
  los  esfuerzos  para  la  disminuci¢n  y eliminaci¢n de la pobreza, y 
  contribuyendo  a  evitar  la  trasmisi¢n  generacional  de  la misma.

  A  nivel  global,  el  Fondo  de   Poblaci¢n   asigna  un  porcentaje 
  mayoritario  de  recursos  a  aquellos  pa¡ses  considerados  por las 
  Naciones  Unidas como menos desarrollados, y a aquellos pa¡ses que el 
  Fondo  clasifica como prioritarios. Para esta clasificaci¢n, el Fondo 
  ha utilizado un conjunto de criterios, los que est n siendo revisados 
  para  responder  mejor a los compromisos y acuerdos de la Conferencia 
  Internacional   sobre   la  Poblaci¢n  y  el  Desarrollo  (El  Cairo, 
  septiembre de 1994).
 
  La  selecci¢n  de  los pa¡ses prioritarios para recibir la asistencia 
  del Fondo, se ha basado en los siguientes criterios: incremento anual 
  de la poblaci¢n de 100 000 o m s personas; tasa bruta de reproducci¢n 
  igual o mayor a 2.0; tasa de mortalidad infantil igual o mayor a 120; 
  densidad poblacional de 2 o m s por hect rea de tierra arable, y tasa 
  de alfabetizaci¢n femenina igual o menor al 40%.

  Para  que  un  pa¡s  sea  designado ®prioritario¯, debe satisfacer al 
  menos  dos  de  los  criterios  mencionados anteriormente, y tener un 
  ingreso  anual  per  c pita  menor  que  750  d¢lares.  El 80% de los 
  recursos  financieros  del  FNUAP de apoyo a programas nacionales, se 
  destina a los pa¡ses prioritarios.

  El  objetivo  de  esta  clasificaci¢n  es dedicar un mayor volumen de 
  recursos  a  aquellos  pa¡ses  cuyo  nivel  de desarrollo y situaci¢n 
  econ¢mica,  social  y demogr fica as¡ lo requieran. La utilizaci¢n de 
  los  criterios  mencionados anteriormente, tiene como objetivo que el 
  an lisis  se  base  en  un  enfoque que permita integrar la dimensi¢n 
  econ¢mica, demogr fica y social.

  La  tasa  global de fecundidad, la mortalidad infantil (podr¡a ser la 
  mortalidad  materna),  el analfabetismo femenino, son indicadores que 
  tienen  un  comportamiento  diferente  entre  los grupos m s pobres y 
  entre   aquellos   de   mayor  ingreso.  Esto  significa  que  siendo 
  indicadores   demogr ficos,   de   salud  o  sociales,  reflejan  las 
  desigualdades  e  inequidades,  y tambi‚n el nivel de satisfacci¢n de 
  las necesidades b sicas. 

  La consideraci¢n del nivel educacional, especialmente de las mujeres;  
  el  acceso  a  informaci¢n  y  servicios  de  salud reproductiva y de 
  planificaci¢n  familiar; los niveles de fecundidad, y otros criterios 
  para la asignaci¢n de recursos a los pa¡ses en desarrollo, permite al 
  FNUAP asegurar que sus programas est‚n orientados a la eliminaci¢n de 
  la pobreza y al desarrollo humano.

  Los indicadores a los que he hecho referencia contribuyen a facilitar 
  al  Fondo  un   enfoque  global  de  selecci¢n de aquellos pa¡ses m s 
  necesitados,  o  pa¡ses  prioritarios, no solamente desde el punto de 
  vista  de  los  indicadores demogr ficos y de salud ®puros¯, si no de 
  los  indicadores  que reflejan la situaci¢n de desarrollo econ¢mico y 
  social.

  Ya  en  el   mbito  del  pa¡s,  el  FNUAP coordina con el gobierno la 
  asignaci¢n  de recursos en aquellas  reas prioritarias y en donde las 
  necesidades   son   mayores.   Las    reas   de   concentraci¢n  son, 
  fundamentalmente,  salud  reproductiva   y   planificaci¢n  familiar; 
  educaci¢n, especialmente educaci¢n en poblaci¢n y educaci¢n sexual; y 
  formulaci¢n  de  pol¡ticas  de poblaci¢n y desarrollo. La atenci¢n se 
  focaliza en las  reas urbano-marginales y  reas rurales en las cuales 
  el embarazo  precoz, la mortalidad materna, la mortalidad infantil, y 
  el  bajo  acceso   a  informaci¢n y servicios de salud reproductiva y 
  planificaci¢n  familiar,   constituyen  un  problema de magnitud.  El 
  enfoque de g‚nero para garantizar  la incorporaci¢n plena de la mujer 
  en  el proceso de desarrollo, es una  prioridad en todas las  reas de 
  acci¢n del FNUAP.

  La  determinaci¢n de la asistencia del FNUAP se basa, entonces, en un 
  enfoque de desarrollo humano y no demogr fico.  Esta posici¢n, que el 
  Fondo ha mantenido a trav‚s de los a¤os, se ha fortalecido sin duda a 
  partir  de la  Conferencia  Internacional  sobre  la  Poblaci¢n  y el 
  Desarrollo ( CIPD). En el Programa de acci¢n de la Conferencia, no se 
  establecieron  indicadores  o  metas  demogr ficas  globales.  No  se 
  establecieron  metas  de  fecundidad o  crecimiento poblacional, para 
  luego analizar los mecanismos  para alcanzarlas. Por el contrario, se 
  retomaron   metas   de  mortalidad  materna,  mortalidad  infantil  y 
  educaci¢n  ya  aprobadas  en conferencias internacionales anteriores, 
  consider ndose   que   los   esfuerzos  para   alcanzar  estas  metas 
  contribuir¡an a  la  estabilizaci¢n  de la poblaci¢n, a partir de los 
  deseos y decisiones de cada individuo.

  En  el  Programa  de  acci¢n  de  la  CIPD  se plantea que la pobreza 
  generalizada  sigue  siendo el principal problema con que tropieza el 
  desarrollo. La pobreza suele ir acompa¤ada de desempleo, malnutrici¢n, 
  analfabetismo, bajo nivel social de la mujer, riesgos  ambientales, y 
  acceso  limitado  a  servicios  sociales y sanitarios, incluyendo los 
  servicios  de  salud  reproductiva  y  planificaci¢n familiar.  Todos 
  estos  factores  contribuyen  a  elevar  los  niveles  de fecundidad, 
  morbilidad y mortalidad.

  En  el  Programa  de  acci¢n se plantea tambi‚n que los esfuerzos por 
  reducir  el  crecimiento  demogr fico  acelerado, reducir la pobreza, 
  acelerar  el  crecimiento  econ¢mico, mejorar la protecci¢n del medio 
  ambiente,  y  eliminar  las  modalidades  no sostenibles de consumo y 
  producci¢n,  son mutuamente complementarias. El crecimiento econ¢mico 
  sostenido  en el contexto del desarrollo sostenible, es esencial para 
  eliminar  la  pobreza.  La  eliminaci¢n  de  la pobreza contribuir  a 
  reducir  el  crecimiento  acelerado  de  la  poblaci¢n  (evitando  la 
  transmisi¢n  generacional  de  la  pobreza)  y  a alcanzar una pronta 
  estabilizaci¢n de la poblaci¢n.

  Los   resultados   de   la CIPD permitir n al Fondo perfeccionar cada 
  vez m s  los  mecanismos de asignaci¢n de recursos, y la priorizaci¢n 
  de las  reas en las cuales trabajar.

  En  respuesta  al  enfoque  m s  amplio  de  la  CIPD,  el FNUAP est  
  fortaleciendo  y  ampliando  sus  relaciones  de  trabajo  con  otras 
  contrapartes  para  permitir  la  introducci¢n del enfoque poblaci¢n/
  desarrollo  humano,  que  surgi¢ de El Cairo. En este sentido, cobran 
  especial   significaci¢n   las  relaciones  con  los  ministerios  de 
  desarrollo, planificaci¢n, y econom¡a.

  En suma,  el Fondo tiene que articularse con aquellos ministerios que 
  est n  directamente  vinculados con el desarrollo econ¢mico y social. 
  Solamente  de  esta  forma,  el  Fondo  podr   conseguir  que  en las 
  pol¡ticas  y  estrategias  de  desarrollo  est‚  presente la variable 
  demogr fica.  Para  esto  hace  falta  la  producci¢n  de informaci¢n 
  necesaria  y  adecuada,  por  una  parte,  y  por  otra,  asegurar la 
  utilizaci¢n   de   esa  informaci¢n  por  aquellos  que  act£an  como 
  planificadores,  economistas,  decisores y formuladores de pol¡ticas.
     
  En  este  sentido, se pone de manifiesto una carencia que es com£n en 
  la  mayor¡a  de los pa¡ses en desarrollo. Se produce informaci¢n para 
  especialistas,  dem¢grafos, economistas, planificadores y otros, pero 
  no para pol¡ticos, para quienes toman decisiones, para parlamentarios, 
  para formadores  de  opini¢n.  En  este seminario hay entre 100 y 150 
  especialistas,  que  deben enfrentar el reto de llevar la informaci¢n 
  que producen a quienes van a tomar decisiones basadas en instrumentos 
  como, por ejemplo, el mapa de inversi¢n social preparado por FONCODES.

  Con seguridad se continuar n desarrollando y perfeccionando complejas 
  metodolog¡as  de  medici¢n  de  la  pobreza, y de determinaci¢n de la 
  correlaci¢n  entre  las  variables  demogr ficas,  la  pobreza  y  el 
  desarrollo  humano.   Pero  es  necesario  que  toda  esta producci¢n 
  intelectual se traduzca en  instrumentos  sencillos,  que  puedan ser 
  utilizados  por  aquellos  que  se encargan de la toma de decisiones. 
  Al  respecto,  considero  que el trabajo que se ha realizado en estos 
  d¡as  ha sido fundamental; y el intercambio de experiencias, sin duda,  
  muy positivo.

  El  Fondo  espera  de  ustedes, de esta comunidad cient¡fica, que nos 
  ayuden  a continuar tomando decisiones que est‚n basadas y orientadas 
  al  desarrollo  econ¢mico- social, al desarrollo humano sostenible de 
  nuestros pa¡ses.

  Quiero  felicitarlos  por  el trabajo realizado, y quiero reiterar el 
  compromiso del Fondo de Poblaci¢n de las Naciones Unidas de continuar 
  apoyando este tipo de iniciativas