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12.2 POBLACION URBANA OCUPADA Los resultados de la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida y Pobreza, 1998, muestran que el empleo dependiente o asalariado (Obreros y Empleados) representa el 47,9% del total de la PEA urbana ocupada, de este porcentaje el 29,4% corresponde a empleados. Por niveles de pobreza, la población urbana ocupada mayoritariamente es asalariada e independiente. Los obreros representan el 27,6% del total de ocupados considerados como pobres y el 15,9% entre los ocupados no pobres. Caso contrario sucede con los ocupados que tienen categoría de empleados, por cuanto entre los ocupados pobres ellos representan el 14,4% y entre los no pobres el 33,7%. La participación de la categoría de Trabajador del Hogar es más del doble en la población ocupada pobre, que en los ocupados no pobres, 5,4% y 2,2%, respectivamente.
CUADRO Nš 12.5
El primer quintil de ingresos más bajos se caracteriza por concentrar un mayor porcentaje de ocupados independientes (49,7%) y obreros (21,8%). Caso contrario sucede en el quinto quintil de ingresos más altos, las categorías que concentran la mayor parte de la población ocupada son empleados (51,0%) y Trabajadores independientes (22,4%). La categoría de Trabajador Familiar No Remunerado tiene una mayor representatividad en el primer quintil, 13,7%. El menor valor se da en el quinto quintil, en el que sólo llega a representar el 4,9% del total de la población ocupada.
CUADRO Nš 12.6
La PEA ocupada Urbana se caracteriza por estar dedicada a actividades terciarias. El Comercio y los Servicios Sociales y Comunales, concentran más de la mitad de la PEA Ocupada. Similar característica se presenta en los ocupados no pobres. Sin embargo, en los ocupados considerados como pobres, además del Comercio (28,8%), los Servicios Comunitarios y Social (16,0%) toman importancia la Agricultura, Minas y Canteras (19,0%) y la Industria Manufacturera (13,7%). Más de la tercera parte, 38,6% de la población ocupada en condición de pobreza extrema está dedicada a la Agricultura, Minas y Canteras, el 16,2% a la Industria Manufacturera, el 17,1% al Comercio y el 14,1% a los Servicios Comunitarios y Sociales.
CUADRO Nš 12.7
El análisis según quintiles de ingreso muestra que en el primer quintil (de ingresos más bajos) se encuentra la mayor proporción de ocupados dedicados a actividades terciarias, donde el 33,0% de ellos esta ocupado en actividades de Comercio. En este quintil también destacan la Agricultura, Minas y Canteras (21,6%) e Industria Manufacturera (13,5%). Los ocupados que se encuentran en el quinto quintil (de los ingresos más altos), en mayor proporción están ocupados en la rama de Servicios, Comunitarios y Sociales (27,6%), Comercio (25,2%), y Servicios Empresariales (11,7%).
CUADRO Nš 12.8
La distribución de la población ocupada pobre según tamaño del establecimiento, indica que más de las dos terceras partes, el 69,7%, labora en empresas constituidas por menos de 5 trabajadores y el 30,3% restante en empresas con 5 o más trabajadores.
Entre los ocupados no pobres 56,2% trabajan en empresas de menos de 5 personas y 43,8% en establecimientos con 5 o más trabajadores.
CUADRO Nš 12.9
Por otro lado, alrededor de las tres cuartas partes de los ocupados, 74,3% del primer quintil de ingresos, laboran en empresas con menos de 5 trabajadores, mientras que en el quinto quintil, casi la mitad, 47,3% laboran en empresas con más de 10 trabajadores.
CUADRO Nš 12.10
Según resultados de la Encuesta Nacional Sobre Niveles de Vida y Pobreza, el promedio de horas trabajadas por la población ocupada urbana es de 44,3 horas semanales. Entre los ocupados pobres el promedio de horas trabajadas es de 42 horas, mientras que en los no pobres es de 45 horas a la semana. Los ocupados residentes en Lima Metropolitana tienen el promedio más alto de horas trabajadas (47,7) y entre ellos, los ocupados en pobreza extrema llegan a trabajar 51 horas semanales. Los ocupados en condición de pobreza no extrema trabajan alrededor de 49 horas semanales.
CUADRO Nš 12.11
Existen diferencias entre el promedio de horas trabajadas por los ocupados por quintiles de ingreso y región natural. Es así que, mientras los ocupados del primer quintil (de ingresos más bajos) residentes en Lima Metropolitana, laboran en promedio, alrededor de 48 horas semanales, los ocupados residentes en las otras regiones, laboran menos de 40 horas en el mismo quintil de ingreso. En el quinto quintil el comportamiento es diferente, en todas las regiones naturales los ocupados laboran entre 41 y 48 horas semanales, siendo los ocupados de la Sierra quienes laboran en promedio un menor número de horas (41 horas semanales).
CUADRO Nš 12.12
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