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CAPITULO I |
2. Programas de Apoyo Social y Gasto Social
Los programas de apoyo social están estructurados y diseñados para cumplir un objetivo central: Aliviar los efectos de la pobreza y sentar las bases para la superación de dicha situación desde una perspectiva de desarrollo.
La concepción de los programas de apoyo social ha ido cambiando y mejorando en la medida que se ha ganado experiencia con su ejecución. De programas de amplia cobertura (o universales) se ha pasado hacia otros de carácter focalizado. Dada la magnitud de la pobreza y las características heterogéneas que ésta asume, es preciso contar con criterios lo sumamente flexibles como para que dichos programas lleguen a la población objetivo con la mayor eficiencia y eficacia posible. Ello también está condicionado por la disponibilidad de recursos con que se cuenta, dado que el financiamiento de las políticas sociales debe sintonizar con sanas políticas de gasto fiscal. Si bien es cierto se cuenta con los aportes de la cooperación internacional, éstos son otras acciones se pusieron en marcha desde FONAVI (vivienda); INADE (proyectos de inversión de magnitud mayor); INFES (infraestructura educativa); PRONAA (alimentos), entre otros.
Ahora bien, de los 2,700 millones de dólares previstos para cinco años, 470 estarán dedicados a nutrición y planificación familiar; 580 a construcción de colegios; 144 a la construcción de postas y centros de salud; 440 a caminos; 405 a pequeñas irrigaciones; y 121 a electrificación. De este modo, 470 millones de dólares estarán dedicados a nutrición y planificación familiar, y 1,960 millones estarán dedicados a obras de infraestructura.
Si bien es cierto hay una tendencia al incremento del gasto social, ello no necesariamente se traduce en una mayor eficiencia y eficacia en los programas de apoyo social. Para lograr esto último es preciso actuar complementariamente tanto en propio rediseño de los programas como en la medición concreta de los efectos que estos generan en términos de incremento en los niveles de bienestar.
El total del gasto social se distribuye entre los diversos programas implementados por el Estado, tanto a través del Ministerio de la Presidencia como los denominados sectores sociales: Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, etc. (Cuadro Nº 7)
De otro lado, cabe destacar que los debates recientes sobre la efectividad de las políticas sociales consideran clave incorporar tres criterios que debieran potenciar los alcances y beneficios de dichas políticas: Masificación, sostenibilidad e impacto. Masificación entendida como la cobertura focalizada concretamente sobre la población que requiere de la atención vía programas de apoyo social; la sostenibilidad, básicamente entendida en los aspectos operativos, esto es, que la propia población beneficiaria pueda hacer suyos los servicios brindados (esto es observable, por ejemplo, en los programas que inciden en la inversión en infraestructura social y productiva); y por último, el impacto (tema de nuestro interés), que tiene que ver directamente con los resultados concretos a nivel de bienestar de la población atendida.
En tal sentido, el diseño actual de la política social peruana aún no incorpora del todo estos criterios en discusión, que justamente buscan hacer más eficiente el gasto social (Cuadro Nº 8). Así, las ideas centrales que debieran permear en la concepción de las actuales políticas sociales son7:
(En millones de Nuevos Soles) ![]() (En millones de Nuevos Soles) ![]() SOCIAL GUBERNAMENTALES 1995 (millones de US$) ![]() ![]() 6 Ver: Francke, P (1999). La pobreza vista desde distintos ángulos. En: Pobreza y economía social. Análisis de una encuesta. ENNIV-1997. Webb, R (Editor). Cuánto-USAID. Lima. 7 Ver: Sagati, F. Et al. (1999) Ob. cit. P. 21. |