La asistencia escolar
en niños y jóvenes en edad normativa es una variable
que muestra la cobertura y la calidad del servicio educativo que
se oferta. Los efectos del idioma y la ruralidad se reflejan en
dicha asistencia. En el país, según el Censo de
1993, el 87% de los niños y el 74% de los jóvenes
asiste a un centro de enseñanza regular.
Las diferencias en la inversión pública en educación que prioriza el área urbana, influye de manera singular sobre las características de la oferta educativa para el área rural. La alta proporción de centros educativos destinados sólo a la educación primaria limita las oportunidades de acceso de la población indígena a niveles educativos más altos en sus zonas de origen, propiciando la migración de quien busque mejores oportunidades educativas. De igual manera se ve afectada "la calidad de la oferta educativa por la alta proporción de maestros sin título pedagógico, asignados a las escuelas rurales" (Barclay, 1991). Esta situación, que se agudiza por la prevalencia de centros unidocentes, influye directamente en la calidad del servicio, incidiendo en el bajo rendimiento escolar y por ende en la repitencia. La carencia de recursos materiales para el desarrollo de la currícula escolar afecta la calidad del servicio. Traducido en cifras, las diferencias que también se generan son abismales. Por grupos de edad encontramos que el 87% de los niños peruanos de 6 a 11 años asiste a un centro educativo; en Lima metropolitana este porcentaje se eleva a 92%, en Loreto a 82%, mientras que en las |
comunidades
indígenas es sólo 75%, lo que indica que 7 de cada
10 niños se encuentran estudiando.
En el grupo de jóvenes de 12 a 17 años la asistencia a un centro de enseñanza regular presenta proporciones menores, tanto a nivel nacional (74%) como en Lima metropolitana (81%) y Loreto (70%); pero la reducción es mayor en las comunidades indígenas, en las que sólo llega a 62%. Existe además una marcada diferencia por sexo que se traduce en 68% de asistencia masculina frente a 57% femenina. La menor asistencia de la población de 12 a 17 años estaría directamente relacionada con una mayor inserción en las actividades económicas o domésticas de la familia, siendo las niñas las más afectadas. Las niñas comienzan a realizar tareas domésticas pesadas desde temprana edad de modo paralelo a sus obligaciones escolares, lo que se traduce a menudo en bajo rendimiento y deserción escolar. Barclay (1991) en un estudio sobre la niñez en la Amazonía señala que la participación del niño en las actividades productivas de la familia interfiere temporalmente con la asistencia a la escuela, afectando su rendimiento escolar. Por otro lado, su contribución al ingreso familiar aumenta con la edad, mientras que el incremento de sus logros educacionales disminuye. La tasa de asistencia escolar por grupos étnicos no difiere sustancialmente de las proporciones señaladas para el total de este grupo de edad. | El 87% de los niños peruanos de 6 a 11 años asiste a un centro educativo; en Lima metropolitana este porcentaje se eleva a 92%, en Loreto a 82%, mientras que en las comunidades indígenas es sólo 75%. |